el cazurro ilustrado

31 mayo 2006

Semana del corazón y no del sentimiento.

Poner en el corazón el origen de todo sentimiento y movimiento y hacer manar de él desde vicios, virtudes, amores y odios hasta las propias palabras, es una postura que viene de largo. Aristóteles con todos sus seguidores así lo creyeron. Esta posición llega hasta nuestros días, a juzgar por las expresiones, no sólo de los poetas, que tienen licencia para la metáfora y la metonimia, sino de cualquier ciudadano que “habla con el corazón”, “ tiene el corazón como una piedra”, “ama de todo corazón”, “ se le rompe el corazón ante una desgracia”, “tiene el corazón partío” o “ es de buen corazón”. Quizás por ello la Fundación Española del Corazón organiza una semana ( del 30 de mayo al 4 de junio) bajo el lema, 'El corazón en tus manos', con la que intenta trasladar a la sociedad el mensaje de aprender a cuidar mejor el 'motor' del organismo y evitar o retrasar la aparición de patologías asociadas a él.
Pero no se promocionan los buenos sentimientos, ni la benevolencia, ni las mejores palabras como prevención y remedio de sus posibles males. Se intenta, en cambio, el abandono del tabaco, la práctica del ejercicio físico, el control del colesterol, de la presión arterial y de la glucosa para remediar las enfermedades cardiovasculares. De poco servirán estos controles si, además, no se cuidan los sentimientos que, aunque no aniden en él, o solo lo hagan como metáfora, influyen decisivamente en su buen funcionamiento. Sea como fuere, la premisa universalmente reconocida es que el corazón es el primero en vivir y el último en morir (primum vivens, et ultimum moriens); salvo patologías, poco sabemos lo que le ocurre entre el nacimiento y la muerte.

30 mayo 2006

El (otro) estado de las cosas.


Mientras nuestros representantes políticos debaten estos días sobre profundas cuestiones del Estado, la nación, el país e, incluso, del mundo y del universo, los ciudadanos, villanos y aldeanos se baten en la vida cotidiana con problemas, dificultades y otros asuntos que casi nunca, ni siquiera de refilón, se tocan en las altas esferas. No hablarán los políticos de la ausencia, real o percibida, de relaciones sociales satisfactorias; la ansiedad; la depresión; el insomnio; el abuso de sustancias para alterar el estado de conciencia; la timidez; la anorexia; la bulimia; la obesidad; el negativismo; la prepotencia; la provocación; la baja tolerancia a la frustración, los estallidos emocionales, la baja autoestima; las disfunciones sexuales; el fracaso escolar…..y tampoco debatirán de todo un cúmulo de cuestiones no resueltas, provocadas por la ideología del capitalismo consumista, muy interesado en el mantenimiento de unos sujetos fragmentados, móviles, efímeros, ingenuos, capaces de sentirse fuente creadora de sus propios gustos, sin darse cuenta de que el sistema de producción permite satisfacer las preferencias que previamente les hace tener como consumidores. Ni discutirán de los problemas de unos individuos postmodernos, informados, con ingentes masas de datos que han ido anulando todo un saber práctico de sentido común, de modo que no saben qué hacer en asuntos en los que las generaciones anteriores no tenían dudas. (alimentación, salud, educación de los hijos o relaciones interpersonales).
Ni se plantearán las dificultades de sujetos alineados que confunden el medio con el mensaje; la ficción con la realidad; el anuncio con el producto; la estética con la ética; el consumidor con la persona y las palabras con las cosas.
No lo harán porque, posiblemente, ellos y nosotros estemos igual de divididos, alienados, fragmentados y compartamos, en buen amor y compañía, la esquizofrenia de haber perdido el norte.

29 mayo 2006

Posturas ante la muerte.

Cuenta Cicerón que las sacerdotisas griegas tenían la costumbre de no pisar el suelo el día que debían celebrar grandes sacrificios. Acudían a los templos portadas en brazos o en carros; si alguna ponía sus pies en el suelo no podía realizar el sacrificio. Los hijos de una de ellas la llevaban en un carro tirado por dos animales. Antes de llegar, de repente, cayeron las dos bestias muertas. Como mejor solución, los hijos se uncieron al carro y llevaron a su madre al templo. La gente que veía lo que hacían aquellos hijos por su madre, admirados, les consideraron merecedores de grandes premios. Su madre también lo creyó así y cuando acabó la ceremonia rogó a los dioses que dieran a sus hijos lo mejor que dan a sus amigos. Los dioses contestaron que estaban muy contentos de poder complacerla. Los dos hijos se acostaron a dormir muy sanos y tranquilos y amanecieron muertos. Con amargo dolor se quejo la madre a los dioses por haber cometido tal atropello, pero los dioses le respondieron que no había ninguna razón para la queja: “pues te dimos lo que pediste y pediste lo que te dimos”. La mayor venganza que tienen los dioses con sus enemigos es dejarlos vivir mucho tiempo y el mayor honor, que guardan para sus amigos, es hacerlos morir pronto.
Platón dice en “Fedón”: “Por más que se diga de un individuo, desde que nace hasta que muere, que vive y que es siempre el mismo, en realidad no se encuentra nunca en el mismo estado ni en la misma envoltura, sino muere y renace sin cesar en sus cabellos, en su carne, en sus huesos, en su sangre, en una palabra, en todo su cuerpo, y no solamente en su cuerpo, sino también en su alma; sus hábitos, costumbres, opiniones, deseos, placeres, penas, temores y todas sus afecciones no permanecen nunca los mismos; nacen y mueren continuamente"

28 mayo 2006

Necesidad y contingencia.



La montaña no se configura igual para una cabra, una vaca,un grillo, un turista o un montañés. Para la cabra es la posibilidad de saltar, correr, comer o perder la vida en las fauces de un lobo. Para la vaca es el obstáculo a salvar para llegar a las finas y altas hierbas que le servirán de alimento durante unos meses. Para el grillo es una pradera donde ubicar su agujero y comenzar a reproducirse. Para el turista es un lugar de refugio "desestresante" de la urbe. Para el montañés es, a la vez, un medio de vida y una velada amenaza. En cualquier caso, es un escenario ya dado, con una cierta organización, para cada uno de los actores, sean amimales o personas. En este escenario no se dan papeles escritos y cerrados , sino que el guión está abierto a las contingencias, unas veces azarosas y otras no tanto. Las contingencias suponen todo un principio de indeterminación del mundo, en función de las conductas de los individuos, “haciendo camino al andar”. Al andar, los actores aprenden de las contingencias, perfeccionan su papel a través de la práctica y ocupan el lugar que les corresponde. La indeterminación viene dada, porque lo que es, podría haber sido de otra manera (contingencia) , pero una vez que ha ocurrido ya no puede ser otra cosa (necesidad) y así se configura la vida de los grillos, de las vacas, de las cabras y la de los humanos, contingentes y necesarios a ellos ( y viceversa).
Es la conducta la que hace a los individuos.
"Si todo fuera
necesario, nada cabría hacer; si todo fuera azaroso, nada tendría sentido hacer".(Marino Pérez Álvarez).

27 mayo 2006

Curioso experimento.


Demócrito decía que los hombres somos discípulos de los animales: de la araña en el tejer y el zurcir; de la golondrina en el edificar y de las aves canoras, del cisne y del ruiseñor, en el cantar. Si de la araña aprendimos, no fue sólo a trenzar hilos para hacer tejidos, sino también a urdir invisibles telas envolventes con las que atrapar a nuestros amigos, enemigos o simplemente vecinos.
Añado hoy a esta tela de araña un ejemplar de la Misumena vatia, araña cangrejo de las flores, una depredadora siempre al acecho. Se agazapa entre los pétalos de las flores y espera a que los insectos vuelen cerca. Con sus cortas patas posteriores la araña se agarra a la flor. Las patas anteriores, que se mantienen en posición abierta, son mucho más potentes y agarran a los incautos visitantes con sorprendente velocidad, al tiempo que les da un mordisco venenoso. Va succionando a las presas sobre la propia flor a través de dos diminutos orificios, dejando solamente el esqueleto del insecto. Fue elegida la "Araña Europea de 2006" por aracnólogos de 21 países europeos.
Un arcnólogo aficionado capturó a una de ellas e ideó un diseño experimental consistente en ir arrancando sus patas. Arrancada la primera, le decía: “araña, ven” y la araña venía. Quitó la segunda pata, dio la orden de que viniera y la araña lo hizo. Así sucesivamente hasta que la dejó sin patas; entonces repitió: “araña ven” y la araña no pudo hacerle caso. Deliberó consigo mismo durante largo rato el experimentador y concluyó: “la araña, cuando se le quitan las patas, se queda sorda”.

26 mayo 2006

¿Yuntas o tractores?.



Durante mucho tiempo, la energía animal fue una opción técnica más eficaz, más barata y más limpia que las máquinas de combustión. Para ello, nuestros antepasados aprovecharon la fuerza de los animales con mucho raciocinio. Utilizaron su fuerza en diferentes labores; desde la preparación del suelo, hasta la cosecha; en el transporte de todo tipo de carga y en cualquier labor que pudiera realizarse eficientemente con la ayuda de su energía.
La tracción animal se usó el para transporte, para cultivar la tierra y para producir cosechas. La energía animal contribuyó enormemente al desarrollo cultural y económico. Pronto descubrieron que la capacidad para trabajar estaba determinada y limitada por la cantidad de oxígeno y alimento a que tuviera acceso cada animal; también dependía de la condición física, además de un apropiado diseño de yugos, arneses, herramientas y de otros factores, tales como el peso, la tarea a desarrollar, la temperatura ambiente, la destreza del dueño y la superficie y/o tipo de terreno donde se trabajase.
El trabajo con vacunos se realizó generalmente con dos animales (yuntas) empleando un yugo que servía de elemento de unión entre los dos ejemplares. Las vacas se caracterizaban por su fuerza, por el paso lento pero seguro, por la capacidad de trabajo en laderas muy inclinadas, por la mansedumbre y por su capacidad para digerir cualquier tipo de hierba. Entre más pesada fuese la yunta, más fuerza de tiro desarrollaría y su fuerza promedio estaría alrededor del 11% de su peso vivo.
El burro fue un animal rústico y con gran resistencia a las enfermedades. A los dos años de edad podía empezar a cargar pequeños fardos y a los cuatro está ya era capaz de desempeñar cualquier clase de trabajo.
Además, los burros tenían la ventaja de ser más baratos que los caballos y bueyes.
El análisis que se hizo de la interacción entre el animal y el equipo (yugo, collarón arnés..) demostró que el ángulo que se formaba cuando se arrastraba éste y el peso de los equipos constituían los factores principales para determinar la fuerza de tiro ejercida sobre el apero. Las pruebas que realizaron confirmaron que la resistencia que oponía un equipo aumentaba con su peso y disminuía cuando el ángulo de tiro es más agudo. Estos principios se aplicaron con éxito para diseñar un arado y un arnés o yugo adaptados a la capacidad de trabajo de un burro de una pareja de vacas. Los equipos se modificaban de forma muy sencilla y prácticamente sin ningún costo.
Con el precio que tiene hoy el combustible y el que probablemente alcance en el futuro, quizás sea rentable volver a usar la energía “renovable” de los animales y el ingenio “perdurable” de los aldeanos.

25 mayo 2006

Del alma de los brutos a la inteligencia animal.


Desde que se inventaron el alma y la inteligencia ha existido la polémica de si son exclusivas de los humanos o compartidas con los animales. Encontramos ejemplos de ambas posturas. Descartes consideró a los animales como máquinas y mucho tiempo antes el español Gómez Pereira, en su libro “Antoniana Margarita”, sostuvo que los animales no tienen ni alma racional ni alma sensitiva por lo que se comportan como autómatas. Los pitagóricos y con ellos los que creen en la reencarnación, igualan a hombres y animales, partiendo de la transmigración de las almas de hombres en animales y de animales en hombres. San Francisco de Asís, hablaba del “hermano lobo”. Los Jainistas en la India están convencidos de que los orangutanes (hombres del bosque) no hablan para que no les hagamos trabajar. El proyecto “gran simio” y los proyectos “no de ley” que pretenden aprobarse en este país, parecen defender la presencia de alma e inteligencia en los “brutos”.
Al margen de cualquier teoría probatoria o reprobatoria en este espinoso tema, los montañeses vieron la diversidad del comportamiento en los individuos de cada especie, incluida la humana: unos más mansos, otros más fieros; unos más tratables, otros más ariscos; unos más sagaces, otros más rudos; unos más tímidos, otros más animosos. Partiendo de las características individuales, intentaron, a través de la educación, el adiestramiento, la domesticación, el condicionamiento y el aprendizaje, racionalizar a los brutos. Así, conocí a uno que se entregó con tanto esmero a la educación de un cerdo, que consiguió que entendiera perfectamente el lenguaje humano. Fueron de tal magnitud sus logros, que el día de la matanza le dijo al gocho: “túmbate en el banco” y, siguiendo instrucciones a la primera, lo hizo. No tuvo más remedio que clavarle, con lágrimas en los ojos, el cuchillo en el corazón y ambos se retorcieron de dolor. Este ejemplo pone de manifiesto la “inteligencia bruta” de los animales y el “alma brutal” de los humanos.

24 mayo 2006

Maestros ganaderos y aprendizaje animal.


De la observación mantenida a lo largo de cientos de años, los maestros ganaderos aprendieron que los animales temen lo novedoso, se habitúan a las rutinas y tienen buena memoria. Descubrieron también que los animales que tienen unas experiencias agradables son más fáciles de educar que aquellos que vienen de una historia de trato agresivo. Intuyeron que tanto los factores genéticos como la experiencia influyen en la forma en que un animal reacciona al contacto con humanos. Su buena comprensión de los patrones de comportamiento natural facilitó la enseñanza. Así pues, en primer lugar seleccionaron genéticamente a los que tenían características manejables y sumisas, y luego se centraron en los procesos educativos. La asociación de estímulos antecedentes para elicitar comportamientos y el manejo de estímulos consecuentes reforzantes y/o punitivos para mantener o extinguir conductas se hizo tan bien o mejor de lo que dictan los manuales.
Los saltimbanquis enseñaron a los osos, desde muy pequeños, a bailar al son de la música que tocaban poniéndoles sobre una chapa muy caliente; al contactar sus pezuñas sobre ella, saltaban para no quemarse, a la vez que sonaba la música. Después de varios ensayos, al oír la música el oso saltaba, aunque la superficie sobre la que se apoyaba no estuviera caliente. De igual manera se enseñó a los animales a frenar sus impulsos naturales y a mostrar un bagaje cultural fruto del aprendizaje.
Si una vaca se escapaba corriendo como alma que lleva el diablo, le colgaban del cuello un palo que se introducía entre las patas delanteras, los movimientos bruscos hacían que el palo golpeará con fuerza y el animal ralentizaba la marcha. Unos días eran suficientes para que, ya sin el colgante, no volviera a escaparse.
El paso de la alimentación materna a comer hierba traía consigo un comportamiento inadecuado en la mayoría de las terneras. En vez de pacer la hierba, optaban por mamar a las hembras adultas. Entonces se les ponía en el morro una cinta con puntas hacia arriba, para que en el intento pincharan las ubres. Ante este estímulo doloroso, la vaca adulta soltaba una tremenda coz y rápidamente, en un aprendizaje colaborativo sin precedentes, la hembra adulta aprendía que no debía dejar acercarse a las crías y éstas que era peligroso tocar las ubres aunque estuvieran rebosantes y apetitosas.
Las cabras salían de los establos en abril y no retornaban hasta las primeras nieves, su autonomía era casi total; conseguían el agua y el alimento sin ninguna guía, pero a su dieta había que añadir sal. Bastó la asociación del ruido peculiar del golpeo de dos latas con el vital elemento ( sal) para que, aunque estuviesen muy lejos, acudieran rápidamente a por el suplemento dietético al oírlo.
Un silbido fue suficiente para que las ovejas se quedaran expectantes sabiendo que llegaría el perro a marcarles el rumbo. El mismo silbido indicaba al perro su tarea; cuando la ejecutaba bien recibía un agasajo y cuando se equivocaba, una reprimenda; así fueron moldeando los comportamientos animales hasta hacerlos funcionar con una precisión cercana a la de las personas.

23 mayo 2006

Psicólogos y etólogos a su pesar.


Las técnicas psicológicas más antiguas, ligadas a la subsistencia, tienen que ver con la caza, la pesca y la domesticación de animales. La relación práctica que el hombre ha mantenido con los animales ha sido siempre una fuente de conocimiento sobre sus comportamientos. Podemos considerar que los ganaderos han sido unos psicólogos comparados, sin saberlo. La adaptación de los humanos a nuevos entornos y la exploración de zonas geográficas desconocidas y hostiles facilitó la observación minuciosa de los comportamientos animales. La necesidad de cazar y pescar precisó de conocimientos sobre las costumbres de las presas y sus capacidades sensoriales. Las relaciones de nuestros antepasados con los animales contienen numerosas muestras del uso de técnicas de condicionamiento clásico e instrumental aplicadas a perros, vacas, ovejas, cabras, gallinas, caballos… así como de procedimientos para conocer y manipular la motivación y el carácter de los animales. Los adiestramientos incluían también conocimientos etológicos ( periodos críticos, impronta y troquelado) y amplios conocimientos sobre procesos de aprendizaje como la habituación y la sensibilización, la extinción, las diferentes variedades del condicionamiento clásico e instrumental y sobre diferencias individuales, comportamientos específicos de las especies o factores motivacionales. Conocimientos que se aplicaban también a la educación infantil y a las relaciones humanas..
El uso de estas eficaces técnicas psicológicas, aunque están desapareciendo, (al igual que lo hacen sus conocedores) llega hasta nuestros días. He visto aplicar algunas de ellas y os las contaré en los próximos posts.

22 mayo 2006

Aprendiendo sobre salud "mental".


Denominar “ enfermedades mentales” a las conductas “inaceptables” o las conductas que se desvían de lo que la mayoría cree que debe ser o de lo que la sociedad espera, en vez de aclarar, confunde a la hora de ayudar a la gente con problemas. La “enfermedad mental” nos distrae de los problemas reales a los que debemos enfrentarnos. En vez de estar causados por “desequilibrios químicos” u otros trastornos biológicos, el desvío de las normas y las reacciones emocionales son el resultado de las dificultades que la gente tiene para satisfacer sus necesidades; tales conductas son el resultado de lo que esta gente ha aprendido en sus vidas. La solución es enseñarles cómo satisfacer sus necesidades, cómo comportarse y cómo enfrentarse y/o resolver sus problemas. Éste es un trabajo educativo, no médico.
Si una "enfermedad mental" tiene una causa orgánica, no hay duda de que el médico es la persona indicada para diagnosticarla y para tratarla. Pero en este caso, dicha enfermedad no tiene nada de "mental". Un tumor cerebral o una epilepsia no son más "mentales" que una flebitis o una úlcera de estómago por el simple hecho de localizarse en el cerebro.
Si no existen otras pruebas de la metafórica "enfermedad mental" más que la conducta del sujeto; si no se pueden identificar lesiones orgánicas, infecciones, virus, síntesis defectuosas de las aminas cerebrales, etc., para explicar un tipo de conducta anormal y sólo se puede observar dicho tipo de conducta, ¿dónde está, en tal caso, la enfermedad?: "Enfermedad" no es otra cosa que la conducta anormal observada. Lo que existe es una conducta que podemos observar y cuantificar, y el hecho de que sea anormal (con respecto a una norma, claro está) no justifica en absoluto la utilización del modelo médico.
Como ya señalaba Eysenck los trastornos del comportamiento se adaptan mejor a un modelo educativo, según el cual, para solucionarlos se requiere (re)educación, que a un modelo médico, que supone la aplicación de un tratamiento farmacológico. (R. Bayés). “Para entender las acciones de los hombres es más útil mirar su ambiente social que observar su sistema nervioso”. Ardila

21 mayo 2006

Santa Rita, San Urbano y las heladas de Mayo.


Que nunca llueve a gusto de todos es tan verdad como que las heladas no afectan a ninguno por igual. Las creencias de los labradores, como las del resto de los mortales, se basan muy a menudo en las superticiones heredadas de sus mayores y no en los datos que suministran los propios sentidos. Hay muchos refranes falsos y el más falso de todos es el que asegura que todos son verdaderos. Están esparcidos por la montaña muchos aforismos referidos al pronóstico del tiempo. Ahora mismo, temen la noche de Santa Rita (del 22 al 23 de mayo) y la noche de San Urbano (del 24 al 25 de mayo). La casualidad quiso que en un tiempo pasado, por esas fechas, cayeran muy duras heladas, retorciendo y ennegraciendo las hojas de los nogales y llevando al suelo los incipientes berbullos de las cerezas, las manzanas, las peras y los inicios de los demás frutos. Esa contigencia se convirtió en regla: “la helada por Santa Rita (22 de mayo), todo lo quita”. “La helada por San Urbán (25 de mayo), quita vino y no da pan”.
El hacer regla de las casualidades es el principio más ordinario de estas falsas observaciones. Dicen los lugareños que es observación y experiencia continuada desde tiempo inmemorial; pero no ha habido tal observación y experiencia. Dos o tres heladas que hayan caido en esas noches a lo largo de diez o quince años, hacen que queden señaladas como noches nefastas. El año pasado Santa Rita y San Urbano ( y sus heladas) se olvidaron de venir. Estamos a un paso de comprobar que pasará este año. Otro aforismo dice “Dios nos libre de las heladas de Mayo”.

20 mayo 2006

Mancias, adivinación e imposturas.


En esta época, muchos enfermos sin esperanza acuden a curanderos y adivinos. Los líderes políticos consultan a místicos y astrólogos antes de tomar decisiones, detectives policíacos sin pistas consultan a "expertos" en percepción extrasensorial y millones de personas “honradas” están convencidas de haber visto o vivido un milagro ( o un ovni).
La astrología, los amuletos, los talismanes, los hechizos, los conjuros, los sortilegios, el espiritismo, el hipnotismo, la radioestesia, las propiedades extra sensoriales de determinadas personas como la telequinesia, piroquinesia, clarividencia, etc.; no son más que algunas de estas manifestaciones esotéricas que, la gran mayoría, tienen su origen en épocas ancestrales y que, sin embargo, en la actualidad han adquirido un gran auge y son muchas las personas que acuden a los nuevos "magos" y "brujas" a que solucionen sus problemas o a que les saquen de su incertidumbre y dudas en sus decisiones importantes o a veces incluso en las cotidianas.
Un vistazo a las “mancias” existentes nos muestra cómo cualquier cosa es buena para hacer un pronóstico sobre cualquier especto del futuro y demuestra que los ilusos y los impostores crecen como las setas en primaveras lluviosas:
AEROMANCIA: Arte de adivinar por medio de los fenómenos Atmosféricos.
ALECTROMANCIA: Adivinación por medio de un Gallo.
ALEUROMANCIA: Adivinación que se practica a través de la harina.
ALOMANCIA: Adivinación por la sal.
AMNIOMANCIA: Especie de Adivinación que se hace por medio de la membrana con que algunas veces se halla envuelta la cabeza del niño al nacer.
ANTROPOMANCIA: Adivinación por medio de la inspección de las entrañas humanas.
APATOMANCIA: Se llama así a la adivinación obtenida de las cosas que se presentan de improviso.
ARITMOMANCIA: Adivinación por medio de los números.
ARMOMANCIA: Adivinación practicada por la inspección de la espalda, se dice aun hoy día que un hombre de anchas espaldas es mas apto para los combates de amor que uno de pecho estrecho.
ARFITOMANCIA: Adivinación por medio del pan de cebada.
ASTRAGALOMANCIA: Adivinación por los dados.
AXINOMANCIA: Adivinación por medio del hacha de un leñador .
BELOMANCIA: Adivinación por medio de las flechas.
BRISOMANCIA: el arte de adivinar las cosas futuras u ocultas por medio de los sueños naturales .
BIBLIOMANCIA: Adivinación que se usaba antiguamente para conocer a los hechizados o brujos .
BOTANOMANCIA: Adivinación por medio de hojas o ramas de verbenas o brezo.
CAFEMANCIA: Adivinación por medio del los posos del café.
CAPNOMANCIA: Arte de predecir el futuro por medio de las observaciones que se hacen sobre el aire.
CARTOMANCIA: Arte de predecir el futuro por medio de las cartas .
CEROMANCIA: Adivinación por medio de las gotas ceras que se derriten y las hacen caer en un vaso de agua para sacar presagios según las figuras que se formarán.
CLEDOMISMANCIA: Especie de adivinación deducida de ciertas palabras que proferidas y oídas en determinadas ocasiones eran tenidas por mal o buen augurio.
CLEDOMANCIA: Adivinación por medio de las llaves del río y de ancora, se dicen que se emplean para descubrir el autor de un robo o de un asesinato.
CLEROMANCIA: Es el arte de predecir lo futuro echando la suerte con dados, huesecillos, habas blancas y negras.
COSQUINOMANCIA: Especie de adivinación por medio de una criba, de un cedazo, o de un tamiz .
CRISTOLAMANCIA: Adivinación por medio del cristal.
CRISOMANCIA: Adivinación por las carnes y tortillas .
CRONIOMANCIA: Adivinación por medio de las cebollas.
DACTILOMANCIA: Adivinación que se hace teniendo un anillo mágico suspendido por un hilo sobre una mesa redonda.
DAFNOMANCIA: Adivinación por medio del laurel .
DEMONOMANCIA: Adivinación por medio de los demonios, tiene lugar por los oráculos que dan y por las respuestas que hacen a los que los evocan.
ESCIAMANCIA: Adivinación que consiste en evocar la sombra de los muertos para conocer de ellos el futuro.
ESPODOMANCIA: Adivinación que se practicaban entre los antiguos por medio de las cenizas de los sacrificios.
ESTERNOMANCIA: adivinación por el vientre.
ESTOLISOMANCIA: Adivinación que se saca por el modo de vestirse.
ESTOIQUEMANCIA: Adivinación que se practicaba abriendo los libros de Homero o de Virgilio y sacando un oráculo del primer verso que se presentaba.
FILORODOMANCIA: Adivinación por medio de las hojas de una rosa.
GASTROMANCIA: Especie de adivinación que se practicaba encendiendo muchas velas, que se ponían detrás de vasos de esta, invocando al espíritu que no tarda en contestar con voz hueca en el estomago del brujo que hace esta operación.
GEOMANCIA: Adivinación por la tierra, consiste en arrojar un puñado de polvo en el suelo o encima de una mesa para observar los sucesos futuros por las líneas y figuras que aparecían.
HIPOMANCIA: Adivinación que utilizaban los Celtas, los cuales sacaban sus pronósticos de los relinchos y movimiento de unos caballos blancos criados con todo esmero y veneración a expensas del pueblo.
HIDROMANCIA: Arte de predecir el porvenir por medio del agua.
KEFALONOMANCIA: Adivinación que se practicaba haciendo varias ceremonias sobre la cabeza de un asno, era muy familiar entre los Germanos y los Lombardos.
ICTIOMANCIA: Adivinación antiquísima que se practicaba leyendo las entrañas de los peces.
LAMPADOMANCIA: Adivinación por medio de la forma color y oscilación de la luz de una lámpara.
LIBANOMANCIA: Adivinación por medio del incienso .
LIGNOMANCIA: Adivinación por medio de la llama de una lámpara.
LITOMANCIA: Adivinación por medio de las piedras.
LECANOMANCIA: Especie de adivinación que se hacia por medio de unas piedras preciosas y unas láminas de oro y plata.
MARGARITOMANCIA: Adivinación por medio de las perlas.
MIOMANCIA: Adivinación por medio de las ratas o ratones.
NECROMANCIA: Arte de evocar a los muertos personas y animales y de adivinar el futuro por la inspección de los cadáveres.
OCULOMANCIA: Adivinación examinando el modo de volver los ojos con el objeto de descubrir un ladrón.
OENOMANCIA: Adivinación por el vino, se ha considerado su color, ya bebiéndolo, ya observando sus mas pequeñas circunstancias para predecir el futuro.
OFIOMANCIA: Adivinación por medio de una serpiente.
OLIOMANCIA: Adivinación proporcionada por los aullidos de los perros.
OMOMANCIA: Adivinación por medio de las espadas.
ONICOMANCIA: Adivinación por la uñas.
ONOTOMANCIA: Adivinación por medio de los nombres.
OBOMANCIA: Adivinación por medio de los huevos.
ORNITOMANCIA: Adivinación sacada del canto, grito y vuelo de los pájaros.
PARTENOMANCIA: Adivinación de si es virgen una doncella.
PEGROMANCIA: Adivinación por los manantiales.
PETCHIMANCIA: Adivinación por los cepillos, cuando a un vestido no se le puede quitar el polvo, es señal de que va a llover.
PIROMANCIA: Adivinación por medio del fuego.
PISCOMANCIA: Adivinación por medio de los espíritus.
QUIROMANCIA: Lectura de las líneas de la palma de la mano.
RABDOMANCIA: adivinación por medio de lo palos.
RASODOMANCIA: Adivinación que se practica leyendo al azar algún poema .
SICOMANCIA: Adivinación por medio de las hojas de una higuera.
SIDEROMANCIA: Adivinación que se practica con un hierro hecho ascuas sobre el cual se colocaba con cierto arte un número de pajuelas .
TEOMANCIA: Parte de la CÁBALA de los judíos que estudia los misterios de la DIVINA MAJESTAD .
TIROMANCIA: Adivinación por medio del queso .
El antídoto para el oscurantismo y superstición, es la difusión de la ciencia. Debemos enseñar a los jóvenes el escepticismo que emana de la dialéctica. De otra forma, la gente perderá la capacidad de establecer sus prioridades, aferrada a los cristales mágicos y consultando nerviosa los horóscopos, incapaz de discernir entre lo que le hace sentir bien y lo que es cierto, soñando por la noche y creyendo por la mañana que sus sueños fueron ciertos.
“El hombre cree con más disposición lo que preferiría que fuera cierto. Por numerosos caminos, a veces imperceptibles, los afectos colorean e infectan la comprensión” (Francis Bacón, “Novum Organon”. 1620.)

19 mayo 2006

El gran teatro del mundo.


En el gran teatro del mundo, somos actores o actrices en busca de un personaje. Cuando lo encontramos hacemos una interpretación acorde con nuestros repertorios. Algunos cambian frecuentemente de papel y a otros les dura toda la vida. Unos lo bordan y a otros les ocurre como a aquel vecino de Cármenes, que se empeñó en participar en una obra de teatro, a pesar de su falta de recursos memorísticos. Convenció a todo el pueblo para que le dieran un papel secundario. Meses enteros estuvo estudiando el guión: “¡cielos, un cadáver!”. Sistemáticamente lo repitió miles de veces. En los ensayos le salía perfecto. Llegó el día del estreno; los nervios comenzaron a hacer un trabajo demoledor; aumentó la frecuencia cardiaca y respiratoria, las glándulas sudoríparas segregaron líquido en abundancia, los músculos estaban en tensión y el estómago producía ácido clorhídrico en demasía. Al fin, salió a escena y dijo: “¡coño, un muerto!”.

18 mayo 2006

Conocimientos globalizados.


Esta sociedad “global”, exige, en teoría al menos, que sus miembros dominen, además de los conocimientos específicos de la familia profesional por la que han optado, informática e idiomas. Los miembros más globalizados se manejan sin dificultad con los ordenadores, con su idioma y con otros dos más, que bien pueden ser el inglés y el francés.
El sábado pasado, por la carretera que une Valverde con Valdeteja, un padre y su hijo iban a trabajar al campo montados en un carro tirado por una pareja de vacas. De pronto, pasó un “beemeuvedoble” de color metalizado y a escasos metros se paró. Se apeó de él un hombre de mediana edad, bien vestido y globalizado. Se dirigió a ellos diciendo “ ¿speak englis?”. No obtuvo respuesta. Dijo entonces “ ¿parlez vous francais?”. Las vacas siguieron caminado; el padre y el hijo no decían nada. En un intento final, ya casi enfadado, preguntó el docto visitante: “ ¿Parla italiano?”. Nadie respondió, ni siquiera las vacas. Se dio media vuelta; montó, cabreado, en el coche y se alejó de la ignorancia. Después de un largo silencio, el hijo, al comparar sus conocimientos con los del turista, comentó:
- Papá, qué bonito debe ser saber idiomas.
El padre, en una lección magistral que su hijo no olvidará jamás, aseguró:
- Si... ya ves para lo que le sirvió a éste saberlos.

17 mayo 2006

Las cuatro causas.


Si las causas del comportamiento, cabalmente, no están en los artilugios comentados en el post anterior y si los comportamientos tienen causas ¿Dónde las buscamos con probabilidades de encontrarlas?.
Podemos ponernos aristotélicos (Aristóteles) o marinistas ( Marino Pérez) y contestar a las siguientes preguntas:
1- ¿De qué están hechos los comportamientos ( causa material)
2- ¿ Qué Forma tienen? (causa formal)
3- ¿Quién los hace? ( causa eficiente)
4- ¿Para qué sirven? (causa final)

Aún arriesgándonos a ser simplistas, contestaremos a la primera pregunta diciendo que los comportamientos están hechos de las interacciones que los organismos mantienen con los entornos donde están. A la segunda diremos que adquieren forma de verbos ( de predicados verbales) -el verbo expresa el comportamiento del sujeto-. Estos verbos pueden ser: juega, trabaja, salta, llora, ríe, molesta, anda, escribe, vierte, divierte… y así hasta los más de diez mil que, solos o combinados, se pueden predicar del sujeto. La tercera pregunta nos pide que hablemos de la causa eficiente. Son los organismos y las contingencias quienes hacen los comportamientos. Por último, los comportamientos sirven para ajustar el entorno al organismo y el organismo al entorno.

16 mayo 2006

Mentes, ollas, tarros, pinzas, tuercas y tornillos.


El escurridizo término “mente” del que hablamos en otros posts como una burda secularización del alma, encuentra en el saber popular sinónimos y /o expresiones que quizás sean tan válidos (o más explicativos) para referirse a la causa de nuestros comportamientos. Así, algunos hablan de la mente como "la olla" y cuando las cosas no van bien se dice “se me fue la olla”; otros se refieren a “la pinza” que “se va” si el comportamiento no responde a lo deseado “se me fue la pinza”; la mente puede ser también “una pila” que hay que recargar porque se ha agotado y el comportamiento no aparece o lo hace bajo mínimos, o no lo hace como debiera; o un entramado de cables que se pueden conectar azarosamente produciendo comportamientos negativos: “se me cruza el cable”. O un conglomerado de tuercas y tornillos que se aflojan o se pierden, apareciendo el comportamiento disfuncional “perdió un tornillo”, otras veces será un tarro en mal estado “ está mal del tarro”. Vemos como “mente” es unas veces olla, otras pila, otras pinza, a veces cableado o tuercas y tornillos. Las excelentes metáforas y analogías populares empleadas para entender y aclarar “ la mente” huyen del animismo y del espiritualismo y la colocan en un plano totalmente fisicalista. Podemos poner las causas del comportamiento donde nos apetezca, porque somos lo que hacemos y bastante tenemos con comportarnos como para, además, tener que explicar porque lo hacemos, pero si hay que hacerlo, vale cualquier explicación aunque nada tenga que ver con las verdaderas causas (de las que hablaremos en los próximos posts).

15 mayo 2006

San Isidro, labradores y madrileños.

San Isidro es el patrón de todos los agricultores y de los madrileños. Patrono de la agricultura porque se pasó la vida tras una pareja de bueyes abriendo surcos en la tierra y de los madrileños, quizás porque llegaba todos los días tarde al trabajo; no a consecuencia de monumentales atascos e insufribles aglomeraciones, sino porque se pasaba antes por la iglesia a rogar para tener buena cosecha, como los madrileños se pasan por los sindicatos a reivindicar mejores sueldos. De los surcos que hacía en los campos madrileños surgían hermosas cosechas de trigo, cebada y centeno. De los arados campos de Madrid brotan hoy abundantes cosechas de insulsos edificios de hormigón armado.
Fieles a su patrón, los madrileños tienen dificultades para llegar a tiempo a su trabajo; siguen abriendo su suelo y subsuelo sembrando cemento, piedra y ladrillo que la especulación/corrupción hará subir hacia el cielo.
Los contemporáneos de San Isidro sufrían los golpes del viento, el ímpetu de la lluvia, el calor insoportable y los rigores del invierno; su alimento era escaso, su ropa rota, su trabajo de la madrugada a la noche. No disfrutaban de los frutos de la tierra, porque después de arar, segar y trillar debían llevar los productos a casa de los señores. Otras yuntas conducen hoy los madrileños (y los agricultores) otras servidumbres soportan, pero después de recogida la cosecha, el reparto sigue beneficiando a los mismos. También es mi patrón y me sucede lo mismo que a los madrileños.

14 mayo 2006

De lo perverso a lo diverso.


Todas las sociedades regulan socialmente ( a veces jurídicamente) las prácticas sexuales. La libertad sexual completa es el sueño del iluso o la pesadilla del moralista tradicional. La lujuria, la fornicación, la masturbación, la prostitución, la homosexualidad... han sido reguladas, prohibidas o castigadas en diferentes periodos de la historia, pero esto no supuso eliminarlas. La diversidad sexual humana oscila, crece y cambia como cambian los valores y las normas sociales.
La interpretación de la homosexualidad como una perversión o como un comportamiento sexual desviado ha perdido fuerza a medida que la ciencia, la ideología y la sociedad ha ido debilitando los principios que la mantenían. Lo que necesita no es una lucha contra la homosexualidad sino contra los tabúes y los prejuicios que genera. Así, el Parlamento Europeo acordó pedir a los estados miembros que pongan fin a la existencia de edades distintas y discriminatorias para el consentimiento necesario para mantener relaciones homosexuales; a la persecución de la homosexualidad como un atentado contra el orden público o las buenas costumbres; a toda forma de discriminación en el derecho laboral y relativo a los servicios públicos y a la discriminación en el derecho penal, civil, contractual y comercial; al almacenamiento electrónico de datos relativos a la orientación sexual de un individuo sin su conocimiento y consentimiento, o a la divulgación no autorizada o al uso indebido de dichos datos; a la prohibición de contraer matrimonio o de acceder a regímenes jurídicos equivalentes a las parejas de lesbianas o de homosexuales; la recomendación debería garantizar los plenos derechos y beneficios del matrimonio, permitiendo la inscripción de la convivencia; a toda restricción de los derechos de las lesbianas y de los homosexuales a ser padres, a adoptar o a criar niños. España y algunos países como Suecia y Holanda permiten ya el matrimonio homosexual y la adopción de niños por parte de éstos. Surge entonces una polémica sobre la idoneidad de este tipo de parejas para la educación de los menores a su cargo, no exenta de fuertes cargas ideológicas y morales.
Los contrarios a las adopciones por parte de las parejas homosexuales mantienen que el tipo de sexualidad que mantienen los “padres” ayuda a crear el tipo de sexualidad de sus “hijos”, que enseñarán esa concepción a los menores y que conseguirán que muchos se comporten como homosexuales. Si este argumento es válido para la inadecuada paternidad/maternidad homosexual, podríamos aplicarlo también a las parejas agresivas, las ignorantes, las pobres, las codiciosas, las ateas, las intransigentes, las puritanas etc.. parece claro que el modelo hegemónico heterosexual se multiplica ( también el minoritario homosexual) y las distintas prácticas y creencias configuran distintos modelos educativos, tantos como comportamientos, diversos, pero no perversos.
No podemos olvidar que toda forma de vida social lleva implícita una profecía auto cumplida: si enseñamos a los niños a creer en algo y les decimos que es correcto, tenderán a actuar en esa dirección. Sin embargo, el control del aprendizaje nunca es completo. Las personas se comportan reflexivamente y a menudo deciden no hacer lo que queremos que hagan.
Las sociedades irán cambiando, como lo han venido haciendo a lo largo de la historia, a veces dando tres pasos adelante y dos hacia atrás, pero siempre avanzando. ¿Soportaríamos ahora la concepción de la sexualidad y de la educación decimonónica?, ¿ quien puede decir como serán dentro de cien años las ideas sobre la sexualidad y la educación?

13 mayo 2006

Desarrollo.


En una foto anterior visteis a estas crías de ave recién nacidas. Tienen ahora una semana y su desarrollo va a estar influenciado, en parte, por las características anatómicas y fisiológicas, modeladas por la herencia. Los cambios en las interacciones que mantienen y mantendrán con el entorno, van a venir determinados por su maduración biológica y por la historia de las interacciones; el crecimiento y el entorno producirán nuevas habilidades. Los diferentes estímulos visuales, auditivos, táctiles, olfativos y gustativos provocarán respuestas que se irán condicionando y se mantendrán de manera estable en su repertorio, si son adaptativas. La privación y/o la saciedad de comida, agua, frío, calor, actividad y sueño afectarán sistemáticamente a sus conductas. Los repertorios que desarrollen dependerán de las condiciones ambientales cambiantes. Las actividades que su madre realice y las de los hermanos, proporcionarán ocasiones y contingencias que guiaran al polluelo en las discriminaciones, generalizaciones y formas de conducta fundamentales. Otras contingencias ambientales pueden acelerar su desarrollo o terminarlo definitivamente. Un zorro los devorará si los descubre. Un gavilán puede acabar con la vida de la madre al menor descuido. Los abundantes rayos de sol harán la vida más fácil y la comida más abundante. Una lluvia persistente podría complicar su bienestar....
A diferencia de la cría humana, éstos serán independientes, si lo logran, en unas semanas (os mostraré cómo crecen). Los humanos que nacieron cuando ellos tendrán un margen mucho más amplio, hasta llegar a la independencia ( si la consiguen).

12 mayo 2006

Diantres....duendes y demonios.


Ayer, en la contraportada del periodico “El mundo. La crónica de León”, mi amigo Fulgencio, en su sección “el zoo del siglo XXI”, escribió un artículo titulado “Cosas de los demonios”. Comienza diciendo: “ En 1986 el psicólogo Miguel Angel Castañón llegó a Tolibia de Arriba a la hora de la salida de misa de domingo y como le gusta provocar, él dice que son técnicas de comunicación, espetó a los asistentes:
-¿Qué es eso de los duendes de Tolibia?
-Cosas de los demonios.
Y, añade él, alguno hizo la señal de la cruz.”
Sigue contando que años antes había hecho lo mismo el escritor Julio Llamazares, pero sin espetar preguntas, por lo que la respuesta que obtuvo fue “ cosas de la gente”.
Luego narra la historia de los duendes ( que a mí me contaron en 1986).
La cosa ocurrió en casa de Valiente y Margarita a finales del siglo XIX, sin saber por qué, los potes se volcaban sin que ninguna fuerza visible los empujara, las vacas aparecian en los pajares y para bajarlas debían utilizar poleas, los terneros se ataban solos al mismo collar.... El obispo de Oviedo mandó a un especialista en exorcismo y, cuando se disponía a rociar la casa con el agua bendita del hisopo, salió despedido más de cuarenta metros. Fue entonces cuando Margatita tomó la iniciativa y dijo: “ si eres cosa de dios, manifiéstate y si eres cosas el diablo, márchate”. Una voz dijo que era el alma en pena de un fraile al que por error dijeron la misa de funeral antes que muriera. Pidió la misa que le correspondía, se la dijeron y aquellos estraños fenómenos no volvieron a repetirse.
Hace 20 años que escribí la historia y así la recuerdo hoy.
Fulgencio, para prevenirse de investigadores como Iker Jiménez, habla con un vecino de la Mata de la Bérbula, ingresado en el geriátrico de Vegacervera, que le cuenta que fueron cosas de dos demonios: “el cura de Tolibia y un asturiano, que entre los dos lo prepararon todo”.
Fulgen, posiblemente en lo de los duendes no te mintió, pero en el nombre si. No se llama Ovidio sino Teófilo ( al que llamaban “cabezón"). Si no te mintió, puede ser que, por los deterioros de la edad, esté confundido ( en cómo se llama y en la solución a la historia de los duendes). Tampoco es de La mata de la Bérbula, es de Felechas.

11 mayo 2006

150 años de perversa fantasia.


La palabra de S. Freud es para el psicoanálisis lo que la palabra de Dios para el catolicismo; los psicoanalistas serían los nuevos apóstoles. En el 150 aniversario de su nacimiento, no sobra recordar algunas cosas que sus seguidores y correligionarios ocultan o ignoran: por encima de la percepción que pueda tener el psiquiatra o el psicólogo sobre la eficacia de las intervenciones que realiza con sus clientes (o pacientes), hace ya cincuenta años que se efectúan meta análisis en los que se resumen todas las investigaciones empíricas y homologadas acerca de la eficacia de los distintos tipos de tratamientos para los trastornos “mentales”.
El último meta análisis importante, coordinado por la Universidad de Oviedo y en el que han intervenido investigadores clínicos de toda España, indica que el psicoanálisis y las terapias psicodinámicas no son eficaces para la esquizofrenia, los delirios y las alucinaciones, las drogodependencias, los trastornos de la conducta alimentaria, la depresión, los trastornos afectivos bipolares, los trastornos de ansiedad generalizada, las fobias, el pánico, el estrés postraumático, los trastornos obsesivo-compulsivos, las disfunciones sexuales o los trastornos de personalidad. La lista de trastornos ante los que el psicoanálisis sí ha demostrado ser eficaz mediante estudios rigurosos y bien controlados es mucho más breve: ninguno. La falta de pruebas acerca de la eficacia terapéutica del psicoanálisis es conocida ya desde hace 40 años, cuando autores como Eysenck, Rachman o Wilson encontraron que dos tercios de los pacientes que acudían a psicoterapia freudiana habían mejorado claramente al cabo de un par de años, la misma proporción de mejoría que se registraba entre los pacientes que, colocados en listas de espera, no habían recibido ningún tratamiento.
El carácter tangencial, secundario o voluntarista de los apoyos empíricos con los que cuenta la teoría freudiana del psiquismo humano, unido al origen ajeno de algunas de las ideas que defendió Sigmund, hizo a Ebbinghaus citar aquella famosa frase según la cual «lo que de bueno tiene la teoría freudiana no es nuevo y lo que de nuevo tiene la teoría freudiana no es bueno» y a G. Bueno compararlo con una “hetería soteriológica”:«la doctrina psicoanalítica es una teoría que utilizando los modos estilísticos del razonamiento científico, no puede considerarse en modo alguno como una doctrina científica, categorialmente cerrada, sino más bien como una dogmática escolástica, incluso una mitología”.
Ciento cincuenta años han transcurrido y nadie niega la validez literaria de su obra; sus seguidores apostólicos la defienden, no por su rigor científico (que es nulo) sino como dogma revelado por Freud.

10 mayo 2006

La medida del paso del tiempo.

El establecimiento de un sistema de predicción de las regularidades permitió a los hombres organizar sus actividades, sincronizar sus relaciones sociales y situarse en el tiempo.
Esto, hasta donde yo puedo conocer, exigió la armonización de diferentes ciclos naturales (el día, las estaciones, el desarrollo vegetativo), efemérides astronómicas (del Sol y de la luna, principalmente) y otras leyes más o menos ocultas. Además de notar las pautas de recurrencia y regularidad, señalaron nuestros antepasados las fiestas y los ciclos festivos como puntos de inflexión.
Medían el tiempo con sencillos métodos y sabían para qué necesitaban el tiempo cada vez que se ocupaban de él, era un tiempo concreto, cerrado, tranquilo, con principio y fin. Que el tiempo pasara lento, rápido o se detuviera dependía de cada persona y de cada momento en la vida de cada persona. Sabían que no era lo mismo cinco minutos con la novia que cinco minutos sentado sobre la estufa encendida, como dijo Einstein.
Usaban porciones de tiempo como “antes”, “ahora”, “ya”, “después”, “enseguida”, “siempre”, “nunca”, “tarde”, “temprano”, “dentro de poco”, “dentro de mucho”, “hace poco”, “hace mucho”. Otras veces combinaban “rato” con alguna de las expresiones anteriores, dando formulas como “hace poco rato”, “después de mucho rato”, “al rato”, “un buen rato”. También utilizaban la palabra “tiempo” en general: “tiene mucho tiempo”, “hace mucho tiempo”, “es de mi tiempo” y los momentos del día: “al amanecer”, “al mediodía”,” al atardecer”, “al anochecer”, “por el día” , “por la noche”. Los tiempos anuales tenían hitos tomados del santoral: “por san miguel”, “por san andrés”, “por san martín”, por Navidad, por pascua.
La medida del tiempo era una escala creada por ellos para medir sus tareas y sus logros o fracasos, nada más. Por tanto, el tiempo cambiaba según la forma en que lo vivían y lo percibían en función de las tareas, obligaciones y metas que se habían propuesto. Primaba entonces la vivencia temporal cualitativa y subjetiva. Esa impresión subjetiva del paso del tiempo podría ser usada para medir la penuria de la tarea o la intensidad del dolor, de tal manera que media hora de intenso esfuerzo manejando una guadaña, daba la impresión de mucho más tiempo, cinco minutos de descanso pasaban volando y un tiempo indeterminado padeciendo un intenso dolor de muelas suponía una eternidad. De esta forma convirtieron las impresiones subjetivas en medidas objetivas de malestar o bienestar.
Una de esas distinciones temporales era la que medía un continuo vital para los individuos y daba lugar a la secuencia infancia (guajes o rapaces)/juventud (mocedad-mozos)/madurez/vejez, siendo la juventud un «todavía no, pero ya casi» y la vejez un «ya casi no»
La estimación del tiempo que configuraba la base de la vida cotidiana vinculaba siempre el tiempo con el espacio, y que era normalmente imprecisa y variable debido a que el cuándo estaba casi conectado al dónde.
Todos vivían en un tiempo que parecía no pasar. Las mismas actividades realizadas generación tras generación, con las mismas técnicas y los mismos problemas, con los mismos santos utilizados como denominación del calendario agrario: San Miguel, San Juan, San Marcos, San Lucas,...
Era un tiempo que hacía olvidar hasta su edad a muchos hombres, como así hacen constar los escribanos de algunas personas en distintos documentos. El conocimiento de la edad era algo superfluo en una vida donde sólo tenía sentido el trabajo cotidiano, y las estaciones que marcaban el ciclo agrario y se repetían año tras año, siempre con la angustiosa esperanza de una climatología benigna.
La contigüidad del espacio, del tiempo y del hacer convertía, por suerte, en innecesarias las horas, los minutos, los segundos y los nanosegundos.

09 mayo 2006

Muerte digna.


El poder escoger libremente una "muerte digna", como un derecho individual, es una reivindicación de las sociedades actuales, a la hora de enfrentarse con los problemas de la muerte.
En Holanda, país pionero en el tema, se considera eutanasia ¨ toda intervención directa y eficaz del médico para causar la muerte del paciente que padece una enfermedad irreversible o que se encuentra en fase terminal y con sufrimiento insoportable, a petición de éste ¨.
¿Qué es una muerte digna? Muerte digna no tiene por que ser sólo muerte sin sufrimiento; la muerte digna para un samurai es hacerse el harakiri, o para un palestino, estallar en pedazos matando a unos cuantos judíos. El derecho a una muerte digna no puede ser morir bajo los efectos de la anestesia, puesto que esto sería una reducción ramplona y se aplicaría solamente al sujeto que ya está en una degradación de su dignidad personal, por su condición de enfermo terminal en una cama anónima de un hospital cualquiera.
El miedo al dolor y al sufrimiento que existe en la sociedad contemporánea, procede de los propios beneficios aportados por la técnica. El hombre de hoy, gracias sobre todo a los progresos de los fármacos anestésicos y analgésicos, está mucho menos familiarizado con el dolor que sus antecesores. Por eso lo teme mucho más. Esta sociedad intenta apartar el dolor de todos los contextos con el fin de aniquilarlo. Así, el dolor se convierte en una demanda de más drogas, hospitales, servicios médicos y otros productos. El dolor se ha convertido en un asunto tabú, para hacernos consumidores de diferentes paliativos.
Los ciudadanos hemos asumido una moral doméstica, un hedonismo ecológico y una nueva “higiene” en los que juventud, salud, esbeltez, ligereza, satisfacción, velocidad e inmediatez no son incompatibles con la atención a las necesidades del prójimo siempre y cuando no nos obliguen a ir más allá de lo que puede denominarse altruismo inodoro. En lugar del conglomerado de relaciones y dependencias propio de las sociedades anteriores, lo que ahora tenemos es una yuxtaposición de individuos soberanos ocupados con la gestión de su calidad de vida.
Es una moral de triunfadores inocentes, de buena conciencia, que se conmueven fácilmente ante la desgracia ajena pero que no dramatizan las cosas excesivamente, que sólo desprecian la intolerancia, que llevan una vida sana y se mantienen en forma, que se manejan bien en la vida, que son autosuficientes, que sólo beben los fines de semana y a los que aterroriza, más que la muerte en si, la pérdida de confort y la posibilidad de ser indignos; de no comportarse ante la muerte de forma correcta y educada.
Parece que uno de los objetivos que va a lograr esta sociedad, ayudada por la (bio)ética, la eutanasia y los avances de las ciencias médicas es que todos alcancemos la muerte en perfecto estado de salud.

08 mayo 2006

Aborrecer el nido.

Mi primer contacto con la palabra “aborrecer” tuvo lugar en la infancia y, aunque hoy significa para mi “despreciar”, “odiar”, “desagradar”, “fastidiar”, “hastiar”, “asquear”, “detestar”, “repeler” o “repugnar", durante mucho tiempo sólo la usé aplicándola al comportamiento que mostraban los pájaros cuando, en el afán por investigar nuevas situaciones, nos acercábamos a los nidos que éstos hacían en los más insospechados lugares. La ansiedad, el estrés y las consecuencias temidas que generábamos en las aves, causaba que no volvieran nunca más por el nido. Abandonaban los huevos o la pollada y no se ocupaban ya de sacar adelante el proyecto inicial (e instintivo) de perpetuar la prole ( al menos durante ese año). Cuando ayer , por un simple azar, descubrí éste que veis en la foto, recordé los riesgos y con sumo cuidado me acerqué para evitar que lo aborreciera. Comprobé, una vez más, que los comportamientos, por muy atávicos, pautados e instintivos que sean, pueden cambiar por una simple contingencia ambiental.

07 mayo 2006

Madre sólo hay una.


A cualquier resultado de mérito, se le pueden atribuir muchos padres, pero tienen solamente una madre. Es probable que casi todos los hombres con hijos se adjudiquen la paternidad; es seguro que todas las madres lo son de sus hijos. Los antiguos egipcios pensaban que el autor de un hijo era el padre, no la madre; suponían que de la madre cogían la carne y del padre la honra y la dignidad, por eso todos los hijos eran legítimos aunque fueran nacidos de una esclava.
En Tracia, la mujer era tenía en tan poca consideración que los maridos las trataban como a siervas. A tanto llegaba su menosprecio que cuando la mujer había parido doce hijos, éstos se quedaban en casa y a ella la vendían en la plaza o la cambiaban por otra más joven. Decían que las mujeres viejas debían enterrarse vivas o servirse de ellas como esclavas.
Platón aseguró que nunca los hijos son tan queridos ni tan amados como cuando la madre los cría con su pecho y el padre los tiene en sus brazos. Otras historias rocambolescas y desconsideradas hacia las madres y las mujeres os podría contar, pero no es necesario, porque a pesar del trato, a veces vejatorio, que han sufrido, hemos llegado hasta aquí gracias a que la mujer crió a sus hijos. Nacemos solos, diminutos, delicados, desnudos, tiernos y hasta sin juicio y los cuidados maternos hacen que vayamos creciendo y desarrollándonos hasta la plena autonomía. Lo hacen aún a sabiendas que pueden estar criando cuervos. En este día de la madre, que también podría ser el día de la vida, además del regalo del corte inglés, no estaría de más que toda la sociedad reconociera, premiara y fomentara el papel fundamental que juegan en la supervivencia de la especie.

06 mayo 2006

Truenos y contingencias.

Acordarse de Santa Bárbara cuando truena” es una de las socorridas frases del saber popular que demuestra la habilidad humana para comportarse en función de las contingencias ambientales. Pone de manifiesto el conocimiento, aunque sea grosero, del fenómeno de la “procrastinación” o la costumbre habitual de dejar para mañana lo que podemos hacer hoy; aparcar para mejor ocasión lo que puede demorarse o aplazar lo que no conviene a nuestros intereses. Cuando oímos los truenos, cuando las contingencias son percibidas o anticipadas es el momento de comportarse. Ayer me escribió, desde Haití el amigo Daniel, que está allí en misión humanitaria, me cuenta: “tengo que gritar a voces las excelencias de mi patria, nada que ver con esto, y aunque ahora desearía mil veces poder estar disfrutando de lo que ahí he dejado temporalmente, me gustaría salir de esta misión pensando que las privaciones y delicias que he dejado en León merecerán la pena si contribuyen a mejorar en algo la calidad y esperanza en una vida digna de estas gentes, que no tienen ni idea de lo que se pierden, los pobres, por haber tenido la desgracia de nacer aquí.Espero de veras que nuestra labor aquí, en cierto modo representando también a nuestra nación, ayude a hacer comprender a la sociedad mundial el significado de la palabra solidaridad, pues aunque es una experiencia inolvidable, el costo personal y familiar que nos acarrea a veces no se percibe ni en el país ni en el lugar. Y es que ya lo dijo Delibes…..la partida es siempre peor para el que se queda.”. Esta contingencia (este trueno) lleva a plantearme lo fácil que es olvidar las intensas estimulaciones, a veces dolorosas, que inevitablemente ocurren. Apenas unos pocos, quizás sólo los afectados, recuerdan Afganistán, Haití, Bosnia o los muertos en la carretera el pasado puente. Una tras otra, o muchas a la vez, las condiciones del entorno nos moldean, nos devoran o nos hacen olvidar las anteriores, hasta que truena de nuevo. Gracias Daniel por escribir y que todo vaya bien, aunque pocos sepan de vuestra misión.

05 mayo 2006

Secularización.


Hay momentos en la vida que nos pasamos todo el tiempo pensando y no se nos ocurre nada. Es muy socorrido entonces tirar de calendario y comprobar que el viejo santoral, plagado de vírgenes, obispos, mártires, monjes, abades, presbíteros, apóstoles, ermitaños, reinas, beatos, diáconos, cardenales y, cómo no, ángeles, arcángeles, serafines y querubines, se va sustituyendo por los días internacionales de las más diversa índole, pero que cumplen la misma función. De igual manera, dentro de la psicología, algunas corrientes ( muy en boga a raíz del postmodernismo) intentan la secularización del alma sin ningún tipo de rubor. Me refiero a aquellas “psicologías cognitivas” que vuelven al dualismo y convierten el alma en mente. Llenan la “caja negra” de cogniciones, procesos, representaciones, almacenamientos, recuperaciones, de tal manera que el mundo está en la mente e, ingenuamente, creen que el sujeto se va a comer el mundo ( el mundo a veces representado), obviando que es el mundo real el que acaba comiéndose al sujeto. Es verdad que en ocasiones hablan de las condiciones ambientales o de acciones sobre el entorno. Quizás por eso, los psicólogos cognitivos, a diferencia del clero, dicen cosas más interesantes que lo que hacen, mientras que el clero hace cosas más interesantes que lo que dice.
Mirad la secularización del santoral.
DÍA INTERNACIONAL DEL IDIOMA MATERNO 21 de Febrero
DÍA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS DE LA MUJER Y LA PAZ INTERNACIONAL 8 de Marzo
Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial 21 de Marzo
Día Mundial del Agua 22 de Marzo
Día Meteorológico Mundial 23 de Marzo
Día Mundial de la Tuberculosis 24 de Marzo
Día Mundial de la Salud 7 de Abril
Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor 23 de Abril
Día Mundial de la Propiedad Intelectual 26 de Abril
Día Mundial de la Libertad de Prensa 3 de Mayo
Día Internacional de las Familias 15 de Mayo
Día Internacional de las Telecomunicaciones 17 de Mayo
Día Internacional de la Diversidad Biológica 22 de Mayo
Día Mundial sin Tabaco 31 de Mayo
Día Mundial de los Niños Inocentes Víctimas de Agresíón 4 de Junio
Día Mundial del Medio Ambiente 5 de Junio
Día del Niño Africano 16 de Junio
Día Mundial de lucha contra la Desertización y la Sequía 17 de Junio
Día Mundial del Refugiado 20 de Junio
Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura 26 de Junio
Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas 26 de Junio
Día Internacional de las Cooperativas 2 de Julio
Día Mundial de la Población 11 de Julio
Día Internacional de las Poblaciones Indígenas 9 de Agosto
Día Internacional de la Juventud 12 de Agosto
Día Internacional para el Recuerdo del Comercio de Esclavos y su Abolición 23 de Agosto
Dia Internacional de la Solidaridad 31 de Agosto
Día Internacional de la Alfabetización 8 de Septiembre
Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono 16 de Septiembre
Día Internacional de la Paz 21 de Septiembre
Día Marítimo Mundia l29 de Septiembre
Día Internacional de las Personas de Edad 1 de Octubre
Día Mundial del Hábitat 3 de Octubre
SEMANA MUNDIAL DEL ESPACIO 4 de Octubre
Día Mundial de los Profesores 5 de Octubre
Día Mundial del Correo 9 de Octubre
Día Mundial de la Salud Mental 10 de Octubre
Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales 12 de Octubre
Día Mundial de la Alimentación 16 de Octubre
Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza 17 de Octubre
Día de las Naciones Unidas 24 de Octubre
Día Mundial de Información sobre el Desarrollo 24 de Octubre
Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la guerra y los conflictos armados 6 de Noviembre
Día Internacional para la Tolerancia 16 de Noviembre
Día Universal de los Niños y las Niñas 20 de Noviembre
Día de la Industrialización de África 20 de Noviembre
Día Mundial de la Televisión 21 de Noviembre
Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 25 de Noviembre
Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino 29 de Noviembre
Día Mundial de la Lucha contra el SIDA 1 de Diciembre
Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud 2 de Diciembre
Día Internacional de las Personas con Discapacidad 3 de Diciembre
Día Internacional de los Voluntarios para el Desarrollo Económico y Social 5 de Diciembre
Día Internacional de la Aviación Civil 7 de Diciembre
Día de los Derechos Humanos 10 de Diciembre
Día mundial de la radio y la televisión. 11 de diciembre

04 mayo 2006

Amores interesados.



Me parece que lo que se llama amor a la nación es principalmente amor a la propia conveniencia. Es lo que cada uno consigue en su patria lo que le atrae y lo que hace que esté a gusto en ella, no el enamoramiento. Cualquiera dejará con agrado su tierra si sabe que en otra va a tener más fortuna.
Pensar que donde hemos nacido es lo mejor sobre todo lo demás es un error común. Se llega a la falsa conclusión que su clima es divino, su tierra generosa, las distancias más cortas, las costumbres más sanas y las gentes más sabias. Así vamos idealizando la nuestra y despreciando las extrañas. Se atribuyen falsas excelencias, la mayor parte fingidas, a la propia tierra y se denosta la del vecino. Incluso los historiadores caen en estos errores.
Aquellos que dicen estar dispuestos a dar su vida por su patria, es probable que, más que en la defensa de su tierra, estén pensando en los logros materiales, en el reparto de despojos o en la ganancia de honra personal. Pero todos ellos, si no vieran alguna ventaja, se retirarían a sus casas sin importarles lo más mínimo su defensa. Por eso se dice que el hombre no es de donde nace, sino de donde pace. Los nacionalistas quieren mucho a su nación en la medida en que se quieren mucho a sí mismos. Yo entono el “mea culpa”, si en algún momento he contribuido a ese tipo de exaltaciones, hasta donde la tenga.

03 mayo 2006

Violencia y neoliberalismo.


Los fenómenos asociados al maltrato familiar, a la violencia de género, a las violaciones conyugales, a las violaciones, a los abusos deshonestos a menores, al maltrato infantil y a los ancianos maltratados en el mundo occidental capitalista son múltiples: hay factores neurofisiológicos, como las alteraciones del lóbulo frontal, lóbulo temporal o de la amígdala intracerebral;el abuso de alcohol y otras sustancias, que merma la capacidad cognitiva y de juicio; las enfermedades mentales, desde los trastornos severos de escolarización, pasando por los trastornos de personalidad y determinadas psicosis, que manifiestan un déficit en la capacidad de autocontrol. El ambiente familiar tiene una gran importancia; cuando se deteriora por una rotura matrimonial, por la pérdida de los lazos afectivos entre los miembros o por malos tratos en la edad infantil, pueden generar violencia en la etapa juvenil o adulta; la influencia de los medios de comunicación, con ráfagas continuas de estímulos que ensalzan la agresión amoral y celebran la agresión como método predilecto para solventar conflictos; el entorno físico de los jóvenes: la masificación, el aumento del contacto y la disminución de espacio vital, pueden ser factores que induzcan a la violencia, como la privación socioeconómica con la discriminación y la marginación de colectivos sociales.
Pero uno de los factores menos estudiado y que, posiblemente, tenga más peso que todos los anteriores, es la idea central y la doctrina del neoliberalismo: la noción de competencia. Competencia entre naciones, regiones, compañías y por supuesto entre individuos. La competencia es fundamental porque separa los chivos de las cabras, los fuertes de los débiles, los hombres de los hombrecillos, los buenos de los malos, los inteligentes de los tontos; los incluidos de los excluidos. Esto tiene su origen en el calvinismo: las acciones religiosas deben realizarse para que te vaya bien y vivas largos años sobre la tierra. Sienten como un deber la tarea del trabajo y el cumplimiento de los propios deberes es la mejor forma de agradar a Dios.
No hay que conformarse, como decía Lutero, con lo que "disponga Dios" (con lo que nos toque). Si no que hay que cambiar de trabajo si va a resultar más grato (útil) según criterios éticos, de bienes para la colectividad y de provecho para el individuo.
La meta de la aspiración humana fue bajada del cielo a la tierra. Puesto que el paraíso prometido por la religión todavía tenía que ser comprado por medio de sacrificios, éste ya no fue colocado en el más allá, sino en la vida terrenal, como un fuego fatuo brillando en el horizonte del progreso social. Sólo la acumulación de la riqueza social e individual, es decir, la ambición de la fortuna - en la vida económica, la persecución imperturbable de los intereses personales - automáticamente conduce a la tierra prometida. Con el abandono de la Ilustración y la reflexión, el liberalismo económico radical dejó todos los fines humanos de la sociedad para convertirse en un apologeta de la brutal lucha de la competencia social.
La cultura anglosajona está imponiendo cada vez más sus valores al resto del mundo, que encajan perfectamente con el individualismo, la agresividad y la competitividad que caracterizan los rasgos dominantes de este inicio de siglo. Y, al hacerlo, ha denigrado a valores de segundo orden algunos de sus opuestos. A la persona que necesita compañía (y tiene el coraje de expresarlo) se la tilda de dependiente. A las que dedican esfuerzos a mejorar la calidad de sus relaciones personales se las considera poco productivas, entendiendo la producción en el sentido más material. Y, en definitiva, a todo aquel que valora las relaciones y la solidaridad, hay una cierta tendencia en nuestra sociedad a considerarlo como alguien débil en la lucha encarnizada que supone la vida "en la jungla" (mercados económicos, libre competencia).
La cultura anglosajona desarrolló la “ razón instrumental” y la latina la “razón comunicativa”. La cultura protestante produciría más cosas, pero también más autoreflexividad neurotizante y la católica perdería en productividad, pero se ahorraría los extravíos hiperreflexivos.
La gran pérdida para la cultura latina es que está cambiando la razón comunicativa por la razón instrumental; porque este modelo, como lo hacen todos, no sólo actúa en el terreno económico de donde surge, sino también en los ámbitos políticos, sociales y culturales. Por ejemplo, se considera indicador de un trastorno de personalidad por dependencia una mujer que se siente desvalida cuando acaban unas relaciones íntimas. En cambio, no se considera como trastorno el caso del ejecutivo agresivo que es incapaz de establecer relaciones de calidad, de identificar y expresar sus emociones, y que tiende a utilizar el poder, el silencio o la retirada en los conflictos interpersonales, en vez de negociar y tener en cuenta a los demás.
La violencia es un síntoma, no la enfermedad, la enfermedad se llama neoliberalismo y está calando muy hondo.

02 mayo 2006

Saber (hacer) de todo.


Viendo el legado de las gentes de estos pueblos, es evidente que dominaban muchas artes. Hacían vigas, puertas, ventanas, mesas, escaños, mangos, utensilios de cocina y hasta carros y forcaos. De igual manera fabricaban cestos, madreñas, rastrillos o las propias herramientas para fabricarlos.
Transmitieron sistemáticamente las tecnologías que mejor garantizaban la supervivencia y las que presentaban un mayor valor adaptativo: los medios para lograr fines; la información acerca de cómo se hacía algo; el uso de herramientas, aparatos, máquinas, para producir instrumentos útiles; los modos de obtener energía de un sistema para aportar energía a otros sistemas y la domesticación de las tecnologías.
No hubo especialización gremial, por el contrario, todos eran expertos en todo. Cada uno sabía de aquellos oficios que necesitaba para sobrevivir y , por supuesto, tenía o pedía prestadas las herramientas necesarias para ejercitarlos.
En una Olimpiada griega se juntaron muchas gentes para ver sus juegos, vino un tebano que todo lo que traía consigo lo había hecho con sus propias manos: había hecho los zapatos; había cosido el sayo; había tejido la camisa ; había escrito los libros; y así en todo lo demás. Asombrados los que le vieron de tan grandes habilidades, le preguntaron dónde había aprendido tantas cosas. Respondió: «La pereza de los hombres ha causado que un arte se divida en muchas artes. Lo que ahora saben entre muchos antes estaba obligado a saberlo sólo uno.» Como en la montaña.