el cazurro ilustrado

31 julio 2006

“Citius, altius, fortius".



Los españoles y españolas de hoy somos más altos que las generaciones anteriores. Aunque no se diga, también somos más inteligentes, más cultos, más obesos, más obsesos, más ricos, más sanos, más postmodernos, más anglosajones, más histéricos, más histriónicos, más narcisistas, más individualistas y más de todo un poco. Las causas hay que buscarlas en la mejora de las condiciones de vida. El desarrollo económico trae consigo la mejora en la alimentación, en las condiciones higiénicas, en la salud, en el tiempo libre…. todo ello hace que mejore la estatura y otras muchas cosas.

En 1739 escribía Benito Jerónimo Feijoo: “Hay Países donde la gente, por ser más pobre, come menos, sale de menor estatura, que en aquéllos, donde por tener más medios, se alimentan más. Diráseme, que en uno, u otro País donde se puede haber hecho esa observación, podrá no depender de ese principio la corta estatura de la gente, sino de la constitución, o temperie del clima: entendiendo por el clima aquel complejo de causas naturales, en que se distinguen unos Países de otros; pues en efecto se ve, que aun en igualdad de alimento, unas tierras producen hombres más corpulentos, que otros. Convengo en que la solución tiene bastante apariencia de sólida. Pero esfuerzo el argumento con una reflexión, que ataja este recurso. Yo he notado, y es fácil reconocerlo cualquiera, que en los mismos Países miserables (en Asturias, y Galicia hice la observación) la gente por lo común tiene mayor, o menor estatura, a proporción de la mayor, o menor copia de alimento, que tiene, y de que usa. Así en estas mismas tierras los ricos, y aún los de moderadas conveniencias, por lo común son de mayor cuerpo que los pobres. Ni se me diga, que a éstos el mucho trabajo corporal los achica. Pues contra esto está lo primero, que los pobres holgazanes (hay muchos en el País, donde escribo) también son pequeños. Lo segundo, que los pocos Labradores, que tienen abundancia de sus groseros manjares, aunque sean muy trabajadores, salen de mayor estatura, que los que se alimentan estrechamente. Esto también lo he observado.”
La consigna, presuntamente olímpica, que encabeza este post, revela la capacidad del ser humano para evolucionar, sobrevivir y superarse. Es más cercana a Darwin que al Barón de Cubertain.

29 julio 2006

Julio LLamazares.


Ayer estuve con mi amigo Julio Llamazares , el escritor leonés que pasa los veranos en La Mata de la Bérbula, al lado de Valdepiélago. Autor de “La lentitud de los bueyes” y “Memoria de la nieve, dos libros de poesía que os recomiendo; ha publicado también “Luna de lobos, “La lluvia amarilla”, “Escenas de cine mudo”, “El rio de olvido”, Tras-os-montes”, “Cuaderno del Duero”, El entierro de Genarín”, “ Los viajeros de Madrid”, “En Babia”, “ Nadie escucha” y “El cielo de Madrid”, así como numerosos artículos periodísticos.
Su poesía es toda una premonición de lo que le ocurre al montañés:
De vez en vez, la tristeza.
No esa tristeza dulce y húmeda que empaña los cristales en las tardes de invierno.
Me refiero a la tristeza que amarga en la lengua. Hablo de la tristeza que madura lentamente en el panal del corazón.
De pronto nos inunda como la luz de un farol negro.

Como el ladrón que nos aborda en un recodo del camino.
Amarga por lo antigua y por lo intensa.
Quema como resina vertida en el dolor.

Es la tristeza que queda como poso del olvido.
("La lentitud de los bueyes", Editorial Hiperión, 1985)

28 julio 2006

De la cueva del fraile al puente de los verdugos.

En las hoces de Valdeteja, los apenas trescientos metros que separan estas dos ubicaciones eran recorridos por los condenados con la cabeza baja, pensando que la vida tiene pocos sentidos y el de la suya terminaba con una confesión en aquella cueva, ante un fraile, que después de hacerles un examen de conciencia y un acto de contrición les enviaba al puente. La penitencia siempre era la misma: ser tirados al río desde el puente. Allí los verdugos les arrojaban al vacío para que el agua del Curueño, como Caronte, el barquero de Hades, guiara las sombras errantes de sus cadáveres hacia el atlántico. Así se ha rumoreado durante siglos, así me lo han contado y así os lo cuento

27 julio 2006

Psicología y prejuicios.

¿Que quiere decir un individuo cuando dice que tiene “mucha psicología” o que es “muy buen psicólogo” sin haber leído ni una sola línea de esta materia y sin ni siquiera haber entendido una palabra de las miles de revistas divulgativas que confunden, más que aclaran , lo que es esta maldita, polivalente y contradictoria disciplina?.
Si partimos de que la psicología estudia el comportamiento de los organismos en interacción con el entorno donde viven, utilizando metodologías cualitativas de investigación, que enriquecen la descripción de las conductas mediante la experimentación cuantificable; el individuo en cuestión, por obra y gracia, quizás del espíritu santo o de la ciencia infusa, se ha convertido en un experto sin necesidad de esfuerzo. También es posible que haya puesto en marcha todos sus prejuicios, fruto de la ignorancia, para explicar con sus pobres patrones la riqueza del comportamiento humano. Ocurre que cuando en la mano solo tenemos un martillo, todos los problemas se convierten en clavos.

26 julio 2006

Altura, salud y medicina.


Vivir a 1300 metros de altura sobre el nivel medio del mar Mediterráneo en Alicante puede tener ciertos riesgos. La temperatura baja un grado cada 150 metros por encima de los 1000 metros. Disminuye la presión atmosférica y la humedad relativa del aire. El viento sopla con más fuerza, dando lugar a una sensación térmica desagradable. Falta oxigeno. La radiación solar de rayos infrarrojos y ultravioletas es mucho mayor y, en invierno, la temperatura puede bajar hasta los 20 grados bajo cero. Las consecuencias pueden ser: crisis asmáticas, deshidratación, hiperventilación, taquicardia, disminución de la presión arterial, falta de apetito, nauseas, insomnio y mareos, además del aumento de la probabilidad de padecer cáncer de piel.
Sin seguir al pie de la letra los consejos del oportuno Ministerio de Sanidad y Consumo, la gente de la montaña se ha adaptado perfectamente a las condiciones de su entorno y nada de eso les ocurre. Así lo atestigua mi amigo “Nacho”, el médico de esta zona. Comenta que sus pieles, curtidas por el frío, el aire y el sol, les hace parecer más viejos de lo que son, pero esta especie de acartonamiento es un factor de protección añadido. Me cuenta que salvo algunos casos de colesterol alto, gozan de una salud excelente y viven muchos años. Destaca que la vida tranquila y la costumbre de acudir poco al médico son algunas variables que pueden explicar su larga y saludable existencia.

25 julio 2006

Posts, postes, postear


En este medio, postear significa hacer una entrada, subir algo escrito a la red para que lo vea o lea quien quiera.
En otros medios, como el rural de montaña, postear quiere decir "poner postes", aún a pesar del impacto visual que puede suponer.
Un paseo matutino, por cualquiera de los caminos que conducen a los prados, aunque se quiera hacer en solitario, estará acompañado por cientos de postes apuntando al cielo, unidos entre sí por cables de la más diversa índole. Unos llevan luz a los poblados, otros a los apeaderos del tren, otros voz, otros electricidad a empresas instaladas a miles de kilómetros, pero alzar la vista en busca de paisaje supone un calambrazo y un grito. De madera, hierro, aluminio o cemento; altos medios o bajos, están ahí para recordarte que el futuro pasa por postear las parcelas de la realidad, una virtual y otra no.

24 julio 2006

Garabito.



El instrumento que veis en la fotografía de la izquierda, en manos de un esquimal serviría para cazar focas o cualquier animal fuente de su dieta. En las manos de tu enemigo podría ser la prueba de un delito; pero ¿qué hacía en las manos de los montañeses?.

Durante el verano iban almacenando hierba en los "pajares". Para que cupiera más, la "pisaban", incluso introduciendo una "partida" de ovejas. Más adelante habría que sacarla para echársela a las vacas en el pesebre.

En invierno, a la hora de cebar al ganado, introducían esta especie de arpón en la "pella" de hierba e iban "mesando" cada bocado. Terminada esta tarea, cogían la hierba a " brazaos" y la echaban en los pasebres. Hacía muchos años que no veía un garabito, y muchos más que no lo usaba. Ayer, revolviendo, lo encontré.

22 julio 2006

La realidad de la ilusión.

Una de las características humanas más socorridas es la ilusión: “Estoy ilusionado con...”; “ Mi ilusión es ...”; “Hay que vivir ilusionado”; pero las ilusiones son embustes, ficciones, engaños, supersticiones, artificios, milagros, apariencias, sueños, magias o prestidigitaciones y pueden ser también entusiasmos, alegrías o esperanzas. Sean lo que fueren, existen indicios racionales de que carecen de fundamento en la realidad, porque derivan de distorsiones perceptivas. Lo más curioso es que, aunque las reconozcamos como tales, no las evitamos. Comenzamos por desear que algunas cosas sean de determinada manera y a partir de ahí encontramos las pruebas para demostrar que las cosas son como las hemos deseado. La primera impresión y apariencia del mundo es nuestra verdad, pero siempre relativa o verosímil. Una cierta decencia intelectual o racional debería llevarnos a no engañarnos a nosotros mismos y a abandonar las ilusiones por encantadoras que resulten; sino, además de estar ilusionados, seremos ilusos.

21 julio 2006

¿Para qué sirve la tristeza?.


Existe un gran afán por convertir en enfermedad y/o psicopatología cualquier estado emocional juzgado como negativo, porque altera las normales y esperadas relaciones de un individuo con su entorno. Pero estos estados emocionales “negativos” tienen clarísimas funciones adaptativas. La tristeza, mutada técnicamente en depresión y mitigada con un sin fin de fármacos, indica una situación en la que la alegría no es conveniente. El desinterés y la falta de motivación que operan en la tristeza nos conducen a dejar de hacer cosas, por que no tiene sentido hacerlas en tales circunstancias, ahorrándonos esfuerzos inútiles. Dejar de hacer lo que se hacía, o lo se que espera que hagamos o no hacer nada, implica estar disponible para que te interesen nuevas cosas y para que se te ofrezcan nuevos horizontes. Puesto que la tristeza es una experiencia desagradable, implica hacer algo para librarse de ella y puede suponer exponerse a que ocurra algo positivo, percibir nuevas contingencias, aunque sea solamente buscar o pedir ayuda.

20 julio 2006

Poder imaginar.

Se ha dicho muchas veces que es más importante la imaginación que el conocimiento y hasta se ha reivindicado que suba al poder, pero imaginar sólo es una forma de realizar operaciones con imágenes, desligadas de sus condiciones físicas. Resulta entonces que es imposible imaginar lo inimaginable ya que su tarea es combinar imágenes ( ya conocidas) que pueden dar lugar a imágenes nunca vistas. Desde pequeños, aprendemos prácticas imaginarias, jugando al “como si” (juego simbólico Piagetiano); la literatura, el cine y la tv son, muchas veces, maestros de la imaginación. Siempre sobran condiciones para aprender a imaginar; pero, a pesar de su independencia de las condiciones físicas, imaginamos a “imagen y semejanza” de las operaciones practicas dadas en el mundo, de acuerdo con nuestra cultura. La imaginación bebe de las imágenes del mundo y al recombinarlas produce novedosas “criaturas”. Sus efectos pueden ser dudosos: En algunos casos contribuye la imaginación a una actuación efectiva (ensayos imaginarios- encubiertos-); en otros, puede enredarnos en un universo ajeno indefinidamente a la realidad y, por tanto, enajenante.
Tal y como dijo Jenófanes de colofón: “Los hombres imaginan a sus dioses antropomórficamente, como los bueyes lo harían a su manera”

19 julio 2006

Emociones imaginadas.


Las emociones son las respuestas filogenéticamente más antiguas, de aparición rápida y adaptativa, que sirvieron (y sirven) para mejorar la supervivencia. Ante una estimulación, la respuesta emocional nos “informa” de la utilidad y agradabilidad de tal situación estimular. Si la estimulación es favorable, decimos que tenemos emociones positivas ( alegría, satisfacción, deseo....) Si la estimulación es desfavorable, aparecen las emociones negativas (tristeza, sufrimiento...). Una vez tenida una emoción ante una determinada situación estimular, el organismo tiende a repetir el mismo tipo de respuesta ante configuraciones estimulares similares. La conducta puede estar acompañada de emociones positivas o negativas quedando reforzada o debilitada en función del logro o no del reforzador - del éxito o fracaso en la respuesta-.
Pero muchas emociones no sólo aparecen cuando la estimulación requirida está presente, sino que imaginando el futuro o recreando el pasado también hay manifestaciones emocionales, que van desde el deseo de alcanzar metas hasta el temor de perder lo que tenemos; desde la esperanza en un futuro sentido como alegre hasta la angustia provocada por un futuro temido.
Imaginando situaciones inexistentes, nos emocionamos. Si las emociones son positivas, adelante; si nos producen emociones negativas deberíamos caer en la cuenta que son evitables. Démonos cuenta de que no podemos perder los que no tenemos y no tenemos ni el pasado ni el futuro, así que nadie nos lo puede quitar.

18 julio 2006

18 de julio (1936-2006).

Ningún otro acontecimiento tuvo consecuencias tan devastadoras como la guerra civil, que se inició un día como hoy, hace 70 años.
Para muchos españoles, la represión posterior a la contienda produjo una amenaza vital, una tristeza y, frecuentemente, unos sufrimientos extremos y un gran sentimiento de injusticia. El duelo por la muerte de los familiares, el debilitamiento de su dignidad y la impotencia e incertidumbre respecto al futuro, obligaron a un cambio radical de sentido en sus vidas.
Los asesinatos selectivos tuvieron a menudo una función de hostigamiento a las familias de los perdedores; los familiares fueron el objetivo de la estrategia del terror. La vivencia de una amenaza permanente desorganizó completamente la vida cotidiana de muchas personas.
El miedo fue entonces un mecanismo que ayudó a defender la vida. Cuando las situaciones se fueron haciendo más intensas, la percepción de riesgo vital hizo que muchos tomaran la decisión de huir, protegerse o apoyarse mutuamente. Por eso, el miedo fue un mecanismo adaptativo que, aun produciendo determinados problemas, ayudó a la gente a sobrevivir.
Las personas que tuvieron mayores dificultades fueron las que perdieron a algún familiar en fusilamientos colectivos y que no pudieron enterrarlo, sino que el cuerpo quedó en paradero desconocido o en una fosa común. Esas no pudieron integrar la pérdida en su vida porque desconocían dónde lo mataron o dónde podía estar su cuerpo; eso significaba que podían quedar resquicios de esperanza (real o imaginada) de que estuviera vivo e intentar cerrar el dolor sería, de algún modo, una traición.
Aquellas familias que supieron de la muerte y que además pudieron hacer el entierro, se vieron dominadas por la tristeza de la muerte y por intensos sentimientos de injusticia, rabia e indignación, pero pudieron cerrar el duelo .
La impunidad, la falta de reconocimiento de los hechos por parte del Estado y la ausencia de reparación social contribuyen a que el sentimiento de injusticia entre los sobrevivientes y familiares sea todavía muy importante en la actualidad.
La ira ha permanecido escondida como una vivencia profunda y desaparecerá cuando los cadáveres de más de 35.000 españoles anónimos que aún permanecen desparramados en fosas comunes y cunetas, recuperen su identidad y ocupen el lugar que les corrsponde, aunque ya sólo sea en la memoria.

17 julio 2006

Bajo el signo de Caín.


La historia humana se nos presenta como la historia de la lucha sistemática que el hombre ha sostenido y sostiene contra el hombre (Th. Hobbes-Homo homini lupus-). Ningún otro animal, a excepción de algún roedor, practica el asesinato habitual contra miembros de su propia especie; en el hombre el asesinato no sólo es habitual, sino que en ocasiones es largamente deliberado y gratuito. La tortura, la humillación, la amenaza, el terror son algunos de los muchos eslabones que configuran la larga cadena de agresiones, prácticas corrientes del hombre para con el hombre a las que no es fácil hallar paralelo en el mundo animal.
Por lo general un animal matará para defender a su prole, a su grupo, a sí mismo, o para abastecerse de la cantidad necesaria de alimento. Al margen de tales motivaciones, su convivencia con el resto de los seres vivos es perfectamente pacífica. Sólo el hombre, que gusta verse como elegido de los dioses y cima del mundo, es la excepción de la regla. Sólo a él parece convenirle el adjetivo CRUEL.
Hobbes y Rousseau defendieron posturas diferentes para explicar el fenómeno, el primero sugirió que tales comportamientos son lastre ineludible e inevitable de la condición humana, el segundo subraya la bondad natural del hombre; bondad corrompida y maleada por las estructuras sociales. Estas posturas son las precedentes de la moderna polémica que enfrenta a los partidarios de la naturaleza biológica e instintiva de la agresión humana con aquellos otros que la hacen depender del ambiente y de las circunstancias sociales y culturales.
Raymond Dart será contundente: " Los archivos de la historia humana, bañados en sangre y plagados de carnicerías, desde los más antiguos registros egipcios y sumerios a las atrocidades más recientes de la segunda guerra mundial, concuerdan, junto con el primitivo canibalismo universal, con las prácticas de sacrificar seres humanos o animales, a sus sustitutos en religiones formalizadas, en proclamar este rasgo diferencial de ansia de sangre, este hábito depredador, este signo de Caín, que separa dietéticamente al hombre de sus parientes antropoideos y más bien lo alía con los carnívoros más mortíferos".
Un vistazo a las noticias, cualquier día, no hace sino confirmar que los humanos siempre tenemos afiladas las armas, dispuestas a segar la vida de quien no piensa como nosotros o no actua como queremos o, simplemente, le percibimos como una amenaza.

16 julio 2006

La tiranía del cangrejo americano.


En 1974 a algún ingeniero ingenioso se le ocurrió introducir en los rios de España el cangrejo americano. Esta especie invasora colonizó rios y lagunas y a punto estuvo de acabar con los cangrejos autóctonos y con otras especies de anfibios a causa de su voracidad. No conforme con este lamentable daño, resultó que era portador de la afanomicosis y que los túneles que perfora para vivir tienen efectos muy negativos en las plantas del habitat donde se instala. Concienciados tiempo después del daño causado, iniciamos una lucha implacable contra él y cuando pensabamos que ya estaba bajo control porque vimos incidicios de recuperación del cangrejo autóctono; ayer mismo, en la fuente de La Vecilla, donde nunca vivió ningún tipo de cangrejo ( probablemente ninguna otra especie) aparece un ejemplar de cangrejo americano que amenaza con invadir el curso del alto Curueño y, a poco que se lo proponga, fuentes, regueros y riachuelos. Si no se le detiene ahora, algún día le veremos ocupando hasta las alcadías y las pedanías de nuestros pueblos porque es habitual entre nosotros celebrar demasiado pronto la victoria sobre los tiranos y colonizadores sin darnos cuenta que la perra que los pare está de nuevo en celo.

15 julio 2006

Alimentación, catarismo y anorexia.

Los humanos somos omnivoros. Normalmente podemos comer todo tipo de alimentos de origen animal y vegetal. Sin embargo unas sociedades encuentran deliciosos los alimentos que otras aborrecen. Nuestro aparato digestivo, en principio, sería capaz de asimilar cualquier tipo de alimento, pero las tradiciones culinarias han hecho que se rechacen unos en favor de otros. Las religiones más importantes han eliminado de sus dietas a ciertos animales por prohibición divina, como es el caso del cerdo en el islamismo y judaismo o el de la vaca en el hinduismo. Sin embargo, en Nueva Guinea, la dieta, los ritos religiosos, las relaciones sociales y las guerras giran en torno a los cerdos.Los norteamericanos ingieren grandes cantidades de carne de vacuno, pero detestan la de caballo. En China, Japón, Corea y otras naciones del Este de Asia, el indice de alérgicos a la leche es muy alto, mientras que los holandeses, daneses, suecos y escandinavos consumen grandes cantidaes de productos lácteos. En los menús europeos y norteamericanos no estan incluidos los insectos, pero hay numerosas poblaciones en el mundo que son insectívoras; así lo demuestra el antropólogo M. Harris.
En esta sociedad occidental postmoderna, la alimentación gira alrededor de las dietas bajas en calorías, en torno al “ culto al cuerpo”, a los cuerpos estilizados, a la delgadez y, por tanto, supone una vuelta al catarismo(S.X). Por razones diferentes a las actuales, llegaron a morirse literalmente de hambre; tenían una dieta a la que llamaban 'suicidio de liberación', con resultados similares a las de muchas anoréxicas. Lo que entonces se llamaba herejía se llama ahora epidemia. Lo que antes liberaba al espíritu de la cárcel del cuerpo, ahora encierra al cuerpo en la prisión de la dieta. Los que en el pasado morían inanes a mayor gloria de dios, lo hacen hoy a mejor infamia de la apariencia.

14 julio 2006

MontañeSAS.



Mucho antes de que la declaración de Timpú (Bhutan) -2002- hiciera un llamamiento a la comunidad internacional, haciendo notar que es imposible alcanzar el desarrollo sostenible en las áreas de montañas sin las mujeres, ya que las mujeres tienen un conocimiento crucial sobre el uso de recursos, los sistemas de salud tradicionales y las costumbres sociales y culturales; sus actividades productivas contribuyen a la economía, promueven el desarrollo de la familia y de la comunidad, y crean soluciones innovadoras para hacer frente al cambio bajo condiciones físicas y políticas severas, ya en nuestra montaña las mujeres gozaban de libertad y eran iguales en derechos a los hombres; desempeñaban una función predominante en la producción agrícola y ganadera, en la gestión de los recursos y en la vida doméstica; tenían más libertad de movimiento, más independencia en la toma de decisiones y disfrutaban de una mejor posición que las mujeres del llano, del páramo y de las ciudades. Pero el precio que debieron pagar fue que llevaron una carga de trabajo más pesada que los hombres, participaban en las labores agrícolas y pecuarias prácticamente por igual, además cargaban con las tareas de la casa: amasaban, limpiaban, cocinaban y cuidaban de la prole y los abuelos.

13 julio 2006

Hombres y cecinas.


En una carta que escribe A. Guevara (1480-1545) al Abad de San Pedro de Cardeña, para agradecerle el préstamo de los Diálogos de Ocham y el regalo de unas cecinas, puede leerse: “Por más sazonadas y aún más sabrosas tengo yo las cecinas de la Montaña, que no las de Castilla, porque en la Montaña son las yerbas más delicadas, las aguas más delgadas, las tierras más frías y los animales más sanos y los aires más sutiles. Que sea mejor tierra la Montaña, que no Castilla, parece claro, en que los vinos que van de acá allá son más finos y los hombres que vienen de allá se tornan más maliciosos; de manera que allá les mejoramos los vinos y ellos acá nos empeoran los hombres. Bien estoy yo con lo que decía Diego López de Haro: es a saber, que para ser uno buen hombre, había de ser nacido en la Montaña y traspuesto en Castilla; mas pésame a mi mucho que aquellos de mi tierra se les apega poco de la crianza que tenemos y mucho de la malicia que usamos. Cuando preguntamos a un vecino del Potro de Córdoba, del Çocadover de Toledo, del Corrillo de Valladolid, o del Azoguejo de Segovia, que de dónde es natural, luego dice que es verdad haber él nacido en aquella tierra, mas sus abuelos vinieron de la Montaña; por manera que en el tener quieren ser castellanos, y en el linaje quieren ser montañeses.”
Se comprueba entonces que ya mucho antes de que en este blog se alabaran los encantos de la montaña, otros lo habían hecho notar a todo el mundo, porque las obras de Guevara se publicaron durante los siglos XVI y XVII más de 600 veces por toda Europa.

12 julio 2006

El aire, de la montaña.

Diversos estudios, más o menos rigurosos, realizados en distintas universidades (Hebrea de Jerusalen, Berkeley, California...) se han empeñado en demostrar que, cuando en el aire predominan partículas con cargas positivas ( protones), se producen efectos negativos para la salud en los humanos, afectando sobre todo a los sistemas respiratorio, nervioso y hormonal. Respirar aire con predominio de las cargas positivas puede producir dolores de cabeza, depresión, irritabilidad, letargo, insomnio, migraña, malestar general, y enfermedades respiratorias.
Cuando en el aire predominan las cargas negativas (electrones) ocurre todo lo contrario, las partículas de aire cargadas negativamente (con predominio de iones negativos) producen efectos positivos: Despeja la mente, facilita la relajación, mejora en las enfermedades respiratorias, aumenta la capacidad de reacción visual, disminución de lípidos y colesterol, disminuye la agresividad y la ansiedad, regula la tensión arterial, efectos analgésicos, reducción de las alergias, rejuvenecimiento físico y mental, recuperación de la memoria, mejora del aparato digestivo y limpia el aire de bacterias, humo, polen y polvo.
Hay una mayor cantidad de iones positivos en el aire en las horas anteriores a las tormentas y cuando la luna está más próxima a la tierra (luna llena). Además, los vientos procedentes de zonas secas transportan iones positivos. El aire de las montañas contiene muchos iones negativos. Einstein dijo que las propiedades curativas del aire de la montaña de Davos se debían a la electricidad negativa del aire.
Si antes de ayer era el agua y ayer la cal, hoy es el aire cargado negativamente otra de las materias primas abundantes y gratuitas que usamos, sin ningún rubor, en la montaña.

11 julio 2006

La cal, viva o muerta.

Rodeados como estamos de montañas calizas no hay pared, ni cerca, ni valla, ni muro, ni enlosado, ni aun tabique que no contenga estas piedras; hasta “los caleros”, una especie de hornos donde quemaban la roca caliza para convertirla en cal eran del mismo material. Gran pericia hubieron de tener para que el propio horno no se trocara también en cal viva.
Para producir cal alternaban en el calero capas de leña y de piedra caliza. Prendían fuego a la leña y cuando la piedra alcanza una alta temperatura se convierte en cal viva. La cal tuvo múltiples usos: mezclada con arena hizo de argamasa y mortero para juntar piedra con piedra en la construcción. Con cal se blanqueaban las casas; con cal se desinfectaban los establos, con cal se pintaban los troncos de los árboles frutales para evitar plagas; con cal neutralizaban los suelos ácidos; con cal depuraban los pozos “ciegos”; con cal curaban enfermedades de los animales; con cal combatieron epidemias de cólera, tifus y peste; con agua de cal paliaron laringitis, faringitis, amigdalitis, vómitos, diarreas y acidez de estómago; con cal consiguieron ropa más blanca; con cal curtireron pieles y con cal cubrían los cadáveres de los animales.
Viva o muerta, fue la cal uno de los elementos que más contribuyó a la supervivencia en la montaña. Con cantos y cal cerraron la entrada a muchas hostilidades del entorno.

10 julio 2006

Riego a manta.


Ayer no hubo post, porque este sol abrasador hace que los prados necesiten mucha cantidad de agua para producir “el otoño” que pacerán las vacas en ese tiempo. Tuve que ayudar a mis vecinos a hacer “el puerto” con el que tomamos el agua del río y la dirigimos, por canales ancestrales, hacia los prados. El método empleado es el de “inundación” o “riego a manta” que consiste en cubrir con agua toda la superfice a regar. Podemos utilizar este método porque, a pesar de la sequía, no nos falta agua en la montaña; además, la que se pierde, retorna al cauce de río y se incorpora a otros canales de riego.
No es que ignoremos otras formas de regar, como el riego por aspersión o el riego por goteo o el riego subterraneo; es, simple y llanamente, que hemos acostumbrado a nuestras tierras a recibir agua en abundancia cuando la necesitan y sin este mal hábito no producirían como producen. Ni siquiera las precipitaciones pluviales nos libran de regar. “· El agua del cielo no quita riego”.

08 julio 2006

Neurolatirismo, leguminosas y remedios.

Muchas leguminosas, algunas de ellas en desuso, con nombres diferentes según la comarca o región en que nos situemos: Almorta; Alverjón; Arvejo cantudo; Arvejote; Bichas; Cicércula; Diente de muerto; Guija; Muela; Pedruelo; Pinsol; Pito o Tito, contienen sustancias tóxicas para el organismo humano si se consumen reiteradamente (un mínimo de 300 gramos diarios durante tres meses).
El Neurolatirismo o latirismo se conoce desde Hipócrates de Cos (460-377 a. C.) que ya habla de él en su “Libro de las epidemias”, relacionado con el consumo de leguminosas. Es un desorden del sistema nervioso central, que se inicia, a veces , con dolor agudo, parestesias y paresia de las extremidades inferiores, manifestándose una paraparesia con espasticidad, hiper-reflexia tendínea y reflejos plantares extensores, es decir, una paraparesia o paraplejia espástica, con una marcha "en tijeras". Otras veces se manifiesta una gradual paraperesia espástica y posteriormente se añaden parestesias, alteraciones esfinterianas y disfunción eréctil.
A pesar de estos “ efectos secundarios”, en periodos de escasez, hambre o miseria, no hubo más remedio que consumirlas masivamente, porque siempre es mejor padecer latirismo que morir de hambre. Al finalizar la guerra civil se describieron bastantes casos en nuestro país; sin embargo, en la montaña, a pesar de que estas tóxicas leguminosas también se consumían, no padecieron neurolatirismo porque desde tiempo inmemorial utilizan habitualmente el remojo (durante una noche, tirando el agua) y la cocción abierta (sin tapar el puchero) para eliminar las toxinas, ya que son sustancias hidrosolubles y termolábiles. Así pues, sin poder establecer el por qué, en la montaña, ya antes de ver “las barbas del vecino pelar”, ponían “las suyas a remojar” ( durante toda la noche).

07 julio 2006

Vacaciones, fiestas, santos, cristos y vírgenes.

En las vacaciones de verano, es típico y tópico que cada pueblo celebre su fiesta patronal con festejos de la más diversa índole, unos tradicionales y otros no tanto. El 25 de julio y el 15 de agosto (Santiago y la asunción de la virgen) tienen un protagonismo especial y más de media España verbenea en su honor. Puede observarse en estas fiestas que gran parte de los españoles ( al menos de los montañeses) son católicos por conveniencia, por tradición o por costumbre, pero no por esa convicción que, dicen, nace del profundo conocimiento de una doctrina y su compenetración con ella o de una larga deliberación o de una lucha íntima.
Se constata, a poco que se mire, que la mayoría de la gente, aún cuando acude a algún ritual para la devoción al Cristo, Virgen o Santo de turno, no sólo no son creyentes, sino que pueden ser blasfemos habituales u hostiles en mayor o menor grado con el clero y todo lo que representa.
El comportarse como buenos cristianos, participando de manera activa en las actividades rituales que implica dicha condición, es algo perfectamente compatible con la carencia absoluta de fe. «Se puede ser católico ferviente y practicante sin ser creyente» dice Belmont, y así se hace en cualquiera de las “Grandes fiestas en honor de.....” en todos los pequeños pueblos que conozco.

06 julio 2006

Niños, tests, psicólogos y escuelas.

Los tests de inteligencia miden la cultura alcanzada por un sujeto en los factores que incluyen, o el éxito en una cultura del mismo tipo que la elaboradora de tests, o miden la brillantez o torpeza de las clases acomodadas, o la altura intelectual en las áreas urbanas. Es comprensible que todos aquellos que pertenezcan a culturas de baja tecnificación, muy poco urbanas, con un fuerte acento rural, o no “burguesa” es decir, de medios culturales ajenos, extraños y marginados del mundo en que se elaboran los tests, alcanzarán bajos resultados.

Klineberg y Myrdal dicen: "los resultados de los tests de inteligencia dependen no sólo de factores innatos, sino también de la escolaridad, el nivel educacional de los padres, la presencia o ausencia de barreras sociales, la actitud hacia la situación de test, la actitud hacia el que administra la prueba y otros factores más". Niblett afirma: " no es improbable que el contenido de lo que se llama inteligencia general (G) esté afectado por lo que esta sociedad valora como inteligente"
Múltiples investigaciones ponen de manifiesto que el concepto de inteligencia debe ser utilizado con muchas reservas y en los ambientes educativos con gran precaución. Siguiendo a J. del Vaes seguro qué, generalmente, el uso de los tests en la escuela es mucho más perjudicial que beneficioso, porque además de los inconvenientes antes mencionados, se aplican mal y se hace un uso inadecuado de ellos. A veces se aplican de mala manera, por personal no cualificado, de forma colectiva y con gran descuido.
Las personas ( a veces los ordenadores) que analizan los resultados no saben como deben interpretarse.
Aun tomando todas las precauciones y haciéndolo una persona muy experta, un test no es más que un elemento dentro de un diagnóstico, que debe completarse con otras pruebas y entrevistas. El uso de los tests en las escuelas debería estar sometido a controles muy estrictos y servirse de ellos solamente en casos excepcionales.
Pero además de la falta de garantías con que se obtienen los resultados de los tests ocurre otro problema igualmente grave, el de la interpretación de los resultados.
Los maestros, profesores y también los padres atribuyen a menudo a los resultados del test mucho más valor del que éstos tienen y se forman entonces una idea acerca del niño o niña que si que puede influir decisivamente sobre su rendimiento académico.
Diversas experiencias han puesto de manifiesto que las actitudes y expectativas del profesor hacia el alumno constituyen un factor muy importante para el rendimiento escolar con independencia de la supuesta capacidad que miden los tests. Dicho de otra manera, la creencia de un profesor en que un alumno es capaz ( que vale, que puede...) determina más su buen rendimiento que su inteligencia medida por los tests y lo mismo sucede al revés, un alumno del que el profesor opina que es malo o que no vale, es fácil y altamente probable que obtenga malos resultados. solo por estas razones, aunque haya muchas más, es extremadamente peligroso y perjudicial el uso de los tests en los ámbitos académicos, pues pueden determinar actitudes del profesor, del psicólogo y de los padres que se convertirán en realidades como consecuencia de creer que los resultados en los tests son la autentica expresión de la inteligencia de un alumno.
Además, no es función de la escuela realizar diagnósticos ni considerar al alumno como un paciente, sino que debe analizar competencias y dificultades de los alumnos, teniendo en cuenta que cuando existe un problema de aprendizaje, siempre hay un problema de enseñanza al lado. Analizar los procesos de aprendizaje de los alumnos lleva, ineludiblemente, a analizar los métodos de enseñanza.

05 julio 2006

La carretera por puntos.



Hasta este momento, el carnet por puntos no ha reducido el número de muertes y accidentes en la carretera. Claro que ha transcurrido muy poco tiempo desde su aplicación como para poder sacar conclusiones. Atribuir al conductor todas las causas de la accidentabilidad y cargar sobre él todo tipo de culpas y sanciones parece ser el objetivo de las autoridades de Tráfico; sin embargo, otros factores deberían ser tenidos en cuenta. El estado de algunos tramos de las carreteras por las que circulo, como podéis ver en las fotos, además de lamentable, perdura desde hace casi un año. No hay pérdida de puntos para los responsables (o irresponsables) de tal estado. Quizás piensen que con un fírme en tales condiciones, se consigue reducir la velocidad de los vehículos, evitando así una de las variables de riesgo de accidentes.
Es la carretera CL-626, a su paso por La Valcueva, en el término municipal de Matallana de Torío, camino de la montaña leonesa.

04 julio 2006

Metro, tragedia y drama.


La vida como tarea, aun contando con que uno vaya saliendo adelante en todas las circunstancias, tiene un sentido trágico, aunque sólo sea por la muerte , que es el final de todo. Cada uno, en su vida, tiene planteada una tarea heroica y la tarea de héroe, de acuerdo con Savater, conlleva una ética trágica, nada exenta de problemas y dilemas. Lo “trágico” de esta tragedia es la ruptura del sujeto, la catástrofe que vuelve del revés la vida del héroe.
La vida gira en torno a lo impredecible. En un mundo en el que todo estuviera previsto de acuerdo con un plan dado, no cabría la vida humana. Las cosas nos pueden ir bien o mal y ello depende de condiciones y circunstancias que escapan, de algún modo, a nuestro control. Cuando vemos una tragedia como la del metro de Valencia, nos enfrentamos a una de tragedia que nos hace estar, querámoslo o no del bando de los afortunados o de los desafortunados y que nos hace apreciar la contingencia de los desastres humanos . La cuestión clave es ¿por qué a mí?, ¿qué he hecho yo para merecer esto? Por supuesto, la ironía es que la respuesta apropiada y correcta a dicha pregunta es: nada. Se trata simple y llanamente de las contingencias de la vida.
Se hablará de exceso de velocidad, de trenes con dieciocho años, de imprudencias, de mal estado de algún componente, de fallo humano o de todos juntos a la vez como causa probable, pero
cualquier esfuerzo por eliminar la contingencia para transformarla en la representación de una estricta causalidad será un craso error. La racionalidad ha de capacitarnos para comprender que el precio que hay que pagar por vivir en esta sociedad tecnificada, competitiva, rápida y, a veces, sin norte, es bastante caro. Cada dos fines de semana, más o menos, en las carreteras españolas se producen tantos muertos como en el metro de Valencia. No es un consuelo, es un lamento añadido. Mi más sentido pésame a los familiares de las víctimas.

03 julio 2006

Prados verticales.



Los árboles han sido y siguen siendo los mejores trabajadores de la montaña. No descansan, son sumisos, trabajan 24 horas día, piden poco y dan mucho. Regeneran el aire que respiramos, dan frutos útiles a hombres y animales, nos consuelan con su sombra en los tórridos días de verano; sus ramas y troncos nos dan calor en las gélidas noches de invierno; defienden nuestra salud; nos garantizan la vida y, generalmente, crecen y se multiplican sólos, sin necesidad de contínuas labores. Por eso la experiencia del montañés es, en gran parte, tributaria de los árboles. Muchas de las sensaciones, recuerdos y sentimientos están ligados a las experiencias que hemos tenido, y estas están ligadas a los árboles que nos han dado protección. Y por eso fueron considerados como prados verticales. Las hierbas de los prados (horizontales) se transfoman en leche y carne, a través de los animales, para alimento humano. Las ramas de los árboles, podadas en otoño y guardadas en los pajares, eran parte de la dieta del ganado, cuando los prados estaban cubiertos de nieve y los árboles generosamente desnudos, después de habernos prestado su ropaje.

02 julio 2006

Carnet, puntos y correcta conducción.

Nos han entregado 12 fichas al suponer las autoridades que somos buenos conductores; podemos ir perdiéndolas por cada infracción que cometamos ( de dos en dos, de tres en tres, de cuatro en cuatro....) en función de la “gravedad” de los comporamientos inadecuados que mostremos al volante. La medida responde a la necesidad de reducir las muertes y los accidentes de tráfico y a una probable eficacia a tal efecto mostrada en paises de nuestro entorno.
Se basa en el supuesto de que el carnet de conducir es un reforzador ( al igual que los puntos que lo representan) de igual manera que el dinero también lo es (salvo para los que tienen muchísimo). Así, las autoridades de Tráfico deciden la retirada de un reforzador (dinero-a través de multas-) y carnet de conducir (– mediante los puntos-) contingente a una infracción de las normas de tráfico. Este “coste de respuesta” funcionará (probablemente) para reducir las conductas inapropiadas de los conductores; sin embargo, si de verdad quisiéramos aumentar el “buen comportamiento” de la conducción, habría que reforzar contingentemente o incluso al azar a aquellos conductores seguros. Si los agentes de tráfico, además de sancionar al mal conductor, “echaran el alto” a los que van bien y les reforzaran, p.e., con el dinero recaudado de las sanciones, seguro que incrementaríamos la probabilidad del correcto comportamiento al volante.

01 julio 2006

Síndrome del vernaculoparlante.

Este síndrome aparece en España coincidiendo con la transición democrática y el diseño del mapa autonómico. Lo padecen quienes insisten en la recuperación y la revalorización de la lengua de su pueblo, comarca o región donde la misma o no ha existido o se ha extinguido y es considerada inviable o inventada por los lingüistas. Otros síntomas son hacer pintadas contra el castellano, cambiar en los indicadores los nombres de los pueblos, fundar academias de la llingua y proponerlo como enseñanza obligatoria en las escuelas.
Todo ello a pesar que voces autorizadas, como la de Gregorio Salvador, vicepresidente de la Real Academia de la Lengua, nos diga: “Intentar que una lengua vernácula compita con el español es una vuelta al romanticismo difícil de entender y, además, resulta lamentable. Cuando alguien me habla de la riqueza de España a causa de las lenguas vernáculas, le recuerdo que en Camerún tienen 239...... Un argentino de la Patagonia puede mantener sin problemas una conversación con un leonés de la montaña”
Traducen obras de todas las materias a estas llinguas y aparecen diccionarios en los que puede verse que el nombre castellano “Jose” equivale al lliones “Pepín”. “Los campos magnéticos” se convierten en “ praos que atrapan” y “el hombre de cromañón” se transforma en “el paisano de cromañón”, por poner algunos ejemplos.
Al tratarse de un sindrome, el tratamiento debe ser individualizado. Las cabezas pensantes, cultas y universitarias disminuirían la sintomatología si se les ofreciera un puesto como profesores de lengua castellana en cualquier Instituto. Las bases verían reducirse su fiebre vernácula con clases de historia y los más radicales dejarían de serlo si se les hiciera comprender que no son las lenguas muertas las que nos sacarán del estado crítico en que se encuentra nuestra región, sino la necesidad de levantar una organización económica capaz de planificar, financiar y gestionar las múltiples empresas necesarias, para no convertirnos en una provincia llena de asilos, hogares de la tercera edad y residencias de ancianos; eso si, hablando en bable o en cualquiera de sus dialectos oriental, pachuezo u occidental.