el cazurro ilustrado

28 febrero 2006

Vivir y morir.



Gran cordura tenían los griegos, que lloraban en los nacimientos y cantaban en las muertes. Gran reflexión sobre la vida hacían los tebanos ya que ninguno podía hacer su casa, sin que primero hiciera la sepultura donde había de ser enterrado. Si observásemos minuciosamente la vida, comprobaríamos que los ahogos, los cansancios, los infortunios, las necesidades, los deseos, las tristezas, las congojas, los olvidos, los dolores, las alegrías, y todo lo que nos acontece, además de llamarlo “ir viviendo” también podríamos denominarlo “ir muriendo”. Porque desde la hora que vemos nacer a uno, podemos pensar que comienza a morirse, y si llega a cien años, no hemos de decir que vivió mucho, sino que tardó mucho en morirse.

27 febrero 2006

La "patosa" gripe.


Ajenas a la gran amenaza que se cierne sobre ellas, estas aves palmípedas disfrutan del agua y de todos los componentes agradables que les proporciona su entorno. Si supieran o sospecharan algo sobre la gripe aviaria; sobre las matanzas en masa de sus congéneres para evitar epidemias; sobre los planes de vigilancia intensiva a que serán sometidas dentro de poco; o sobre las suspicacias de los humanos que las ven como posibles portadoras del terrible mal, abandonarían rápidamente las lagunas en busca de lugares más seguros y, probablemente, en su peregrinaje se encontrarían con los perdigones de alguna partida de cazadores que haría desaparecer, de una vez por todas, sus enfermedades y hasta la esperanza de una vida al margen de la veterinaria y la medicina oficial.

26 febrero 2006

La Mancha en los ojos.









Bajé al llano de La Mancha para reencontrarme con las lagunas de Ruidera y comprobar que todo fluye y nada permanece; que cada vez que nos asomamos a ellas el agua es diferente, como distintos sus colores, sus olores y diversos los sentimientos que provocan .
Entré en la cueva de Montesinos y salí cual Quijote.
Volví a ver cómo los agricultores podan las castizas cepas y amontonan los sarmientos en los bordes improductivos para que el paso del tiempo los recicle. Y vi afrancesadas viñas con riego por goteo que asegura la producción y el ahorro de agua, amenazando con la aniquilación de cepas milenarias; amenaza que ya cumple la Unión Europea, a juzgar por el arranque obligatorio que se observa en algunas tierras.
Observé los olivos, recién apaleados, recuperando cada una de sus hojas la posición original, dando una lección a los que tanto hablan de “resiliencia”.
Miré con atención el desfile del carnaval, sorprendiéndome gratamente las vistosas comparsas de inmigrantes bolivianos y las de los discapacitados.
Busqué casi con desesperación almendros en flor, pero los caprichos del calendario y los de la climatología, sólo permiten ver atisbos de lo que será un festival blanco.
Y pude ver cómo la belleza (esa impresión subjetiva) está en cualquier paisaje por similitud, contraste, novedad, evocación y/o estado de ánimo esperando a que la descubramos.
Y corroboré que en Villarobledo (Albacete) florece siempre la amistad que es gemela.

25 febrero 2006

Las máscaras de los dioses




En esta época de disfraces, vamos a ver como se han ido camuflando los Dioses Romanos, para presentarse ante nosotros con otras máscaras, pero con similares funciones. Tenían 20 dioses genéricos: Jano, Saturno, Jovis, Genium, Mercurio, Apolo, Mars, Vulcano, Neptuno, Sol, Orcus, Víbar, Tellus, Céreris, Juno, Minerva, Luna, Diana, Véneris, Vestalis. Las ocho últimas son diosas y los doce primeros son dioses. Nadie se podía apropiar de éstos, porque eran de todos. Se enmascararon en Dios, Alá, Yahvé...
Pero había tambien dioses menores que cumplían cada uno funciones específicas:
El Dios Cancio, al que rogaban y ofrecían muchos dones a fin que les diese hijos sabios y agudos (Psicología evolutiva y estimulación temprana).
La Diosa Lucina, a la que se encomendaban las mujeres para tener buen parto (ginecología y obstetricia).
El Dios Vaginato, al que tenían devoción para que no llorasen mucho los niños (Pediatría).
El Dios Cunino, al que honraban a fin que fuese abogado de guardar los niños en las cunas. (Chicco, Jane..)
El dios Runino, dios de los niños que maman. A éste hacían las mujeres romanas muchos sacrificios para que les guardase las tetas y les diese buena leche para sus criaturas. (Nativa..). El dios Stelino, que era abogado de los niños cuando comenzaban a andar, al que ofrecían muchos dones para que los hijos no quedasen enanos, ni cojos, ni mancos. (Traumatología infantil).
El dios Adeón tenía el encargo de hacer al hijo que ya que sabía andar, se encariñase y amara a su madre. (Psicología infantil).
El Deus mentalis, o Dios del seso que tenía el encargo de dar a los niños buen seso. ( Psicología de la inteligencia).
El dios Voluno y la diosa Voluna. Estos dos estaban a cargo de los desposados; por eso eran dos dioses, uno para él y otra para ella. (Terapia de pareja).
El dios Agreste tenía a su cargo los campos y los frutos, le rogaban dos veces al año, en la sementera y cuando las mieses estaban a punto de madurar. (Ingeniería agrícola).
El dios Belon era abogado de los que peleaban en las batallas, (Táctica militar).
El dios Victoria, a éste, todos hacían muchos sacrificios para que les diese la victoria sobre sus enemigos. (Estrategia militar).
El dios Honorio tenía el encargo de proveer que los huéspedes hiciesen honra a los caminantes y fuesen bien tratados por las provincias y reinos que pasasen. (Ministerio de Turismo).
El dios Esculano era dios de las minas y a éste rogaban que descubriese siempre minas de oro y plata. (Ingeniería de minas, prospecciones y sondeos).
Pecunia era dios de los metales, y a éste rogaban que les diese mucho dinero. (Lotería, quiniela.).
Fessoria era diosa de los caminantes, a esta diosa rogaban para que no se cansasen cuando caminaban a pie.( Nike, Adidas…)
Pelonia era diosa que tenía el encargo de echar a los enemigos de la tierra.(Guardia civil).
Esculapio era el dios abogado de los enfermos y, si la enfermedad era grande, invocaban al dios Apolo, que era padre de Esculapio. (Medicina).
Spinensis era el dios al que los antiguos rogaban que limpiase las mieses de cardos y de espinas. (Azada y escabuche).
Rubigo era dios que tenía el encargo de guardar las viñas de pulgón y los trigos de langosta. (Napropamida, Piridafention, Triclorfon)
Fortuna, ésta era la diosa de la fortuna buena, a esta diosa hicieron las mujeres un templo solemne en Roma.(Avón ,chanel 5..)
Muta, ésta era la diosa a quien rogaban los antiguos que no dejase hablar a sus enemigos, sino que los enmudeciese si hablaban mal de ellos. (Mordaza).
Genoria era la diosa que tenía el encargo de echar la pereza de aquéllos que se le encomendaban (Motivación).
Stimula, diosa que despertaba y metía prisa a los negociantes para que no se descuidasen en los negocios. (Economía).
Murcia, esta diosa era abogada de los hombres y mujeres que no deseaban ser flacos;( Endocrinología) a esta diosa ofrecían muchos dones las mujeres romanas para que las hiciese gruesas, porque en Roma antes se quedaba por casar una mujer flaca que no una mujer fea.
Busina, era diosa del campo, y a ésta ofrecían sacrificios los antiguos para que guardase las hierbas que nacían en los campos; ya que si faltaba hierba para sus ganados, estaban perdidos. (Abono).
Jugatino era el dios del monte alto, le veneraban especialmente cuando había truenos y relámpagos. (Santa Bárbara).
Vallonia era diosa de los valles, y ésta tenía el encargo de poner freno a los aguaduchos cuando las aguas descendían de los altos montes, para que no hiciesen daño en las presas y molinos por donde pasasen. (Pantanos, regulación del cauce de los ríos).
Sera, ésta era una diosa muy venerada en todas las naciones, porque era diosa de la sementera (Agrar semillas.S.A.).
Segecio diosa era que tenía cargo de hacer nacer las mieses después de sembradas (Fertiberia).
Tutilina, ésta era una diosa que tenía por oficio ir junto al dios Júpiter para que no apedrease los sembrados. (Agroseguros).
Floran, esta diosa era propicia de las viñas: las guardaba para que no se helasen (Seguros agrarios).
Matura, tenía el encargo esta diosa de hacer madurar las uvas (sol de justicia a tiempo).
Ruana, esta diosa era abogada de los que cogían el trigo para que se arrancase muy bien, de manera que no se quebrasen las cañas del trigo, ni se cayese el grano de la espiga. (Cosechadora).
Forculum era el dios de los cerrojos y cerraduras, y a éste rogaban para que cerrase bien las puertas y no permitiese que se pudiesen quebrar las cerraduras o falsar las llaves (Cerrajería). Limentimen, este dios era dios del umbral de la puerta (alarmas y seguridad doméstica).
Cardea, ésta era diosa del quicio, y el fin de venerar a esta diosa era para que los enemigos no pudiesen desquiciar las puertas, y si lo intentasen hacer pronto sonase el quicio y sintiese el dueño que estaba a la puerta el enemigo.(Alarmas con conexión a la policía).
Silvano, éste era un dios de los más queridos y honrado entre los antiguos, especialmente entre los romanos; tenía este dios el encargo de guardar a todos los que iban a tomar placer a los huertos (Botellón).
Jugatibus era el dios de los casados, y este dios tenía el encargo de hacer que el amor que se tenían cuando mozos, les durase hasta que fuesen viejos.(Paciencia) Era cosa de maravillar ver la devoción que tenían a este dios todas las mujeres recién casadas y los dones que ofrecían en su templo.
Baco, éste era dios de los borrachos, y era costumbre en Roma celebrar su fiesta con hombres que estuviesen totalmente enajenados y si alguno sentían que tenía un poco de juicio, lo echaban del templo y buscaban en su lugar otro borracho.(Discoteca).
Februa, ésta era una diosa de las calenturas; tenían costumbre en Roma que, teniendo uno calenturas, enviaban algún sacrificio a la diosa Februa. (aspirina).
Pavor, éste era el dios del temor, y tenía el encargo de quitar el temor del corazón de los romanos y darles gran esfuerzo contra sus enemigos (Xanax o cualquier anisolítico).
Meretrix, ésta era la diosa de las malas mujeres y, según dice Publio Víctor, había en Roma cuarenta y cuatro barrios de mujeres públicas, en medio de los cuales estaba el templo de la diosa Meretrix.(barra americana).
Cloatina, ésta era diosa de las cloacas, de las letrinas o necesidades, y a esta diosa se encomendaban todos los que tenían cólica pasión para que les ayudase a purgar el vientre.(purgantes, laxantes)
Quies, éste era el dios de la holganza y del reposo, y a éste hacían los romanos grandes sacrificios para que les diese reposo y holganza.(Ocio y tiempo libre).
Teatrica, ésta era diosa que tenía el encargo de guardar los teatros cuando los romanos celebraban sus juegos. Inventaron a esta diosa porque muchas veces, cuando tenían que representar farsas, hacían unos teatros tan solemnes, que cabían veinte mil hombres en ellos, y otros tantos debajo para mirar aquellos espectáculos; y acontecía que, con el gran peso quebraba la madera y mataba a cuantos estaban debajo, y de esta manera las fiestas se tornaban lloros, y los que iban a matar los animales quedaban muertos en los teatros.(Resistencia de materiales).
Para más información, leer a Cicerón, De natura deorum; a Juan Bocacio, De genealogia deorum; a Pulión, De dijs antiquis; y a Augustino, De civitate dei.

(Cada cual puede poner la máscara que le apetezca. Nuestros paréntesis son meramente indicativos).

24 febrero 2006

Averías y ordeño a mano.


Estar con nieve supone, muchas veces, estar sin muchas cosas. En esta última nevada, sin ir más lejos, el frío heló el agua en las cañerías y nos quedamos sin calefacción y sin agua corriente; el viento tiró los postes de la luz eléctrica y del teléfono; el panadero no pudo llegar a repartir el pan y, claro está, ni el cartero con el correo; ni el cura a decir misa.
La falta de corriente eléctrica propició la vuelta a métodos tradicionales para ordeñar las vacas. Debimos extraer la leche de las ubres con cualquiera de los tres mecanismos conocidos: “a mano llena”: que tiene tres momentos, en el primero, el pezón se coge entre la palma de la mano y se presiona su base, de tal manera que la leche que se encuentra allí, se impulsa hacia abajo; en un segundo momento, se cierra la mano apretando y empujando con suavidad la leche hacia fuera; en el tercer momento, sin soltar el pezón , se abre la mano, para permitir que la leche pase del seno lactífero glandular al seno lactífero del pezón, llenándose éste de nuevo. “a pellizco” tirando de la teta con el dedo índice y pulgar de la mano, se usa cuando los pezones son muy pequeños, o para descansar después de haber aplicado largo rato el primer método. Y “a pulgar” presionando la teta entre el dedo pulgar y los cuatro dedos, este método apenas se usa, porque puede deformar el pezón.
Acostumbrados a los adelantos de la técnica, ni las manos ni las ubres se acomodaron a la situación. Decidimos entonces subir a la Collada y con el teléfono móvil ir rastreando hasta encontrar un lugar con cobertura, para avisar a las compañías, eléctrica y telefónica, de nuestra situación.
Cuando conseguimos conectar con "la eléctrica", nos dicen de la sección de “averías” que no han acudido, porque no tienen ningún aviso. Le explicamos que no puede tener avisos porque tampoco hay teléfono y lo entiende. Llamamos entonces a “Averías” de Telefónica y, curiosamente, también le tenemos que explicar que no tiene avisos telefónicos de averías, porque precisamente es el teléfono el que está averiado.

23 febrero 2006

Veintitrés de febreros


El 23 de febrero de 1981 por la tarde, yo estaba disfrutando de los rigores del invierno en Valverde de Curueño, porque había conseguido librarme de los exámenes de febrero en la Universidad de Oviedo. Aunque la TV se veía muy mal ( las pilas del repetidor -que pagábamos a escote todos los vecinos- se estaban agotando) percibí la grotesca silueta de Tejero entrando en el Congreso. Rápidamente encendí un viejo transistor y moví el dial, saltando de una emisora a otra en busca de noticias que me aclararan lo que estaba pasando. Y miré por la ventana, para comprobar si el ruido de los sables llegaba hasta mi apartado refugio; ni tanques ni vehículos motorizados del ejército aparecieron, pero una inquietante alegría noté en las familias más tradicionalistas del pueblo. Juré alistarme en el “Frente Popular” si fuera necesario y maldije todos los 23 de febrero, hasta que el 23 de febrero de 1986 (paradojas de la vida), esta vez por la mañana, nació mi hija. Como si la fortuna hubiera querido atenuar los vergonzosos recuerdos, asoció, a partir de ese momento, el 23 F a uno de los momentos más felices de mi vida. Ya no veo ese día como el aniversario del intento de golpe de Estado, sino como el cumpleaños de Mª Luisa. A la felicidad de su nacimiento, se unió la alegría del olvido de Tejero. ¡Gracias por todo Mª Luisa!. ¡Felicidades! Y recuerda al hilo del intento de golpe de Estado, que los romanos decían: “ no celebréis tan rápidamente la victoria sobre el tirano, pues la perra que lo parió está otra vez en celo” ( o algo similar).

22 febrero 2006

Balones, espadas y Damocles.


Si miráramos hacia arriba con un incierto sexto sentido, veríamos como sobre nuestras cabezas pende de un hilo, tan fino o tan grueso como queramos imaginar, una espada dispuesta a ensartarnos o a abrirnos en canal, ante la más mínima e insospechada contingencia: un viento que sopla inoportunamente; una mosca que ingenuamente se posa sobre ella; el airado portazo de un visitante contrariado… y ¿ qué hacer para evitar el riesgo?. ¿Cómo probabilizar que no caiga?. ¿ A quien recurrir para que triplique su fijación?. Si nos dedicamos a buscar las respuestas a estas preguntas, mientras no las encontramos, viviremos en una permanente angustia que nos paralizará, con la mirada fija en el hilo que en cualquier momento se puede romper. La alternativa factible es cambiar la mirada al frente, intentar marcar todos los goles posibles a la vida y olvidarse de despejar balones y espadas, porque a la espada sólo la veremos caer cuando la estemos mirando y los goles nos los meterán cuando descuidemos el ataque. Damocles, cuando vio sobre su cabeza la afilada espada, atada por un pelo de crin de caballo, directamente sobre su cabeza, perdió las ganas de todos los apetitosos manjares que se le ofrecían, abandonó su puesto y renunció a su fortuna, sin saber, el pobre ingenuo, que siempre había estado allí y no le había ido tan mal hasta entonces.

21 febrero 2006

Antruejo.


Los origenes, las causas y los motivos del Carnaval son tantos y tan diversos ( a veces hasta contradictorios) cómo los autores que se han dedicado a su explicación. Son frecuentes las alusiones a las “Saturnales y Bacanales” romanas, pero una vez que la Iglesia decide la sacralización de cualquier manifestación “pagana”, toma el carnaval un rumbo diferente.
En el siglo VI, San Gregorio, en su afán de normalizar las costumbres de la cuaresma dictaminó “nos abstenemos de la carne, y todas las cosas que vienen de la carne, como la leche, el queso y huevos”. Posteriormente esta decisión de San Gregorio quedó plasmada en el “Corpus Juris “ y considerado una ley de la Iglesia Católica.
Pasado el carnaval por este tamiz y por múltiples cedazos llega a la montaña como “ Antruejo” y tiene sentido, no por las antiguas tradiciones paganas, sino por lo que venía después de él : Hasta el año 1966, del Miércoles de Ceniza en adelante, con la excepción de los Domingos, lo único que se podía comer era una comida completa al día o dos comidas ligeras sin carne ( las dos equivalían a una completa) y nada entre comidas, excepto líquidos. Los domingos se recuperaba la dieta habitual.
Además, durante la Cuaresma debían evitarse los “entretenimientos”; en algunos lugares “expulsaban” a las prostitutas hasta el domingo de resurrección (¿de la carne?) y las bodas estaban prohibidas en este periodo. Así pues, con este panorama anticipado, no es de extrañar que el montañés hiciera acopio de nutrientes animales grasos, consumiendo sin piedad de lo que iba a carecer durante cuarenta días por orden de la autoridad eclesial competente. No fueron los antecedentes, sino los consecuentes quienes mantuvieron “el Antruejo”, sin caretas ni disfraces, pero con mucho chorizo, tocino y huevos, incluso a pesar de su prohibición en determinadas épocas.

20 febrero 2006

El dolor de la montaña (leonesa).


La montaña siempre fue refugio de monjes, místicos, ermitaños y poetas. Sus aires son más puros, más amplios sus horizontes y más intensa su soledad, pero también tiene los sonidos de la vida: el canto de un pájaro lejano, los pasos furtivos de una alimaña, los golpes del hacha de un leñador ( que se trocó en motosierra) y en los valles habitados, las canciones y blasfemias de los campesinos (con voces más tenues, por su avanzada edad); el griterío de los niños ( que cada vez quedan menos); los ladridos de los perros; el cacarear de las gallinas (que la gripe aviaria amenaza con sacrificar); los mugidos de las vacas, los balidos de las ovejas y cabras (que la convergencia europea diezma) y el tintineo de las esquilas y cencerros (cuya mengua responde a la razón anterior). Decía Nieztche que “El dolor hace cantar a los poetas y cacarear a las gallinas”; al paso que vamos, ni poetas ni gallinas quedarán para cantar o cacarear el dolor de la montaña que se muere.

19 febrero 2006

Estiércol y educación.


Dicen los más antiguos de mi pueblo que el abono no es santo, pero hace milagros. Milagro es que tierras baldías y estériles, después de ser cubiertas con una solemne capa de estiércol comiencen a producir aquello que ni siquiera se había ni sospechado ni aún imaginado.
Las influencias positivas del estiércol sobre el suelo y sobre las cosechas fueron de sobra conocidas. Las cantidades de nutrientes tales como Nitrógeno, Fósforo y Potasio tomadas por el cultivo determinaron el valor agrícola del estiércol. Sistemáticamente propiciaron la distribución natural de las heces animales en los pastizales o el abonado de las tierras de cultivo y de los prados. Consiguieron así mejoras en la fertilidad y en la estabilidad estructural del suelo, reduciendo también la vulnerabilidad de éste a la erosión.
Otros abonos se necesitan para el crecimiento de las ideas en los campos de la información, para obtener razonables cosechas de conocimiento y para evitar la erosión continúa provocada por la ausencia de nutrientes educativos ; pero a veces da la impresión de que se aplica hoy, desde los centros de poder, la regla(parafraseando a Alvaro de Iglesia) “balín es a balón como cojín es a "equis" e importa "tres equis" la educación”.

18 febrero 2006

Imagen, alimentación y derechos de los animales.

Por diversas razones que no vienen al caso, soy el cuidador temporal de una
Lampropeltis getulus californiae "albina" o Serpiente rey de California.
Cada vez que debo alimentarla me asaltan muchas dudas, producto, por una parte, de la educación rural que he recibido que me enseñó a odiar y temer a los reptiles; por otra parte la Declaración universal de los derechos del animal(Londres, 23 de septiembre de 1977 Adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas en la Tercera reunión sobre los derechos del animal,

celebrada en Londres del 21 al 23 de septiembre de 1977. Proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocian a ellas. Aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU))
Dice, en su Artículo 1 que “Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia”. En el Artículo 13. b) asegura que las escenas de violencia en las cuales los animales son víctimas, deben ser prohibidas en el cine y en la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal. Y en elArtículo 14. b) afirma que los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.
Esta serpiente come cada "equis" tiempo un ratón. Si se lo proporciono, asalto vergonzosamente los derechos fundamentales del ratón; si respeto al ratón, no cumplo con los de la serpiente, puesto que se morirá de hambre y si, ya en el colmo de la osadía, publico imágenes del festín culinario, puedo estar infringiendo el Artículo13.b con lo que podría caer sobre mí el Artículo 14.b. ¿Podéis ayudarme a resolver estos dilemas?. Gracias por adelantado.

17 febrero 2006

Condicionamiento clásico.


Aunque fue Pavlov quien lo formuló, con la celebre asociación entre la comida (EI) y el sonido de la campana (EC) para conseguir que el perro salivara, tanto ante la comida (RI) como ante el sonido de la campana (RC), ya era conocido y aplicado eficazmente desde tiempos inmemoriales. El condicionamiento clásico se basa en un proceso de asociación entre dos estímulos, que permite a uno de ellos , al hilo de las situaciones repetitivas ( o con un solo ensayo) provocar la misma respuesta que el otro ; Los saltimbanquis enseñaron a los osos, desde muy pequeños, a bailar al son de la música que tocaban poniéndoles sobre una chapa muy caliente; al contactar sus pezuñas sobre ella, saltaban para no quemarse, a la vez que sonaba la música. Después de varios ensayos, al oír la música, el oso saltaba para no quemarse, aunque la superficie sobre la que se apoyaba no estuviera caliente. El refranero nos dice que “ el gato escaldado, del agua fría huye”. Ovidio, en “Los remedios de amor”, aconseja al despechado que se oculte y sorprenda a su amada en el momento de hacer sus necesidades, para que vea lo que la decencia siempre ha prohibido que se vea. Miles de ejemplos hay en la vida de cualquiera.
El condicionamiento clásico no sólo provoca salivación o asco o baile. También provoca miedo, nostalgia, deseo, excitación sexual, estrés, relajación, alivio, euforia, nauseas... El estímulo más insospechado puede dar lugar a sensaciones y reacciones intensas que a menudo nos parecen inexplicables.

16 febrero 2006

Condicionamiento instrumental.

Si importante (por lo eficaz) es la imitación de modelos, más eficaz (por lo importante) es el condicionamiento instrumental. Las conductas de los organismos están determinadas por las condiciones ambientales. Cuando se cambian esas condiciones, se modifica el comportamiento. Luego el aprendizaje de nuevas conductas exige una modificación de las circunstancias ambientales que las mantienen en un determinado organismo. Además, la mayor parte de los comportamientos opera sobre el entorno, que se modifica como resultado de la intervención. Los seres vivos somos el producto de millones de años de evolución y hemos llegado hasta donde estamos por haber ido seleccionando las respuestas más adecuadas en función de las consecuencias que se derivan de lo que hacemos. En este largo camino de ajuste al medio y de modificación del medio para que se ajuste a nosotros, muchísimos seres vivos han desaparecido en el intento.
Según Stricklin, “Los malos observadores (de las consecuencias de sus actos) se convirtieron en comida para los animales, los buenos observadores se convirtieron en cazadores”.
Russell apuntó que las tribus que se dedicaron a domesticar ovejas sobrevivieron, pero ¿dónde están las tribus que se dedicaron a domesticar cocodrilos?.

15 febrero 2006

Imitación y aprendizaje.


El aprendizaje por imitación, aunque tuviera que esperar por Bandura y Walters para su formulación teórica, fue, es y será el recurso más importante que tuvieron, tienen y tendrán los humanos para aprender; así, más vale que enseñemos, no sólo muchas palabras, sino también buenas obras. Aprende más el niño en un día imitando, que en un año escuchando lecciones aburridas y largos consejos sobre el "deber ser". Los niños no saben decir sino aquello que oyen, ni hacer sino lo que ven. Si eres tímido, el lo será; si callado, callará; si temeroso, temerá; si eres reposado, él será calmado; si le chillas, te gritará; y si lo contrario haces, lo contrario hará.
Esta manera de aprendizaje, sin duda muy eficaz, no está exenta de problemas. Recuerdo cuando, en un avance tecnológico sin precedentes, se presentó un veterinario para inseminar artificialmente a las vacas en celo del pueblo; todos los niños acudieron a ver tan notable novedad. Al día siguiente unos niños de once años intentaron hacer lo mismo que habían visto con una compañera de clase. Equipados con una bolsa de plástico en una mano y con un fino palo en la otra, simulando la jeringuilla del técnico, estuvieron a punto de emularle, si no hubiera llegado la maestra porque el recreo se acababa. Si esto pasaba entonces, qué no ocurrirá ahora, puesto que los niños, con mayor desarrollo ¿cognitivo? están sometidos a modelos políticos, sociales y/o televisivos donde se insulta, se agrede, se mata, se viola, se engaña, se maltrata, se roba, se hiere.... y quien lo hace cuanto más lo hace, más crece su prestigio.

14 febrero 2006

El enamoramiento y sus circunstancias.


Ya que hoy se celebra el día de los enamorados, hemos de saber que el enamorado ha de tener los ojos tan abiertos para quien ama; tan alterado el juicio en lo que piensa y tan turbada la lengua en lo que dice, que en el mirar ciegue, en el pensar se desmaye y hablando se turbe. La ponzoña de las flechas de cupido hace que los ojos lloren, el corazón suspire, las carnes tiemblen, los nervios se descoyunten, los poros se abran, el juicio se embote, la razón se desplome y, finalmente, que el triste enamorado viva fuera de sí. Este estado, tildado por algunos acertadamente de “imbecilidad transitoria”, cómo cualquiera en su sano juicio puede suponer, no es posible que se mantenga largo tiempo, ya que quien lo padece, al igual que quien sufre una gripe, ha de curarse. Pero puede alargarse la enfermedad si sigue el ejemplo de los Masagetas: Cuentan los “Anales Pompeyanos” que cuando Pompeyo estuvo en Oriente se encontró con este pueblo. Tenían éstos establecido por ley que cada vecino tuviese dos cuevas ( en aquellos parajes no tenían casas). En una vivía el marido, los hijos y los criados, y en la otra la mujer , las hijas y las sirvientas. En las fiestas comían juntos y una vez a la semana, dormían juntos. Les preguntó Pompeyo el por qué de ese modo de vida, tan extremo, que no existía en ningún otro lugar del mundo conocido. Respondieron que a ellos los dioses les daban poca vida, ya que ninguno pasaba de sesenta años como mucho y los años que vivían querían hacerlo en paz. Aseveraron que “teniendo a nuestras mujeres con nosotros, viviendo moriríamos, porque nos pasaríamos las noches oyendo sus quejas y los días sufriendo sus rencillas. De esta manera, teniéndolas apartadas, se crían los hijos en paz y evitamos los enojos que matan a sus padres.”

13 febrero 2006

Mismos problemas, diferentes soluciones.



La inmigración es un tema que, a veces, desborda y se convierte en un problema con propuestas de solución dispares y/o disparatadas. En tiempos de Catón, cuando alguien quería ser vecino de Roma, el examen que le hacía era este: no le preguntaba de dónde era, quién era, de donde venía, por qué venía, ni de qué linaje descendía, sino que le cogía las manos entre sus manos y si las tenía blandas, claro indicio de hombre vago y vagabundo, lo despedía rápidamente; y si duras y llenas de callos, lo asentaba como vecino de Roma. No contento con esto, cuando sus oficiales prendían algún malhechor y le metían en la cárcel, en lugar de información, lo primero que hacía era cogerle las manos y si las tenía de hombre trabajador, aunque el crimen fuese grave, templaba el castigo; si por el contrario, el triste preso tenía las manos de hombre ocioso, por pequeño que fuese el delito, le daba una pena muy grande. Solía decir muchas veces: «Hombre que tenga buenas manos no puede ser de buenas costumbres.» Y otras veces decía: «Nunca castigué a labrador que luego no me pesase, ni azoté a vagabundo que después no me alegrase.».

12 febrero 2006

Abandonar a los tuertos para irse con los ciegos.


Si antes de la década de los 60, sólo los más audaces decidieron “cruzar el charco” en busca de una vida mejor, a partir de ella, los que vivíamos en sociedades rurales, masivamente, hemos ido abandonando nuestra tierra, marchando hacia las ciudades, invirtiendo toda una vida en pagar cuotas y comprar cosas. Gastando seis años en la escuela primaria, cuatro en la enseñanza secundaria, dos en el bachillerato y cinco o más de Universidad para obtener un título que nos habilite para fabricar llaves inglesas. Nos matamos trabajando doce horas al día para poder cambiar el coche cada cierto tiempo.
No critico, por supuesto, hacer algún sacrificio para prosperar. Lo criticable es estar dispuesto a hacer cualquier sacrificio con tal de llegar a ciertos niveles socioeconómicos. Lo grave es aceptar pasivamente reglas de juego que exigen hasta la esclavitud para acceder a determinados privilegios. Lo patológico es ponerse esos privilegios como objetivos de vida, olvidando que con mucho menos, la calidad de vida de los antepasados fue muy superior. Porque, como dijo julio César, es preferible ser en una aldea el primero que en Roma el segundo. Mejor es vivir en la aldea tranquilo que no en la ciudad angustiado.
La ambición, a veces, nos hace repudiar una tuerta para casarnos con una ciega.

11 febrero 2006

Solidaridad femenina.


Cuenta Higino (siglo I a.C.), bibliotecario del emperador Augusto, que había en Atenas una ley que prohibía a las mujeres el ejercicio de la Medicina, incluido el Arte Obstétrico; lo que ocasionaba el grave inconveniente de que muchas mujeres, demasiado sensibles al rubor de ser auxiliadas por los hombres en el puerperio, perdían estúpidamente su vida y la del feto. Viendo esto, una doncella llamada Agnodice, al ver esta calamidad y al sentir una gran inclinación a la Ciencia Médica, decidió violar la ley; se vistió de hombre y fue a la escuela del Médico Hierófilo, que no la conocía de nada. Se formó muy bien en medicina y mejor en la especialidad obstétrica; conseguido el título, se puso a ejercer su profesión en Atenas, disfrazada de hombre, asistiendo a las mujeres, no sólo en los partos, sino en cualquier dolencia, aunque les declaraba en secreto su sexo, para eliminar su pudor. Los médicos, al ver que les quitaba una considerable parte de sus ganancias, se conjuraron contra ella; y como creían que era hombre, la acusaron de ilícitas intimidades con ellas; añadiendo que muchas mujeres se quejaban de dolencias que no padecían, usando este pretexto para lograr torpe contacto carnal con el barbilampiño médico. Compareció Agnodice en el juicio, exhibiendo ante los Jueces pruebas evidentes de su sexo. Derribada esta acusación, en su contra fundaron los Médicos otra, alegando contra Agnodice la ley que prohibía a las mujeres el uso de la medicina. Pero las mujeres Atenienses intervinieron en su favor, amenazando con matarse. Lograron se aboliese aquella ley. Triunfó Agnodice, y consiguieron las mujeres el derecho de ejercer la medicina, que ya ella ejercía.
Me recuerda este hecho la solidaridad que muestran entre sí las elefantas: en época de celo, cuando el macho, que puede alcanzar los7500 kg de peso, se pone encima de la hembra, podría aplastarla durante la cópula si no acudieran a sus lados otras dos hembras para mejor soportar el peso del elefante. Tan arriesgada debe ser la maniobra que, normalmente, tienen un sólo hijo.

10 febrero 2006

Hembras en celo, machos castrados.


La observación de la conducta animal fue, en las zonas rurales, una fuente de conocimiento y supervivencia. Notaron que eran necesarias muchas hembras para aumentar la riqueza y un sólo macho para cubrir las necesidades de reproducción.
Se dieron cuenta de que las hembras al entrar en celo estaban inquietas, muy ruidosas y podían dejar de comer; además, la mayoría de las hembras en celo, permitían que las montaran otros animales. Observaron que la vulva de la hembra en celo se hinchaba y que la zona que la rodeaba estaba húmeda y sucia. Y vieron que se olían unas a otras la vulva. Claras señales de que debían poner a su disposición el macho que tuviera las características apetecidas.
El mejor ejemplar en presencia y carácter se seleccionaba como padre. El resto de los machos eran castrados (capados) evitando que lucharan entre ellos y que se produjeran lesiones. Los animales castrados se volvían más tranquilos y fáciles de manejar.
La castración era una de las operaciones más cruentas que infligían a los animales. La realizaban en machos muy jóvenes y disponían de varios métodos. Uno de ellos consistía en cortar, con un cuchillo muy afilado o con una hoja de afeitar, la base del escroto, sacando por el corte el testículo, tiraban de él y lo cortaban por el cordón blanco. Luego aplicaban a la herida tintura de yodo o violeta de genciana e incluso ceniza.
Utilizaron también Las pinzas de Burdizzo. Tenían este tipo de pinzas distintas para animales de tamaños diferentes. Palpaban el escroto con la mano hasta que notaban en el interior los cordones testiculares. Agarraban las pinzas con la mano derecha y con la izquierda empujaban el cordón a la boca de aquellas y apretaban fuerte.
Usaron también las cintas o el hilo de cáñamo para castrar a los machos, ataban fuertemente el escroto por encima de los testículos apretando y cerrando los cordones testiculares. Transcurridas dos semanas se desprendía el escroto. Las heridas de la castración se inflamaban y los animales no podían caminar o cojeaban una temporada, pero, como casi siempre, el transcurrir del tiempo acababa solucionándolo todo, hasta la capadura.

09 febrero 2006

Criterios de atracción.


De los modelos animales aprendieron que no hay león tan feroz, ni serpiente tan venenosa, ni víbora tan fiera, ni vaca tan brava, ni animal tan esquivo, que por lo menos no se junten macho y hembra una vez al año para perpetuar la especie.
Hemos visto que la selección sexual favoreció un comportamiento indiscriminado de cópula en los machos, pero un comportamiento selectivo en las hembras. Los hombres tendían a ser más promiscuos y más dispuestos a mantener relaciones ocasionales que las mujeres, y éstas eran mucho más exigentes (selectivas) respecto a sus parejas. Las mujeres más atractivas eran aquellas que exhibían caracteres que indicaban un alto valor reproductivo. Los hombres apreciaban aquellas características físicas que se correlacionan con la juventud como los labios gruesos y la piel tersa, y con la fertilidad, como una cintura estrecha y unas caderas amplias.
Las mujeres preferían hombres con rasgos faciales suaves y algo feminizados, pero elegían como pareja a hombres con rasgos faciales y corporales más masculinizados (indicadores de niveles elevados de testosterona). Lo que valoraban, independientemente del sexo o la edad, a la hora de juzgar el atractivo de una persona era la simetría. Se considera que el grado de simetría es un indicador de “calidad genética”. Al elegir una pareja simétrica estaban eligiendo “buenos genes” para sus hijos. En todas las culturas, los hombres y las mujeres más simétricos son considerados los más atractivos.
Y tuvieron presente a Séneca, cuando decía “ gran cordura han de tener los hombres, para en el vicio de la carne saberse contener y poderse valer: porque te hago saber mi Lucilo, que el apetito que tenemos de comer cada día, aquel mismo tenemos de adulterar cada hora.”

08 febrero 2006

La mujer elegía, el hombre creía que lo hacía.


En el post anterior dejamos al macho humano errante y promiscuo, dedicado a la búsqueda de una hembra con la que mantener coitos y apareamiento y a la hembra esperando plácidamente el galanteo de sus pretendientes. En la espera y en la elección desarrollaron las féminas diversos criterios de selección: si era vulgar, sería muy aburrido; si de alta alcurnia, presuntuoso; si rico, vicioso; si pobre, codicioso; si trabajador, atrevido; si cobarde, infame; si muy callado, necio; si muy hablador, mentiroso; si hermoso, deseado; si feo, celoso. Ya en las relaciones, pensaron las mujeres que si no las amaba, sería necio; si las amaba, sería liviano; si las dejaba, sería cobarde; si las seguía, sería un perdido; si las servía, no le estimaban; si no las servía , le odiaban; si las quería, no le querían; si no las quería, le perseguían; si las frecuentaba, sería infame y si no las frecuentaba, sería menos que hombre. Pero el macho, en una demostración más de su poca cabeza, creyó que era él quien elegía, cuándo, cómo y con quién mantenía relaciones. ¡ Inaudito!.

07 febrero 2006

Cuando el hombre perdió el seso.



Cuando la hembra humana cambió el estro por la menstruación , el macho humano perdió la cabeza. Hasta entonces, sus relaciones sexuales vendrían marcadas por los periodos fértiles de la hembra, fácilmente identificados por el macho a través de las feromonas. La cópula era un disparo certero hacia la procreación y fuera de estos periodos no había ninguna obsesión, ni siquiera preocupación, por el sexo. Cada cual se dedicaba a idear acciones e instrumentos para el mejor sometimiento de la naturaleza. La desaparición del estro hizo de los machos seres errantes y promiscuos, dedicados a una continua búsqueda de coitos y apareamientos, intentando pasar a la siguiente generación el mayor número de genes propios.
Las hembras, aunque tuvieron que hacerse cargo del cuidado de la prole, se libraron de rivalizar para reproducirse, además, supieron, sin posibilidad de engaño, que sus hijos eran suyos. Una certeza que los machos no pudieron tener, la paternidad se produjo por tanteo. Ningún macho pudo estar seguro de que en los hijos de su pareja sobrevivían sus genes. El plan del macho fue buscar el mayor número de coitos, con el mayor número de hembras, para conseguir en esa rifa genética un buen lote de crías suyas. Ya no tuvo tiempo de usar la cabeza (para otras cosas).

06 febrero 2006

Mujer y paridad (50%).


Salvo periodos muy concretos, cortos y escasos de la historia, se consideró que las mujeres eran criaturas de cabellos largos e ideas cortas, voluptuosos demonios o virginales monjas; domésticas, sentimentales y románticas y, a partir de Sigmund Freud (cuidado con su centenario) básicamente histéricas. Estuvo generalizada la idea de que las mujeres eran frágiles o fatales; distraídas, frívolas y, ante todo, perversas. Se pensó que no podían hablar de política o de religión sin exaltarse. Se supuso que la mujer era incapaz de sostener una conversación de más de diez minutos sin mentir, pero sobre todo y por encima de todo, a una mujer se la reconocía porque no sabía , no podía o no quería , guardar un secreto.
Aunque aún perduran, en indeterminados ámbitos, estas nefastas concepciones, lo cierto es que ha conseguido alcanzar cotas de formación que auguran que este siglo será de ellas. Es sospechoso que partidos políticos y asociaciones de la más diversa índole se planteen la paridad del 50 %, cuando la reivindicación de la mujer debería ser el 70 %, ateniéndose al número de mujeres con estudios universitarios, comparado con el número de hombres universitarios. Si desde posiciones de clara desventaja, la mujer ha llegado hasta aquí, es razonable desconfiar de los hombres que defienden la igualdad, porque quizás sean lobos metidos a pastores.

05 febrero 2006

Inevitable y oculta.


La muerte es irreversible, definitiva y permanente. Se caracteriza por la ausencia de las funciones vitales y es universal (todos moriremos), pero lo que parece caracterizar a los sujetos postmodernos de nuestra época , orientados hacia la técnica, la acumulación de bienes y preocupados por el bienestar, es intentar escapar de la muerte, prefiriendo quedarse en la incertidumbre de no hablar de ella, de no querer reconocer el fallecimiento y de ocultarla, con la mojigata idea de que así nos evitamos un sufrimiento más. Nuestra sociedad intenta una auténtica negación a la muerte; el hombre muere por descuido, porque no ha seguido ciertas prescripciones u obedecido ciertas reglas o porque la ciencia no ha encontrado todavía la manera de curar algunas enfermedades.
Con esta negación, asistimos a la supresión de la muerte natural, es decir, se muere solamente de algo, no porque sea un proceso biológico inevitable.
Esta actitud hace que la muerte aparezca como un fracaso de la técnica y del modelo del hombre posmoderno que “todo lo puede”. Junto a esta actitud, aparece otra previa frente al dolor y al sufrimiento: hay dolores que matan, pero los hay más crueles, los que tenemos en la vida sin permitirnos gozar de ella y, muchas veces, interpretados de dos maneras: el propio, insoportable y el de los demás, siempre exagerado.

04 febrero 2006

Aquí paz y después...gloria?.


Para conseguir la “paz” individual y social que tanto se anhela, es necesario ser absolutamente conscientes de la vulnerabilidad del ser humano; así estaremos más motivados por el día a día, y no dejaremos para más adelante cosas pendientes, si las consideramos esencialmente importantes. Esto estimula la creatividad y despierta el instinto de conservación y de supervivencia individual, favoreciendo la flexibilidad adaptativa de nuestra cultura social. Podemos pensar abiertamente en la finitud de la vida humana sin caer en un estado de profunda angustia y ansiedad. Aceptando el valor adaptativo y ampliamente terapéutico que puede ofrecer cualquier sistema de creencias, tan sólo debemos tener algo absolutamente seguro y es que la muerte es el final ineludible de todo el ciclo vital.
La única postura coherente y sólida ante la muerte, como ante cualquier otro evento o conflicto de la vida humana, es encararla, saber que existe y conocerla hasta donde sea humanamente posible. Lo contrario, sólo lleva a luchar con los propios fantasmas para no resolver nada.

03 febrero 2006

Comportamientos no-(r)-mal-izados.


La conducta no es anormal o normal (buena o mala) en sí misma. Lo que determina su normalidad o anormalidad (bondad o maldad) es el juicio que se le aplica, que depende de los factores sociales predominantes. En un entorno en que una persona actúa de acuerdo a los roles sociales establecidos, su comportamiento es considerado como normal por otros. Una persona que actúa de una manera que resulta inesperada para alguien, supone un problema para quien interactúa con ella. Considerar el comportamiento como intrínsecamente normal, es suponer que el transcurso por la vida es inherentemente armónico y que aquél que no se comporte de una determinada manera, está enfermo y niega, en parte, la existencia de problemas de la vida diaria, ignorando la posibilidad de la lucha diaria del hombre por saber cómo debería vivir o como quiere vivir y no lo consigue.
Reconocer problemas en las interacciones humanas refleja no solo la elemental habilidad del hombre por enfrentarse a su ambiente, sino su capacidad de reflexión. Tales problemas en la vida cotidiana surgen por la capacidad humana de pensar, de reflexionar sobre su propio actuar; y la solución a ellos no es ignorarlos o malinterpretarlos etiquetándolos como enfermedad, o atribuyendo la responsabilidad al destino o entidades superiores; sino pensando dichos problemas y generando soluciones
La idea trasnochada de enfermedad “mental” lleva al “enfermo” a evitar la responsabilidad sobre sus problemas cotidianos, pues la causa de ellos está en un agente externo: una enfermedad, una posesión, una abducción.....
Si el individuo no asume su propia responsabilidad sobre sus problemas quizás espere que sea otro quien cargue la cruz por él.
Seguid esta enlace y lo entenderéis mejor ( es un video francés que no tiene desperdicio)

02 febrero 2006

Del régimen para conservar la salud


Por tercera vez cito a mi amigo Feijoo (1676-1764) quien, con una agudeza inusual, afirma que los médicos saben poco de la curación de los enfermos; pero nada saben, ni aun pueden saber en particular del régimen de los sanos, por lo menos en cuanto a comida y bebida. Esta proposición, que a médicos y no médicos parecerá escandalosa, se prueba con evidencia de la variedad de los temperamentos, a quienes precisamente se conmensura la variedad de los manjares, tanto en la cantidad, cuanto en la calidad. El alimento, que para uno es provechoso, para otro es nocivo. La cantidad, que para uno es larga, para otro es corta. Esta proporción de la cantidad, y calidad del alimento con el temperamento de cada individuo, sólo se puede saber por experiencia. La experiencia cada uno la tiene en sí mismo; ni al Médico le puede constar, sino por la relación que se le hace. ¿Pues qué, he menester yo acudir al Médico a que me diga qué, y cuánto he de comer, y beber, si él no puede saber lo que me conviene sin que yo primero le participe qué es lo que me incomoda, qué es lo que me asienta bien en el estómago, qué es lo que digiero bien?
Tiberio se reía de los que en llegando a la edad de treinta años, consultaban los Médicos; porque decía, que en esa edad cada uno podía saber por experiencia cómo debía regirse. En caso que la máxima de Tiberio, tomada generalmente, no sea verdadera, por lo menos en cuanto al uso de comida, y bebida es segura.
Añádese a esto (y es también de mucha consideración), que un mismo alimento, sin distinción, o desemejanza alguna, puede ser, respecto del mismo individuo, provechoso en un tiempo, nocivo en otro, ya por la diferente estación del año, ya por la diferente temperie del ambiente, ya por la diversa región que habita, ya por la diversidad de edad. En fin, cualquier mudanza que acaezca en el cuerpo (y son infinitas las que ocurren, como también las causas que las ocasionan) precisará a variar más, o menos el alimento, ya en cuanto a la calidad, ya en cuanto a la cantidad.

01 febrero 2006

Evolución de la salud rural.


Si hace cincuenta años era impensable que alguien padeciera un trastorno de ansiedad (de hecho, “ansioso” significaba “tener ambición inmediata desmedida”) ahora los servicios de salud atiborran a la tercera edad de ansiolíticos y antidepresivos con criterios de moda urbana que en este entorno no funcionarán jamás.
Si hace cuarenta años cada tiempo de ocio se dedicaba a descansar y ahorrar una energía indispensable, ahora se recomienda andar (pasear) ocho kilómetros diarios para consumir el maldito colesterol que se acumula en las arterias y, al amanecer o al atardecer, salen, ya no con alpargatas, sino con deportivas de marca, por la carretera comarcal, esquivando y jugándose la vida entre peligros más evidentes y menos evaluados: los coches de los domingueros que cada fin de semana ponen campamento en los prados donde deben pastar vacas.
Si hace treinta años la dieta monocorde a base de grasas saturadas, pan negro y verduras que hoy solo se usan para alimentar a los cerdos, les permitía llegar a una edad avanzada en perfecto estado de salud, hoy variadas dietas bajas en calorías y elementos tóxicos, con oligoelementos y vitaminas, obligan a los habitantes a vacunarse contra la gripe, a espulgar catarros con productos farmacéuticos y a pasar por los ambulatorios a hacerse análisis de sangre y orina con el fin de descubrir donde está el fallo que provoca un mal funcionamiento corporal.
Si en todo el tiempo anterior la gente perdía la cabeza, ya no volvió a ocurrir; por el contrario, aparecen brotes esquizofrénicos, demencias seniles y trastornos bipolares. Si el tratamiento había sido la búsqueda de lo perdido, bien en solitario o con la compañía de familiares y amigos, desde este momento las terapias fueron mucho más agresivas, a base de electrochoques, haloperidol y/o risperdal, sin que falten las psicoterapias de la más diversa índole.

Esta mejor organización sanitaria consigue, por una parte, que la gente se muera antes, pero de causas conocidas y justificadas y, por otra, incrementar el vocabulario sobre la salud a niveles de experto. Nunca más nadie volvió a morirse de un pampurrio, o de un torzón o de un mal aire, o de pena, o de una calentura, o porque ya no le apetecía vivir, ahora, en cambio, se mueren de aneurismas, de cánceres variados, de trombosis o de neumonías más o menos evidentes.