el cazurro ilustrado

30 marzo 2007

Obesidad y delgadez.

Los servicios sociales del Principado de Asturias han asumido temporalmente la tutela de un niño de diez años, que vivía con sus abuelos y que llegó a pesar unos cien kilos por una alimentación excesiva e inadecuada que le estaba causando problemas de salud. Los servicios sociales están trabajando con los abuelos del niño para hacerles ver el problema que supone el exceso de peso y conseguir que adquieran hábitos alimenticios sanos que permitan la vuelta al hogar de su nieto.
Mandó Licurgo que los niños espartanos robaran lo que pudieran para comer, entonces se vieron los menores obligados a estar al acecho de los que se descuidaban en la custodia de los alimentos. Al que cogían robando era castigado con azotes y a no comer. La comida era escasa a propósito, para que por sí mismos los niños remediaran esta penuria y se vieran forzados a ser resueltos y mañosos. Éste era el objetivo de la comida tan tasada. Además, pensaba Licurgo que servía para que los cuerpos creciesen, porque tenía por cierto que el espíritu se difunde a lo largo cuando no tiene que detenerse y ocuparse mucho en lo ancho y profundo y va arriba por la misma ligereza, estando ágil el cuerpo. Creía que esto valía también para la belleza, porque las constituciones delgadas y esbeltas son más propias para que los cuerpos sean derechos y que las gruesas y bien mantenidas se oponen a esto por su pesadez. Así pues, tanto las normas de los servicios sociales como las leyes de Licurgo, con contenidos diferentes, tienen, en estos asuntos, los mismos objetivos: la delgadez de los cuerpos y la corrección de los comportamientos (alimenticios) .

29 marzo 2007

El presidente Zapatero, las preguntas y el precio del café.


Si preguntáramos a un agricultor con qué fin riega tanto sus plantas nos respondería que para sacar más dinero de sus hortalizas.
Si preguntásemos al filósofo Bías por el hombre más desgraciado, nos contestaría que el hombre más desgraciado es el que no puede sufrir en la desgracia, porque no matan al hombre las adversidades sino la impaciencia que tenemos en ellas.
Si preguntáramos al filósofo Pisto a quién considera el más loco del mundo, nos contestaría que el más loco es aquel que de lo que dice no se sigue ningún provecho, porque es menos loco el que tira piedras que el que dice palabras necias.
Si preguntásemos a Tales de Mileto qué tiene que hacer el hombre para vivir justamente nos respondería que lo que tiene que hacer es tomar para si los consejos que da a otros ya que el mayor error de los mortales es que les sobran consejos para los otros y les falta uno bueno para si mismos.
Si preguntáramos al presidente Zapatero que cuánto cuesta un café nos respondería que con ochenta céntimos de euro ya está bien pagado un café y si cobran más en la mayoría de los establecimientos es por el afán de aumentar la distancia entre lo que cuesta y lo que vale realmente.
Pero antes de responder a cualquier pregunta deberíamos hacer lo mismo que hizo Marco Aurelio. Ante la pregunta de un senador, no dio una respuesta inmediata, sino que esperó al día siguiente para contestar. Razonaba que es señal de poca sabiduría y de mucha locura que a cada pregunta se de luego una respuesta porque la osadía que tienen los hombres simples en preguntar no la han de tener los hombres sabios en responder. Si la pregunta procede de la ignorancia, la respuesta ha de proceder de la cordura. Mal les irá a los sabios si tienen que responder a todas las preguntas simples y maliciosas (que se hacen más para lastimar que para aprovechar y más para tentar que para saber). Los hombres cuerdos deben pasar con disimulo o ignorar este tipo de preguntas, porque los sabios y prudentes deben tener las orejas muy abiertas (para oír) y las bocas muy cerradas (para callar).

28 marzo 2007

Epidemias y profecías.


La vida de los humanos está asociada a las epidemias y a las profecías. Igual da que miremos a los griegos, a los egipcios, a los romanos, a los mayas, al medioevo o la edad actual. La peste negra, la sífilis, el cólera, la lepra, la fiebre amarilla, la malaria, el SIDA, la tuberculosis, la gripe aviaria o la encefalitis espongiforme bovina, por poner algunos ejemplos, han producido innumerables muertes en todo el mundo a lo largo de la historia, y han logrado cambiar el curso de muchas vidas y haciendas.
Habla Suetonio de la multitud de libros proféticos, fatídicos y sibilinos escritos en griego o en latín que circulaban entre la población. El oráculo de Delfos fue de obligada consulta en la antigüedad. Nostradamus, San Malaquias, Rasputin, la virgen de Fátima o de Lourdes, Jeremías, zacarias, Oseas…videntes de todas las razas con el prefijo telefónico 806 y hasta “científicos” se atreven con el futuro: “El escritor e investigador de paleoecología humana Eudald Carbonell ha vaticinado que durante el presente siglo desaparecerá más del 50% de la especie humana”. En el colmo del arrebato pronosticador defiende que los humanos se extinguirán por la falta de energía, la escasez de agua y la multiplicación de enfermedades.
Si nos asomamos a las últimas noticias, son frecuentes titulares de este tipo: “Muchas de las zonas climáticas actuales desaparecerán por completo para el año 2100 y serán reemplazadas por climas ahora desconocidos, según un estudio divulgado hoy en EEUU. Según un informe que aparece publicado en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences”
Decía Catón que se admiraba de que cuando se encontraban dos adivinos no pudiesen contener la risa, por conocer ambos que todo su arte era una mera impostura.
Lo más curioso es que muchas profecías versan sobre epidemias y que en determinados momentos (como el actual) hay auténticas epidemias de profecías (y de profetas).

27 marzo 2007

Sobre la ira.


Cuando escucho el discurso de algunos políticos en estas fechas tan próximas a las elecciones, cuando oigo sus alegatos y sus arengas, cuando percibo sus segundas intenciones y cuando veo sus soflamas, no tengo más remedio que acordarme de la definición den la ira y los consejos para su “control” que dictó Séneca.
Decía que “algunos varones sabios definieron la ira llamándola locura breve; porque, impotente como aquélla para dominarse, olvida toda conveniencia, desconoce todo afecto, es obstinada y terca en lo que se propone, sorda a los consejos de la razón, agitándose por causas vanas, inhábil para distinguir lo justo y verdadero, pareciéndose a esas ruinas que se rompen sobre aquello mismo que aplastan.”
Habla de las señales del hombre iracundo: “Se inflaman sus ojos y centellean; intenso color rojo cubre su semblante, hierve la sangre en las cavidades de su corazón, le tiemblan los labios, aprieta los dientes, el cabello se levanta y eriza, su respiración es corta y ruidosa, sus coyunturas crujen y se retuercen, gime y ruge; su palabra es torpe y entrecortada, chocan frecuentemente sus manos, sus pies golpean el suelo, se agita todo su cuerpo, y cada gesto es una amenaza”
Propone remedios basados en la educación: “Es necesario que los niños reciban desde muy temprano saludable educación... El espíritu abusa de la licencia; se deprime en la servidumbre; los elogios le exaltan inspirándole noble confianza en sí mismo, pero al mismo tiempo engendran la insolencia y la irascibilidad. Necesario es, pues, mantener al niño igualmente alejado de ambos extremos, a fin de poder emplear unas veces el freno y otras el aguijón, y no se le imponga nada humillante ni servil.... Nada hace tan irritable como educación blanda y complaciente, y por esta razón cuanta más indulgencia se tiene con un hijo único, cuanto más se concede a un pupilo, más se corrompe su ánimo. No soportará una ofensa aquel a quien nunca se negó nada, aquel cuyas lágrimas enjugó siempre tierna madre, que constantemente tuvo razón contra su pedagogo”.
Y nos ilustra con un ejemplo: Un día estaba Catón defendiendo una causa y Léntulo, aquel hombre funesto y de facciosa memoria, le arrojó al rostro cuanto pudo arrancar de espesa saliva; y aquél, limpiándose el semblante, le dijo: «Aseguraré a todos, oh Léntulo, que se engañan los que niegan que tengas boca».

26 marzo 2007

Cigüeñas.


Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades, compañero y discípulo de Tales, también de Mileto, visitó Lacedemonia y aconsejó a los espartanos que abandonaran la ciudad ante la inminencia de un terremoto y así lo hicieron. Según cuenta Cicerón (De divinatione): «la ciudad entera se derrumbó y la cumbre del monte Táigeto se resquebrajó como la popa de un navío». Se guió Anaximandro para predecir el terremoto por el vuelo alborotado de las cigüeñas.
Creyeron griegos y romanos que las cigüeñas alimentaban a sus padres en la vejez y que eran fieles a su pareja durante toda la vida (Eliano:"Es indudable que las cigüeñas guardan castidad y cumplen mutuamente el contrato matrimonial").
En Eslavonia celebraban en primavera una fiesta en honor de la Diosa Lada en la que le ofrecían tortas en forma de cigüeñas para propiciar el nacimiento de niños. De Europa central procede la leyenda de que traen a los niños, por el afán que pone la cigüeña en cuidar a sus crías porque se desvive por su familia, es monógama y porque prepara el nido con gran dedicación. Así se convirtió esta teoría en una alternativa a la reproducción biológica.
Sirvió la cigüeña de inspiración a muchos fabulistas y se usó su presencia para vaticinar el tiempo que haría en primavera, pero esta que veis en la foto, sólo servirá para comprobar la eficacia o ineficacia de los servicios veterinarios de la Administración. Ayer la encontré muerta y dejé aviso de su ubicación. Ya veremos si la recogen y averiguan las causas de su muerte o si son los carroñeros quienes dan cuenta de ella.

22 marzo 2007

¿Qué es Enfermedad Mental?.


Según la ministra de sanidad, el nueve por ciento de los españoles padece algún trastorno de salud mental y alrededor del quince por ciento puede padecerlo a lo largo de su vida. Para resolver este problema de “salud”, va a intentar mejorar la prevención, el diagnóstico precoz, el tratamiento, la rehabilitación y reinserción social de estos pacientes e intentará impulsar la investigación desde el Centro de Investigación Biomédica, inaugurado recientemente.
Espero que no olvide la ministra que la “enfermedad mental” es inseparable del contexto social, incluyendo en él las prácticas clínicas. En este sentido, como dice Roy Porter, la psiquiatría tradicional tiene su punto ciego, al tratar de ver la enfermedad o el demonio dentro del paciente, sustrayéndose del papel social que representa y arrogándose un supuesto saber objetivo, por el que convierte en objeto al sujeto que habla. La psiquiatría ha adquirido la costumbre de no escuchar a los “enfermos mentales”. En su lugar, escucha al fármaco. Si se escuchara a los pacientes, se vería que su “enfermedad” tiene sentido o cumple una función. Ya dijo Sasz que cuando hablamos de enfermedad mental estamos hablando en sentido figurado, como cuando decimos que la economía del país está enferma. Los diagnósticos psiquiátricos son etiquetas estigmatizadoras aplicadas a personas cuyas conductas molestan u ofenden a la sociedad. Si no hay enfermedad mental, tampoco puede haber hospitalización o tratamiento para ella. Es obvio que las personas pueden cambiar de comportamiento y si el cambio va en la dirección admitida por la sociedad, entonces se habla de cura o recuperación.
Se debería considerar a la “enfermedad mental” no necesariamente como una reacción patológica sino como una respuesta adaptativa ante las presiones del medio cuando otras estrategias de afrontamiento no se encuentran disponibles, poniendo el énfasis en los efectos negativos del desempleo, de los procesos migratorios, de la pobreza, de la educación, del status socio-económico o de las relaciones familiares.
Michel Foucault en “ Historia de la locura” llega a tres conclusiones:

1- La locura sólo se da en sociedad, de modo que no es algo que brota del cerebro ni, por tanto, suceptible a la mirada clínica, por mucha neuroimagen que haya.
2- La locura toma distintas figuras en función del trato social (los insensatos ante la razón del siglo XVIII, lo alienados ante la autoridad moral del médico en el siglo XIX, y los esquizofrénicos ante la mirada neurobiológica del siglo XX), de modo que no se ve dónde pueda estar el progreso psiquiátrico.
3- La locura siempre se sale con la suya, de manera que a la postre la clínica tiene que justificarse ante ella por no entenderla.

21 marzo 2007

Superstición y ciencia.


Probablemente para añadir más leña al enorme fuego que ha iniciado “el año de la ciencia”, los directivos del Celta fútbol club piden a los aficionados que envíen cualquier amuleto que les ayude a vencer el domingo al Real Madrid club de fútbol. El hecho de que haya dirigentes tan necios como para ser capaces de tal petición y forofos tan insensatos como para responder a tal idiotez, hace suponer que las influencias latinas no llegaron a Vigo, porque ya Pericles hizo amistad con Anaxágoras para que le ayudara a tener criterios superiores a la superstición, la cual infundía terror en la explicación de los fenómenos naturales a los que ignoraban sus causas y deliraban asustándose por la falta de conocimientos científicos.

Estaba Pericles a punto de embarcarse en su galera para iniciar una conquista cuando ocurrió el accidente de eclipsarse el sol y sobrevenir las tinieblas, sus soldados se asustaron y tuvieron el hecho por muy funesto presagio. Viendo Pericles al piloto muy sobresaltado y perplejo, le echó su capa ante los ojos, y se los tapó con ella; después le preguntó si tenía aquello por terrible o por presagio de algún acontecimiento adverso. Habiendo respondido el piloto que no, dijo Pericles:
-¿Pues en qué se diferencia esto de aquello sino en que es mayor que la capa lo que ha causado aquella oscuridad? Estas cosas se enseñan en las escuelas de los filósofos.
Envíen pues los vigueses libros de ciencia a los directivos celtas para que éstos los lean y dejen de hacer el ridículo, gane o pierda su equipo.

20 marzo 2007

Igual que ovejas.


Si nuestros antepasados supieran que pagamos por el agua que consumimos; que cuesta más un litro de vino que uno de leche; que divertirse cuesta dinero; que un pescado puede llegar a valer más que un buey; que el precio de cualquier producto se multiplica desde su origen hasta que llega al consumidor o que la economía gira en torno a la especulación, nos compararían con las ovejas, que tanto tiempo cuidaron y que tan bien conocían. Y es que, a veces, nos comportamos como ellas: una a una se las conduce muy mal, pero juntas siguen fácilmente unas tras otras a la que va delante; también nosotros seguimos a lideres a los que cada uno en particular no se atrevería a tomar en serio, pero estando todos juntos nos seducen, nos atraen y seguimos sus consejos como las ovejas siguen a la que porta el cencerro.

19 marzo 2007

Pruebas de paternidad.


Si nos ceñimos a la ortodoxia católica, resulta cuando menos paradójico que se haya elegido a San José el patrono de los padres y no tanto que sea el de los carpinteros.
Si hacemos caso de la noticia, el supuesto sinsentido comienza a adquirir visos de sensatez y lógica: en el año 2006 más de cuatro mil españoles recurrieron el año pasado a la prueba genética para saber si su hijo es suyo y se sometieron al test de ADN sobre paternidad. Los resultados dicen que al menos un diez por ciento de los hijos son de un padre distinto al que cree serlo. Dicho a las claras, una décima parte de los padres están genuinamente representados por el santo carpintero, el cual supo de la no paternidad por revelación divina con la misma fiabilidad (99,9 %) con que pueden saberla los padres dudosos recurriendo a métodos más profanos pero igualmente eficaces.
Licurgo, justo legislador de Esparta, se anticipó a estos inconvenientes ordenando que no se mirara a los hijos como propiedad de los padres, sino que los consideró comunes a toda
la ciudad, por lo que no quería que los ciudadanos fueran hijos indiferentemente de cualesquiera, sino de los más virtuosos; y por otra parte acusaba de necias y orgullosas las
disposiciones en este punto de otros legisladores, los cuales para las castas de los perros y de los caballos, por precio o por favor, buscan para padres los mejores que pueden hallarse,
y en cuanto a las mujeres, cerrándolas como en una fortaleza, no permiten que procreen sino de sus maridos, aunque sean o necios, o caducos, o enfermizos. Intentó quitar del matrimonio la afrenta y el desorden, dejando en comunión de los hijos y su procreación a todos los que lo merecían, y mirando con desdén a los que trataban de hacer estas cosas exclusivas e incomunicables a costa de muertes y de guerras; porque el marido anciano de una mujer moza, si había algún joven gracioso y bueno a quien tratara y de quien se agradase, podía introducirlo con su mujer y, mejorando de casta, hacer propio lo que así se procrease. También a la inversa era permitido a un hombre excelente, que admiraba a una mujer bella y madre de hijos hermosos, casada con otro, persuadir al marido a que le consintiese gozar para tener en ella, como en un terreno recomendable por sus bellos frutos, hijos generosos, que fuesen semejantes y parientes de otros como ellos. Así lo cuenta Plutarco.

16 marzo 2007

Normativa y conformidad.


Oí contar que en cierta ocasión venía un señorito de Madrid a pasar una temporada en la montaña para reponerse del estrés que le causaba su estancia en la corte. Después de cada jornada de camino se alojaba en una posada. Una de ellas estaba regentada por una viuda que tenía una hija casadera. Después de cenar iniciaron una conversación intrascendente. Cansada del aburrido diálogo, preguntó la posadera:
-¿Que hay de nuevo en la corte?
El señorito, con ganas de burla respondió:
-Lo más novedoso es que ha ordenado el rey que por la falta de gente para la guerra, las mujeres viejas deberán casarse con hombres jóvenes y las mueres jóvenes con hombres ancianos.
Nada más oír esas palabras la joven, se lamentó protestando:
-Parece que el rey ni hace lo que debe, ni sus órdenes tienen sentido.
La anciana replicó:
-Calla muchacha y no digas eso, que lo que ordena el rey está bien mandado y parecerá bien a todo el mundo. Que dios le guarde muchos años.
Parece demostrarse que cualquier normativa legal tendrá defensores y detractores, en función del posible beneficio o perjuicio que anticipen los afectados, al margen de su ecuanimidad, justicia o consenso.

14 marzo 2007

Batallas y mujeres.



Cuenta Plutarco que los Sardos habían puesto en un gran aprieto a los de Esmirna, pues cercaron su ciudad y amenazaban con asediarla. Decidieron los sardos enviar a unos embajadores para decirles que se librarían del cerco si les entregaban durante un tiempo a sus mujeres para satisfacer los deseos sexuales que desde hacía tiempo necesitaban saciar.
Deliberaban los de Esmirna si cederían o no ante tan infame demanda, cuando una criada hermosa y honesta les propuso una solución:
-Vestid con los trajes de las señoras a vuestras criadas y enviádselas a los enemigos.
No les pareció mala la propuesta y así lo hicieron.
Recibidas las supuestas damas por los Sardos, todo el día se entregaron al placer con ellas; al anochecer vieron los Esmírneos que estaban ya los sardos descuidados y sin fuerzas para pelear, entonces salieron con gran ánimo y mataron a unos, cautivaron a otros y quedaron los sardos deshechos y destruidos, más gracias a los encantos de las mujeres que no a las armas de los hombres.

13 marzo 2007

Discrección y agradecimiento.


Filipo (382 adc – 336 adc) fue rey de Macedonia desde 355 adc hasta su muerte. Se dedicó a unificar todas las ciudades estado de la antigua Grecia para allanar el terreno de la conquista y de la gloria a su hijo Alejandro Magno.
En cierta ocasión estaba Filipo en un lugar alto para mejor presenciar el numeroso grupo de cautivos que le pertenecían como despojos de una victoria conseguida. No se había preocupado de colocar bien su vestimenta y como en aquella época no se estilaban los calzones, los prisioneros miraban hacia arriba y murmuraban de la horrible postura del rey que enseñaba sus “ pudendas partes” sin notarlo ni saberlo.
Uno de los capturados vio la ocasión para que le liberara y pidió en voz alta al rey que le liberase ya que había sido su amigo desde niño.
El rey le miró, pero su cara no le sonaba de nada, por lo que preguntó:
-¿Dónde fuimos amigos?
El prisionero respondió:
-Te lo diré, pero ha de ser en secreto.
Le hizo subir a donde él se hallaba y cuando el rehén estuvo cerca dijo:
-He dado este rodeo y te he mentido, rey Filipo, para advertirte de que tienes al descubierto tus partes íntimas y que desde allá abajo se te ven muy feamente, así que cúbrete.
El rey agradeció el aviso, alabó entre sí la discreción de aquel hombre, y dijo en alta voz:
-Ya recuerdo nuestra amistad; a partir de ahora eres libre. Hoy día, en una situación similar , el cautivo sacaría unas fotos y vendería la exclusiva a una revista de gran tirada. La mercancía sigue siendo la misma, pero el precio ha cambiado, antes era la libertad, ahora un motón de monedas.

12 marzo 2007

Derechos humanos, androides y robots.


Hace más menos 15.000 años que el hombre comenzó a domesticar animales y sólo 30 años que hizo la Declaración universal de los derechos del animal (Londres, 23 de septiembre de 1977). Mucho antes el hombre ya era hombre, pero tuvo que esperar hasta el año 1948 para hacer la Declaración universal de los derechos del hombre (10 de septiembre de 1948). A la vez que hombres había niños y éstos esperaron hasta el 20 de noviembre de 1989 para ver recogidos sus derechos en la Convención sobre los derechos del niño ( Nueva York, 20 de noviembre de 1989). Hombres y mujeres, niños y niñas no vieron el convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la Biología y la medicina hasta el cuatro de abril de 1977 (Convenio de Asturias de bioética). No existen aún robots genuinamente inteligentes y ya un comité de expertos surcoreanos está redactando el primer código ético que regirá las relaciones entre los humanos y los ingenios mecánicos que se inventen para ayudarnos en las labores cotidianas. Se justifica el este código alegando que es necesario para evitar que los robots sufran abusos, incluso sexuales, por parte de los humanos. Se teme que, con la evolución de los robots para el hogar, dichos androides puedan llegar a parecer esposas «virtuales» tan serviciales y complacientes que harían que muchos hombres se engancharan a ellas como hoy ya lo están a internet. Dicen también que estas leyes sobre robótica resultan más necesarias que nunca para impedir que los androides dañen a las personas y viceversa.
Humanos y animales hemos esperado mucho tiempo para que se nos reconozcan derechos que nunca se cumplirán; androides y robots sin apenas existir ya los tienen. Probablemente les sirvan para lo mismo que a nosotros, es decir , para saber lo que en teoría tenemos y prácticamente no podemos disfrutar.

09 marzo 2007

Habituación a los estímulos.

Siempre se han criticado a los romanos las crueles prácticas de violencia gratuita que ejercitaban en el coliseo como espectáculo público. Allí los gladiadores entablaban dura lucha hasta matarse, ante el regocijo de los espectadores. Opinan los críticos que el “ pan y circo” tenía adormecidos a los ciudadanos, los cuales ya no pensaban en otras cosas y trasladan la situación a diferentes épocas de la sociedad española, donde unas veces el “pan y toros” y otras el “ pan y fútbol” cumplieron la misma función que el “pan y circo” latino. Pero se equivocan radicalmente quienes así enjuician a los romanos,. La función que tenían estos macabros juegos era la de que los jóvenes y hombres no familiarizados con la guerra viesen los filos de las espadas, las agudas puntas de las lanzas, las cuchilladas, la sangre por todos los sitios, las terribles heridas y la muerte de los hombres ya que de esta forma se habituaban a los estímulos bélicos, perdían el miedo e iban más animosos a la guerra. Enseñaban a sus hijos los peligros reales antes de que se vieran envueltos en ellos. Sucede que la habituación a los estímulos bélicos hizo que los romanos no huyeran de las espadas y así conquistaron el mundo.

08 marzo 2007

Masculino vs. femenino. ( Día internacional de la mujer)

Aïcha Belarbi socióloga y ex secretaria de Estado de Cooperación de Marruecos presentó estos datos:
Las mujeres representan el 50 % de la población mundial. Las mujeres representan el 70 % de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza. Las mujeres representan las dos terceras partes del trabajo realizado. Las mujeres ostentan el 10 % de la riqueza mundial. Las mujeres poseen el 1 % de la propiedad mundial. El 67 % de mujeres del mundo son analfabetas.
La mitad de la población mundial o algo más es mujer, si embargo, la gloria, el éxito, la fama y el poder está en manos, casi exclusivamente, de los hombres. Las cosas van cambiando poco a poco y la mujer va ocupando las parcelas que le corresponden en todos los ámbitos, pero no deja de ser curioso que en la red, fuente de información más potente actualmente, usando el buscador más popular (“Google”) si introducimos términos dicotómicos, nos encontramos un predominio de lo masculino:
-Aproximadamente 83.300.000 de hombre y 71.800.000 de mujer.
-Aproximadamente 18.000.000 de macho y 4.880.000 de hembra.
-Aproximadamente 37.200.000 de chico y 27.900.000 de chica.
-Aproximadamente 1.890.000 de fraile y 1.590.000 de monja.
-Aproximadamente 19.100.000 de masculino y 11.800.000 de femenino.
-Aproximadamente 8.670.000 de masculina y 9.620.000 de femenina.
-Aproximadamente 121.000.000 de nosotros y 3.600.000 de nosotras.
-Aproximadamente 10.500.000 de vosotros y 794.000 de vosotras.
-Aproximadamente 28.000.000 de toro y 9.700.000 de vaca.
-Aproximadamente 103.000.000 de actor y 7.660.000 de actriz.
-Aproximadamente 1.410.000 de fulano y 419.000 de fulana.
Podría seguir buscando términos dicotómicos y probablemente me encontrara más términos en la variante masculina que en la femenina. ¿ Hay más palabras de género masculino que de género femenino o hay más hombres que mujeres en la red o hay más información para hombres que para mujeres o, simplemente, la red es un reflejo de la sociedad machista?.

07 marzo 2007

Agradecimiento y venganza.



Estaba la ciudad de Roma cercada por un numeroso ejército enemigo. Los guardas romanos, cansados de vigilar sus movimientos y hartos de esperar un ataque que no acababa de llegar, se quedaron profundamente dormidos. Aprovecharon los cercadores este momento para intentar colarse sigilosamente en el capitolio por medio de escalas, pero los gansos romanos oyeron los ruidos que hacía el enemigo y graznaron con fuerza alertando a los que dormían. Se despertaron los guardas y defendieron con éxito la ciudad.
Comprendieron los romanos que se habían salvado gracias a los gansos y para agradecerles tan gran favor, criaron a muchos con esmero y delicadeza. Notaron también los romanos que los perros no habían ladrado y entendieron que no habían cumplido con una de sus obligaciones por lo que cada año, en la misma fecha que la del fallido asalto, ahorcaban a algunos perros.
Aunque entre los romanos era más potente la ambición que el agradecimiento, e incluso que la venganza, en este caso vemos como la simple contingencia de sucesos les llevó al magnánimo agradecimiento hacia los gansos (por ruidosos) y a la absurda venganza contra los perros (por silentes).

06 marzo 2007

Longevidad y cambio climático.


La esperanza de vida de los españoles aumentará cuatro años de aquí a 2050, hasta alcanzar una media de 87,9 años en el caso de las mujeres y 81,4 en el de los hombres, según un informe de la Oficina Estadística de la UE, Eurostat. El estudio pone de relieve que las españolas son las más longevas de la UE (83,9 años), seguidas de las francesas (83,8) y las italianas (83,2). Por su parte, la esperanza de vida entre los españoles es de 77,4 años, lo que los sitúa en el cuarto puesto en los Veintisiete, sólo superados por los suecos (78,4), los malteses (77,7) y los italianos (77,6). En toda la UE las mujeres son más longevas que los hombres, con una diferencia media de 6 años (ellas viven una media de 81,5 años y ellos, de 75,4). El proyecto “Climate Prediction”, el más completo estudio sobre el cambio medioambiental de la Tierra, desarrollado por la Universidad de Oxford, predice que en el año 2050 habrá en España y en el resto de Europa Occidental, gran parte de África y Estados Unidos un incremento de temperatura entre cuatro y seis grados.
No se si habrá alguna relación entre estos datos, pero parece que cuanto más se incrementa la temperatura de la tierra, más aumenta la esperanza de vida de hombres y mujeres, a pesar de todos los negativos augurios sobre el cambio climático. Lo más probable es que cuantos más años vivamos mayor número de enfermedades padezcamos y más efectos perniciosos provoquemos en el clima, bien sea por el mayor tiempo que permanecemos consumiendo de bienes y servicios o bien porque necesitemos mayores cuidados (a más edad, más calefacción, más aire acondicionado, más quirófanos, más productos farmacéuticos…) o bien porque el cambio climático nos obligue a un esfuerzo adaptativo siempre mediado por una ingente producción de artilugios. Sea como fuere, parece confirmarse la famosa regla de los signos de multiplicación: Más por más es igual a más; Más por menos es igual a menos; Menos por más es igual a menos y Menos por menos es igual a más.

05 marzo 2007

El ajo como cebo.

Los viajeros Europeos que visitaron España, especialmente en los siglos XVIII y XIX, llenaron sus libros de tópicos que algunos aún perduran. África comenzaba en los Pirineos y España era (o es) diferente. Vieron a los españoles como perezosos, orgullosos, fanáticos, lascivos, supersticiosos e ignorantes, dominados por los celos y el deseo de venganza; dormitando al sol en invierno y a la sombra de una iglesia en verano, durmiendo la siesta y asistiendo a misa diariamente.
El atraso y la pobreza con respecto a Europa se explicaban por la indolencia, la falta de espíritu y la aversión al trabajo, junto con el papel negativo de la Iglesia y su insaciable avaricia que tenía dominados a los españoles, convertidos en esclavos de los clérigos.Pero el tópico más recurrente fue y es el de que España huele a ajo y algo especial deben tener los ajos ya que Aristófanes se los aconsejaba a atletas y soldados para incrementar su valor y su coraje; Plinio vio la capacidad de los ajos para curar la tisis, Virgilio comentó que el ajo realzaba y mantenía la fuerza de los trabajadores, Celsio recomendó el ajo para curar la fiebre e Hipócrates pensó que era una buena solución para muchos problemas de salud. El olor a ajo atrajo el año 2006 a casi 58,5 millones de turistas extranjeros, un 4,5% más que en 2005, lo que supone un nuevo récord histórico. Los turistas proceden, en su inmensa mayoría, de Reino Unido, Alemania y Francia . Ahora España es el país preferido por los europeos que quieren trabajar en el extranjero, según una encuesta publicada hace unos días por el Financial Times. El 17% de los entrevistados señala a España como el lugar en el que les gustaría trabajar, frente al 15% que prefiere Reino Unido o el 11% que se inclina por Francia.
Parece que el olor a ajo, si antes actuó como repelente, funciona ahora como cebo a la vista no ya de los números del turismo, sino de los deseos de los trabajadores europeos.

02 marzo 2007

Razones y disyuntivas.


El rey persa Darío (522 a. C.-486 a. C.) tuvo indicios racionales de que Intafernes estaba conspirando para rebelarse contra él y ordenó que le metieran en prisión junto con toda su familia, para condenarlos a muerte. La mujer de Intafernes fue a las puertas del palacio llorando y dando voces y alaridos hasta que el rey, conmovido por aquellos llantos, le dijo:
-En atención a tu dolor, perdono la vida a uno de los presos y te dejo escoger a quien se ha de salvar.
La mujer, después de una pausada reflexión, contestó:
-Si me concedes la vida de uno de los presos, escojo de entre todas, la vida de mi hermano.
Sorprendido Darío por la elección de la mujer le preguntó por qué teniendo a su marido y a sus hijos condenados a muerte, prefería la vida de su hermano, que ni le tocaba tan de cerca como sus hijos ni le podría servir de tanto consuelo como su marido.
Respondió la mujer:
-Si quieren los cielos, ¡oh rey! No ha de faltarme otro marido del cual conciba otros hijos, si pierdo los que tengo, pero otro hermano sé bien que no tengo esperanza de volver a lograrlo, porque ya han muertos nuestros padres.
Le pareció tan acertada a Darío la razón y la inteligencia de aquella mujer que no sólo salvó la vida de su hermano, sino que además le concedió la vida de su hijo mayor. Mató a todos los demás y acabó con los intentos de revuelta. Lo cuenta Herodoto.
Cuando en la vida se presentan disyuntivas, no hay más remedio que optar por una opción y descartar las otras; las razones y motivos del por qué de la decisión sólo las sabe quien las toma, salvo que nos las cuente, como hizo la mujer de Intafernes.

01 marzo 2007

Consejeros y asesores.

Tenía Alejandro Magno mal talante con sus enemigos e incluso con los pueblos vecinos aunque no fueran adversarios declarados. En cierta ocasión dirigió hacia la ciudad de Lampsaco todo su ejército con la intención de destruirla sin dejar títere con cabeza. Vivía en esta ciudad el filósofo Anaximenes que había sido su maestro y, al ver las malas intenciones que traía su discípulo, salió a su encuentro para rogarle que tuviera piedad con sus vecinos. Nada más que lo vio Alejandro, adivinando sus propósitos, dijo en voz bien alta:
-Te doy mi palabra que no voy a hacer lo que me vas a pedir.
El filósofo respondió a la advertencia de la siguiente manera:
-Señor, lo que te pido que hagas es que destruyas esta ciudad sin perdonar ninguna cosa en ella, que bien se lo merece por haberte sido rebelde.
Quedó confuso Alejandro y comprendiendo que no podía hacer otra cosa, perdonó la vida a los ciudadanos de Lampsaco, según cuenta Valerio Máximo.
A veces tiene mejores resultados hacer lo contrario a lo que te aconsejan o recomendar lo opuesto a lo que deseas que se haga.