el cazurro ilustrado

27 junio 2009

Repetición y fracaso escolar.

Ahora que el curso terminó, ahora que los alumnos que han suspendido deben seguir estudiando para enfrentarse en septiembre a los exámenes de las asignaturas cateadas y, en algunos casos, evitar la temida e ineficaz repetición de curso, conviene poner los puntos sobre las ies y las jotas de este espinoso tema.
Cuando un alumno suspende tres o más asignaturas y no ha repetido, se opta generalmente por la repetición de curso, como una medida que le ayudará a “ponerse al día”, “a madurar”, “a aprender lo que no ha aprendido” para así probalibizar el éxito en los cursos venideros. Y esto se hace a pesar de que tanto la experiencia en los centros demuestra que muchas veces un alumno permanece un año más en un curso por haber suspendido tres asignaturas y en el curso repetido suspende, no ya las tres que provocaron la repetición sino cinco, seis o siete asignaturas, como los numerosos estudios que ponen de manifiesto que la repetición, en la mayoría de los casos, plantea más problemas de los que pretende resolver. Así, en los países escandinavos o Japón, donde se ha eliminado totalmente la repetición con el convencimiento de que sus efectos negativos sobrepasan con mucho los posibles beneficios, se obtienen generalmente resultados superiores a la media internacional en la medida del nivel de conocimientos de sus alumnos gracias a otro tipo de medidas preventivas que, a la larga, resultan mucho más eficaces para combatir el fracaso escolar.
José Saturnino Martínez García, del Departamento de sociología de la Universidad de La Laguna (Canarias) señala sobre la repetición de curso, que es una práctica escolar costosa y poco exitosa. Es costosa, pues sale más caro repetir por completo un curso que reforzar las materias en las que el rendimiento no es bueno. Y es poco exitosa pues la proporción de abandono escolar es alta entre los repetidores, debido al estigma, que puede hacer que tanto los profesores como los estudiantes se esfuercen menos en mejorar el rendimiento.
Esto se debe a que la comprensión del fracaso escolar como problema individual lleva a interpretar que los alumnos que repiten curso realmente no son «buenos» alumnos, y, por tanto, ni profesores ni estudiantes se esfuerzan por mejorar.

Es particularmente llamativo que siendo los resultados educativos en el “Informe PISA” de Castilla y León y La Rioja casi tan buenos como los de Finlandia, sus tasas de fracaso escolar son prácticamente del cuádruple y del séxtuple, respectivamente. Deben ser dos de los lugares del mundo donde es más difícil obtener el título mínimo de la educación obligatoria.
Empíricamente no hay evidencia clara de que la repetición mejore el rendimiento de los alumnos. ( Roderick, M "Grade Retention and School Dropout: Policy Debate and Research Questions", Research Bulletin Phi Delta Kappa Center for Evaluation, Development, and Research; Jimerson, S.R.y otros . "Beyond grade retention and social promotion: promoting the social and academic competence of students", Psychology in the Schools).
Aletta Grisay en “Repetir curso a adecuar el currículo”, explica que en Bélgica existen tres sistemas educativos: el holandés, el alemán y el francés. En este último hay una mayor proclividad al suspenso y a la repetición de curso. En los otros dos la promoción es automática: se pasa de curso por cumplir la edad correspondiente. Pues bien, en todas las evaluaciones -tanto nacionales como internacionales- estos dos sistemas salen mejor parados que el francófono (en el cual casi una cuarta parte los alumnos que finalizan la primaria han repetido al menos un curso).
C. Seibel, en « Genèses et consequences de l’échec scolaire : vers une politique de prévention », Revue Française de pédagogie, detaca: “en tanto que media paliativa se desaconseja formalmente hacer repetir al alumno, puesto que los efectos de esta práctica son nocivos o, en el mejor de los casos, neutros; además, esto se ha comprobado de forma tan general que no debería subsistir ninguna duda razonable al respecto”.
Andreas Schleicher, uno de los responsables del “Informe PISA” destaca el alto consumo de recursos que provoca la repetición y recomienda “ayudar de forma individualizada a los alumnos con dificultades”.
Dennis Meuret, un investigador francés sobre este tema, afirma: “Está demostrado que no hay diferencia entre repetir y pasar de curso con apoyos. Que un alumno repita cuesta entre dos y tres veces más que el hacerle pasar de curso y ponerle un profesor de apoyo. ¿Por qué en nuestro sistema conseguir un profesor de apoyo es dificilísimo, y repetir es automático?.
Elena Martín, profesora de Psicología de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma "Lo que está claro es que la repetición por sí sola no soluciona los problemas, hacen falta medidas de apoyo tanto si repite como si no".
Después de estos abrumadores datos ¿por qué seguimos con la sistemática, caduca y trasnochada medida de la repetición? Quizás porque nos hemos acostumbrado a buscar la llave donde hay luz y no donde la hemos perdido, pero como decía Einstein, “ si quieres resultados diferentes, no sigas haciendo lo mismo”.

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21 junio 2009

Un axioma de "Verdad".


Uno de los axiomas más esenciales para vivir una vida con cierta decencia intelectual es el que establece y asegura que lo que no existe, ni es blanco, ni es negro, ni burro ni caballo, ni malo ni bueno, ni grande ni pequeño, ni feo ni guapo y de este importantísimo invento nacen infinitas luces para el avance de los conocimientos naturales y científicos.
Aunque a primera vista parece que no dice más que una verdad tan sencilla y tan obvia, que cualquiera se la tiene sabida sin ciencia alguna, esta clase de verdad encierra dentro de ella una productiva mina de consecuencias y verdades apuradas, tan copiosa que de sus entrañas sale todo el meollo y sustancia de las ciencias y así sin ella sería imposible poder formar ni un mediano matemático, ni un pasable químico ni un psicólogo razonable.
Sin embargo, en esta posmodernidad de primeros de siglo 21, muchos listos y listas, flor y nata de la erudición misma, escriben para mequetrefes y mequetrefas, ignorando este preciso y precioso axioma, poniendo color, raza, tamaño, estética, ética, posición, causa, consecuencia, materia y forma, a todo aquello ni existe, ni es, ni está, ni es cierto.
Cualquier ligera sospecha lleva a estos pseudocientíficos a buscar y encontrar un nuevo mundo. Llega a tanto su osadía que creen que han hecho un gran favor a la humanidad, a la civilización y a la cultura. Y es que como dijo Louis Dumur "Los hombres no piden la verdad. Sólo quieren que se les disfrace la mentira.”

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13 junio 2009

Una de burras con mala baba.

Me contaron ayer y yo hoy lo doy por cierto que hace ya algunos años, cuando aún los gitanos iban por los pueblos a arreglar cazuelas y paraguas y a traficar con burros, se instaló en los arrabales de una aldea un campamento de zíngaros. Fueron casa por casa ofreciendo sus servicios con más ahínco que como lo hacían los testigos de Jehová las mañanas de los domingos. Pronto salieron las paisanas de sus casas con los cacharros estropeados para que les restañaran sus agujeros y con los paraguas necesitados de reparación en sus ballestas. El cura, que tenía un burro viejo, intentó el trueque del animal por una burra joven sin poner ni una sola peseta en el cambio. El gitano jefe, cansado de tanto descaro, de tanta negociación y de tanto regateo, mandó que sus secuaces rodearán al cura, no para hacerle la última propuesta, sino para darle una orden dicotómica de obligado cumplimiento: “o te cagas en el altísimo o mantienes relaciones con la burra”.
Puesto el cura en tal tesitura y valorando los pros y los contras de cada una de las propuestas, argumentó que su condición de religioso le impedía usar el nombre de Dios en vano, por lo que, con hondo pesar en su corazón, se decidió por la segunda parte de la proposición. Hicieron corro los zíngaros, situándose en el centro el cura y la burra. No debió gustarle mucho a la burra lo que el cura intentaba, porque no paraba de moverse. Cansado el cura de los fallidos ensayos orgiásticos, exclamó: “cagüendios, sujetad a la burra”.
Así pues, muchas de las proposiciones disyuntivas que nos ofrece la vida, se convierten en conjuntivas; el “o” se torna en “y” como consecuencia a los más oscuros designios del destino. Además, el relato pone de manifiesto la injustificada inquina del vulgo no ya solo contra la etnia gitana, sino también contra los representantes de dios en la tierra.

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