el cazurro ilustrado

14 julio 2015

14 de julio. Toma de la Bastilla.

Tal día  como hoy, un catorce de julio de 1789, tuvo lugar la toma de la Bastilla en París,  que fue el inicio de la  Revolución francesa y el fin de  antiguo régimen. De los lemas “la palabra del rey  es ley” y “ Todo para el pueblo pero sin el pueblo” se pasó  al irrenunciable “libertad  igualdad, fraternidad”  que poco después Napoleón  trastocaría  en “ Infantería, Artillería, caballería” hasta llegar a estos tiempos que corren, convertido en  “economía, crisis, deuda” o su equivalente “esclavitud, desproporción, hostilidad” por los neocon y los países anglosajones (protestantes);  que hartos  ya  de los PIGS (Portugal, Italia, Grecia, Spain-católicos-) han decidido darles una cura de humildad, empezando por Grecia, a la que llevarán  a la misma desesperación que si hubieran  declarado una guerra. Angela Merkel y sus socios deberían saber  que, de seguir así,  se enfrentarán  a gente  que no tendrá nada que perder y entonces habrá que tomar la Bastilla nuevamente.

08 julio 2015

Del antiguo uso de nadar y bañarse los cuerpos de los hombres y mujeres.

Esto escribió Jerónimo Roman, fraile profeso  de la orden de san Agustín, en la segunda parte de su “Repúblicas del  mundo  divididas en tres partes” en el año 1595.
                                        
Esto de nadar  se usa en todas partes, principalmente en verano, que como los cuerpos se llenan de calor, se recrean mucho y suele ser provechoso, principalmente a los carnudos, porque los enmagrece y también lo que toca  a los baños, que depende uno de otro, y aunque en Castilla comúnmente no los usamos, en otras partes hay  estufas y baños  y otros regalos que, imitando a los antiguos, llevan adelante sus placeres, yo bien  se que son lícitos y necesarios  y que personas santas y buenas   usaron de ellos, o para recrearse  o para remedio de enfermedades secretas que hay cada día en los hombres  y mujeres:  de cada cosa diremos un poco. En lo que toca  al nadar  no hallo cosa tan antigua como quisiera, porque  de los que he leído en la escritura no se saca la antigüedad, sino el uso del nadar,  y así hallamos memoria en los libros profanos y a  ellos seguiré: sino es que digamos que la hija del faraón nadaba (según su costumbre) iba al Nilo a  bañarse, como aparece en el “Éxodo”, a donde  se lee que yendo ella con sus doncellas  a bañarse, hallaron al niño hebreo que era Moisés.  Pero  esto  más es bañarse que nadar, no hallo  otra antigüedad de este propósito en la escritura. Para dos cosas se halló  este  ejercicio, la una para salud de  los cuerpos que es muy provechosa en tiempo y sazón y para huir del peligro en la tempestad  del mar y ríos : porque es cierto que en un peligro de mar la nao, o galera que corre peligro de fuego o tempestad, puede uno que es buen nadador  acogerse a otra que esté cerca  y librarse, y en los ríos  si el barco o cabalgadura  pasando cae, o se quiebra, puede salir  fácilmente a la ribera, y así tengo por principal habilidad, y en algunas repúblicas  antiguamente se tuvo  cuenta de que  se ejercitasen  los mancebos en nadar, y había salarios  señalados  para el maestro que enseñaba . Y hoy en la ciudad de Toledo se usa, y hay señalado puesto donde naden y el que nada sin saber tiene perdidos los vestidos, y son del que los enseña.  Cuando o quien enseñó al principio  a nadar, no lo sabría decir, yo creo  que diversas gentes lo hallaron en sus tierras y provincias  y que lo tomaron de los pescados, y sobre todo tengo por opinión que lo  aprendieron de las ranas, porque quien viere nadar  a una rana, verá  nadar propiamente a los muchachos, porque miradas las piernas, como las tienden, cómo las abran y las cierran no hay ninguna diferencia de lo que vemos hacer a  las ranas. Así mismo mirado como las ranas  saltan de las riberas de los arroyos al agua, semejante  a lo que hacen los hombres; yo soy de  este parecer. También  a los principios  comenzaron a nadar  sobre cueros hinchados y vejigas llenas de viento y sobre ciertos zarzos pequeños, hechos de  cañas enteras, porque así probasen poco a poco las fuerzas de las aguas y hoy lo hacemos  así  y añadimos calabazas, las cuales pro ser fáciles, nunca se hunden. De esta opinión es Olao Magno, hablando de las guerras navales. Para ser uno buen  nadador tiene  necesidad de tener poco bazo, porque ayuda mucho esto para no respirar nadando. Muchas gentes hubo que tuvieron cuidado que este ejercicio de nadar se usase en sus  repúblicas, y  se tuvo por una de las cosas necesarias a la guerra , porque en ella se ofrecen muchas cosas particulares, por donde se puede librar  un ejército, o perecer, porque  suelen toparse  grandes lagos o ríos  y como dije  para librarse  en las cosas  desastradas  del mar, y así  Vegecio en el Re militari  dice: como los romanos enseñaban a su nuevos soldados el uso de  nadar, y sabemos  que a los muchachos los enseñaban a nadar , y en el Tiber  tenían un sitio a donde concurrían  todos y allí aprendían. Alejandro de Alejandro dice  que conforme a la disciplina de Aristóteles enseñaban los griegos a nadar a sus muchachos. Los ictiófagos, vecinos de los trogloditas  son  en gran manera grandes nadadores. Entre los griegos principalmente  en Atenas para mostrar la rudeza de un mancebo, traían  por refrán, que ni sabía letras ni nadar, porque estas dos cosas  eran muy comunes a los mozos, y después se llevó  la costumbre a Roma, Y así Octaviano, como dice Suetonio,  enseñó las letras y a nadar  a sus nietos. De  Caligula se lee que  fue hábil y dispuesto, para aprender cualquier cosa, pero el nadar nunca le entró. En fin, Platón  en sus leyes y Aristides en la Apología contra cuatro oradores muestran cuan torpes ingenios eran los que  ni nadar ni letras sabían. Alejandro magno mucha pena recibió una vez que se halló riberas de un hondo  rio, sin puentes ni barcos, y así en alta voz con un suspiro dijo: Oh desventurado de mí, que nunca supe nadar! Pero esforzado se acometió  entrar en el agua  y pasó  del otro cabo del rio, y a su ejemplo hicieron lo mismo los otros. Pero Julio César fue gran nadador, y así  se libró de muchos  peligros, principalmente en Egipto en la guerra contra Ptolomeo, porque se echó por una ventana y atravesó en Alejandría  un gran brazo de mar, hasta llegar a los suyos. Los Batates que son vecinos del rio rin, en  Alemania, se precian de grandes nadadores porque armados pasan el rin  que es de los mayores de Europa, y así dice Eneas Silvio en un libro de los hechos del rey  don Alfonso que presumen por ello mucho: Los septentrionales que son los de Gothia y Scandinavia también son grandes hombres en nadar, y tienen  diversos ingenios para ello, como parece por Olano Magno, en la historia de aquella gente, y para los hombres armados también da sus reglas ciertas  como han de nadar, que es llevando un cuero hinchado, o muy ligado al pecho y tener  el piezgo, o una fistula en la boca para darle aire, y así   añadiendo otras cosas que allí dice se nada por los ríos de aquella región.
De muchos hombres grandes nadadores hay hecha mención en diversos  autores, así como aquel que llaman Peje Colón que era tan amigo de andar  en el agua que no podía vivir  en la tierra, ni se hallaba en ella. Así cuenta Alejandro de Alejandro de muchos  que fueron diestros en el nadar. Pero Aristipo  aborrecía mucho a los  que lo sabían , y pruébase ser así por uno que llegó a él  y loándose  de que sabía nadar bien, el filósofo  se rió y le dijo: no tienes vergüenza de loarte  de una cosa  que el delfín y la caña  lo hacen mejor que tú?. Así lo dice Diogenes Laercio  en la invención  del nadar se entienden los que  llaman guzanos, que  en latíbn  son dichos vrinatores, estos allende de nadar  diestramente, se zambullan debajo del agua  y están por gran tiempo debajo. De estos  hay muchos  en Indias, porque sacan perlas, hay hombres que nadan sin detenerse ni parar legua y media y dos y cuatro  que  es cosa notable. Los astrólogos dicen que tener esta inclinación los hombres procede de las influencias celestiales al tiempo que  nacen, y así  el que naciere  en el signo de piscis, será  gran nadador, y según esto yo no nací  en este signo, porque no soy amigo de nadar, ni de navegar, ni aún querría pasar vado, porque me hallo mejor  ir por la puente, y aunque sea atajo por la barca, ma parece que llegaré más presto por encima de la puente. Y pues  hemos tratado del nadar vamos a los baños que también  es andar en el agua, aunque de diferente manera.
El uso de los baños y su antigüedad  es grande, y sin duda que la hija  de Faraón cuando se iba  a bañar  ribera del rio Nilo se  bañó con sus  olores y otros regalos  que trae este ejercicio. Después en la escritura hallamos el uso de los baños. Así leemos  en Ruth  que Noemí, suegra de Ruth le mandó  que se lavase y se ungiese. Y cuando David se enamoró de Bersabé la vio bañarse, y Judith al tiempo que fue a la tienda de Holofernes se bañó y ungió con olores suavísimos, como lo leemos en su libro. Platón dice  que usaban los antiguos del baño para luchar: porque  como luchaban desnudos emblandecían los cuerpos y  los hacían correosos, y después se  revolcaban  en la arena  para que  no  deslizasen las manos, cuando venían al pelo. En sus  principios  no se llevaba a los  baños más que  aceite, y con aquella y agua caliente se limpiaban, después  se añadieron muchos ungüentos, con  que crecía la lujuria y se  aumentaban los vicios. Hoy tenemos baños de dos maneras, unos artificiales a donde s e suda, y fuentes de agua caliente, que llamamos los  baños, como los de Ledesma, Orense y otros. Usose  a cerca de diversas gentes mucho el bañarse, y no solo  hacían  esto los ricos, más el  común  pueblo, y aun eran  unos los baños de los  pobres  y de los ricos.  Y así dice Alejandro de Alejandro que  acerca de los griegos  eran unos  los baños para  los pobres y ricos, y así acudía mucha gente y olía mal el lugar. No se permitía el bañar de noche, ni antes que amaneciese, pero luego por la mañana si,  y a par de tarde. Adriano emperador mandó que nadie se bañase hasta el mediodía y allá a la tardecita. Severo  permitió que de noche  se pudiesen  bañar  y proveyó  de aceite  para las lámparas  y luminarias  que allí había para ver. Los nuestros antiguos lusitanos y los espartanos tenían hecha ley rigurosa contra los que se bañasen con agua caliente, de donde  se saca  que sus  baños era el  nadar. Los  celtiberos que eran los que vivían  junto al rio Ebro y los cántabros que son los navarros y vizcaínos, no usaban  baños de agua, más solamente se lavaban como nosotros ahora, y se  limpiaban los dientes o los enjuagaban . Entre los persas aunque cada día se lavasen  cuando habían conversado con alguna mujer, se lavaban con particular cuidado. Entre los cartagineses   mucho se usaron los baños, y así había baños para los principales y distintos de los del común del pueblo, y no era lícito ir el plebeyo al baño, a donde s e había bañado el patricio ilustre. Los etíopes tenían una  fuente famosa donde se bañaban y después se untaban con aceite, con el cual baño  hacían desenvueltos  los miembros del cuerpo. Eliano en su Varia  historia dice que los Dardanos tenían ley en lo tocante a bañarse, que a ninguno le fuera permitido el  baño, sino tres veces en la vida, o por mejor decir, dos : la una  cuando nacía, la segunda  cuando se casaba, la tercera después e muerto. Los  Escitas  jamás s e bañaban, más solas  las mujeres tomaban agua y la  echaban   sobre el hombre, y después con unas piedras ásperas los frotaban y después tomaban  hojas y ramas  de cipreses e incienso y cedro, y con esto les daban otra  mano, y aquello era sum manera de bañarse.  Así leemos de Marco Agripa, que por agradar al pueblo hizo  ciento setenta  baños con sus  aparejos necesarios, dividiéndolos  con títulos d provincias,  que  quizás  fue para representar que tantas gobernaba Roma. Adriano no quería que se bañasen sino de  ocho a ocho días, sino fuesen los enfermos.  Solían ser los baños de los hombres y de las mujeres  comunes. Pero después  Alejandro severo lo prohibió,  aunque ya leemos que Marco Aurelio dio orden primero. Las que  iban a bañarse pagaban  cierta moneda, pero Antonio Pio por contentamiento del pueblo hizo un baño, para todos los que quisiesen bañarse pudiesen hacerlo sin dar nada. Comodo como era viciosisimo, tan amigo era de los baños, que acaecía  lavarse  en un  día  siete y ocho veces. Gordiano y Galeno fueron más moderados, porque en verano se lavaban  cada día cinco veces, y en invierno dos. Algunos grandes hombres murieron en los baños, así como Agamenón, que estándose bañando le dio su mujer la vestidura que no tenía salida, y el Egisto acudió y asi fue muerto. El emperador romano cuarto llamado así, que imperaba en oriente, su mujer Zoe le mató en el baño. Y aún Epicuro también murió en el baño, porque queriendo retener la orina se murió. 
La gente que más  se ha dado a los baños es la morisca, y turca, porque  como son viciosisimos y muy lujuriosos, todos los medios que pueden hallar para emblandecer la carne los traen y los buscan. En España algún tiempo se usaron y conservaron en Granada y Valencia, por vivir moriscos en la tierra. Pero el rey  Don Alfonso el Sexto. Viendo que nuestros castellanos y leoneses enflaquecían  las fuerzas y peleaban mal, prohibió que hubiese baños, y de todo punto fueron quitados, y  así hoy no los usamos, a lo menos yo no sé qué son, ni cómo.

Es verdad que el mundo está lleno de enfermedades, que son necesarios, y por esto Dios provee ya de aguas templadas y salutíferas las cuales sanan a los enfermos. Y otros baños artificiales hay necesarios, que los médicos han hallado para la salud y sin pecado se pueden ejercitar. En tiempo de San Agustín cosa común era para todos, pues  en su regla da licencia que  vayan a los baños los monjes.  Esto se entiende  con necesidad y baste para el  propósito.