el cazurro ilustrado

04 enero 2017

Diagnóstico de la lepra

JUAN FRAGOSO (1530-1597)
 Estudió en la Universidad de Alcalá, donde se graduó de bachiller de medicina el año 1552. Ejerció la profesión en Sevilla hasta finales de 1570, fecha en la que se trasladó a Madrid como cirujano de la Casa Real. Allí permaneció el resto de su vida, primero al servicio de la reina Ana y, más tarde, al de Felipe II.
Asi aconsejaba que se hiciera el diagnóstico de la lepra.

 "Declaración acerca de algún leproso.

El cirujano tomará juramento al enfermo que dirá verdad de lo que fuere preguntado: procurará consolarlo con palabras blandas y amorosas: se informará de su régimen y dieta, si ha tenido almorranas , bubas o empeines en la cara, o cualquiera otra enfermedad. Hará una sangría ancha del brazo; y examinará si el color de la sangre es de tierra o de plomo, si huele mal, si es viscosa o untuosa, si arenosa y áspera; y si lavada la sangre con agua, colada por un paño delgado, y estregándola, se hallaren en lo hondo granos como de tierra, carnosos y ñudosos, pues que esto es grande señal de lepra. Se mirará la cabeza y el rostro; si hay granos e hinchazones duras y redondas por toda la cara; Si su color es denegrido, y si está untuosa. Considérese la caída de los pelos si hacen eras, y si en lugar de los caidos salen otros mas cortos y ralos. Se observará si la frente está arrugada como de leon; si los ojos están redondos y el aspecto fijo y sin moverse. Considérense los párpados si están hinchados; si se caen los pelos de las cejas; si lo blanco del ojo está oscuro, y si están húmedos. Mírense las orejas, si están contrahechas y redondas por haberse consumido la parte carnosa. Si las narices están por de fuera como abiertas e hinchada. Inspecciónese la lengua, y véase si está denegrida, hinchada, y si debajo de ella están las venas dilatadas. Si están los labios alzados, gruesos , duros , hundidos y denegridos o cárdenos. Si las encías están gastadas, sucias y ásperas y con mal olor. Si tiene el enfermo ronquera, la voz oscura, como quebrada, o que habla por las narices. Si tiene consumidos los músculos de las manos, especialmente entre el dedo pulgar y el indicador. Si en el cuero del cuerpo hay albarazos, desigualdades y aspereza migranujada; si hay herpes, sarna ulcerosa o como escamas, de donde sale salvado. Si hay dolor punzante en todo el cuero o adormecimiento.Si los sueños son espantosos, que parece que ven los pacientes a los demonios, culebras, cuevas, Sepulturas y cuerpos muertos.Si tienen desordenado apetito del coito. Si hay flaqueza en el pulso.Si la orina es turbada y gruesa como de jumento.Por último, si hay constipacion de vientre, y regueldos a menudo, se podrá concluir que cualesquiera que tuviere estas señales 6 las mas de ellas, padecerá de elefancia o lepra.”

03 enero 2017

Niños, maestros. Enseñanza y aprendizaje

PEDRO DE PERA MATO,1572-1599  portugués, estudió lmedicina en la Universidad de Salamanca. Escribió varias obras de medicina.En una de ellas:” Medicus librus de regimine infantis et de regimine pregnantis et puerperce nuncupat.”

En el capítulo 7.° muestra el modo de dirigir los niños hasta los catorce años,de guiarles por el camino de la virtud y las ciencias y qué se les debe enseñar.
¡Adelantado a su tiempo, supo ver los principios del aprendizaje! Sirva de ejemplo el siguiente pasaje:
“Los niños de ambos sexos han de tener sus consocios; debe proponérseles un premio para que los aplicados se estimulen, y los díscolos se animen a seguirlos : pero a éstos no se les ha de obligar jamás con amenazas y con castigos , sino animarles con elogios y buenas esperanzas. No se han de entregar a un maestro brusco por mas sabio que sea , porque sus voces , sus reprensiones duras, sus amenazas y sus penas no servirán sino para otra cosa que para hacer a los niños aborrecer para siempre las letras. Con suavidad y con dulzura se consigue lo que no con azotes y con afrentas.»