el cazurro ilustrado

23 mayo 2006

Psicólogos y etólogos a su pesar.


Las técnicas psicológicas más antiguas, ligadas a la subsistencia, tienen que ver con la caza, la pesca y la domesticación de animales. La relación práctica que el hombre ha mantenido con los animales ha sido siempre una fuente de conocimiento sobre sus comportamientos. Podemos considerar que los ganaderos han sido unos psicólogos comparados, sin saberlo. La adaptación de los humanos a nuevos entornos y la exploración de zonas geográficas desconocidas y hostiles facilitó la observación minuciosa de los comportamientos animales. La necesidad de cazar y pescar precisó de conocimientos sobre las costumbres de las presas y sus capacidades sensoriales. Las relaciones de nuestros antepasados con los animales contienen numerosas muestras del uso de técnicas de condicionamiento clásico e instrumental aplicadas a perros, vacas, ovejas, cabras, gallinas, caballos… así como de procedimientos para conocer y manipular la motivación y el carácter de los animales. Los adiestramientos incluían también conocimientos etológicos ( periodos críticos, impronta y troquelado) y amplios conocimientos sobre procesos de aprendizaje como la habituación y la sensibilización, la extinción, las diferentes variedades del condicionamiento clásico e instrumental y sobre diferencias individuales, comportamientos específicos de las especies o factores motivacionales. Conocimientos que se aplicaban también a la educación infantil y a las relaciones humanas..
El uso de estas eficaces técnicas psicológicas, aunque están desapareciendo, (al igual que lo hacen sus conocedores) llega hasta nuestros días. He visto aplicar algunas de ellas y os las contaré en los próximos posts.