el cazurro ilustrado

31 julio 2013

La Crónica de León. Jóvenes, felices e indocumentados.

Éramos jóvenes, felices  e indocumentados cuando allá por el año 1986 se fundó  “La Crónica de León”. Conocí  entonces  a algunos de los periodistas que comenzaron a trabajar  allí y me pasaba casi  todas las noches por la redacción para  aprender  de ellos.
El 12 de  marzo de 1986, día en el que se celebró el referendum de la OTAN, me publicaron un primer reportaje,   sobre Valdorria, al que seguirían  otros muchos   que  iban en la última página, al lado de la columna del  fallecido JF Pérez Chencho. También  en  aquel estupendo suplemento dominical que puso en marcha otro fallecido, Benigno Castro,  iba una  sección sobre Psicología que me encargué de escribir.
Así, poco a poco,  resolvimos los tres estados de los que partíamos. El más sencillo de solventar  fue  el de la  juventud, porque el simple  transcurrir del tiempo nos lo solucionó  y ya han pasado 27 años. Encontramos la felicidad y la  mantenemos aplicando aquel viejo principio que  dice que “cuando quieras  encontrar algo, ponte a buscar otra cosa”  así que, en vez de por la  felicidad, indagamos, investigamos, averiguamos o nos preguntamos por otras cosas más útiles (o inútiles) que nos preocuparon  y ocuparon al tiempo que nos olvidamos de la quimérica felicidad.
Indocumentados  estábamos o,  al menos, peor  documentados que ahora, pero todos los esfuerzos que se hicieron para documentarnos y  documentar  a la gente se van a cercenar a partir de hoy, día 31 de julio, cuando se  echa el cierre, de malas formas, (nunca se puede hablar de buenas formas  al cerrar un medio de comunicación) a un periódico que nos informó y documentó  en estos últimos 27 años.
Así pues, queda el grato recuerdo de cómo superamos la juventud, de cómo encajamos la idea de felicidad y de cómo conseguimos documentarnos, aprendiendo en primer lugar que  todo aquel que escribe debe reservarse el derecho de arrepentirse  mañana  de lo que escribe hoy.

Gracias  a todos los que durante  este tiempo arrojasteis manchas de  inteligencia sobre  nuestra blanca ignorancia.

26 julio 2013

La sociedad del riesgo ¿cero?.

El riesgo es una experiencia real en nuestra sociedad. Por un lado, tenemos la posibilidad de que se produzcan daños que afecten a buena parte de la humanidad. Son daños que, bien como catástrofes repentinas (accidentes nucleares, por ejemplo) o bien como catástrofes larvadas (la destrucción de la capa de ozono), están asociados a la universalización de la tecnología, a la globalización mal entendida y a sus consecuencias negativas. El efecto invernadero, las catástrofes nucleares, las epidemias o los derramamientos de petróleo no respetan fronteras entre países, entre ricos y pobres o entre padres e hijos. Por otro lado la posibilidad de morir en un atentado, en un accidente laboral o de tráfico, en un traspiés casero o atragantados comiendo pescado, son episodios, querámoslo o no, casi cotidianos
La cuestión no es tanto si los peligros de la sociedad actual son mayores que los del pasado, sino que hoy los peligros son habitualmente imputados a acciones y decisiones humanas. Cuando un peligro potencial se conceptualiza como riesgo se está afirmando que hay seres humanos que de algún modo son responsables de esta amenaza. Posiblemente alguien no frenó cuando debía; alguien no avisó a tiempo de que se acercaba la tormenta, o no se ocupó de limpiar el cauce del río seco, o no utilizó materiales de construcción capaces de resistir el temblor de tierra, o la policía no estableció los controles oportunos o las señales adecuadas o el cocinero no fue diligente limpiando el pescado... Si un daño pudo haberse evitado, entonces alguien es responsable. Comienza entonces la controversia para identificar culpables y establecer compensaciones. Entramos entonces en la dinámica del horror: indemnizaciones, homenajes, minutos de silencio....

Pero lo más importante en cualquier situación dolosa, como dijo Bocaccio en “El Decamerón”  “HUMANA cosa es tener compasión de los afligidos, y aunque a todos conviene sentirla, más propio es que la sientan aquellos que ya han tenido menester de consuelo y lo han encontrado en otros….Y así como el final de la alegría suele ser el dolor, las miserias se terminan con el gozo que las sigue”.

24 julio 2013

Por donde se empiezan los cestos.Cribado de cáncer de colon.

En la  línea del post anterior y para que tengáis  una  segunda opinión, después de las bondades   que  tendrá  el cribado de cáncer de colon, según dice la ministra:"Se trata de una prueba que salva vidas, era nuestra obligación. No sabes cuánto va a ser el coste de su puesta en marcha y aplicación; pero el coste no importa, lo importante es salvar vidas".
J. Gervás  vuelve a poner los puntos sobre las ies y las  jotas en el asunto de la prevención y la  iatrogenia de la medicina posmoderna,  en la que ocurre lo mismo que en la sociedad Napoleónica, donde el mismo Napoleón decía que existían tantas  leyes que nadie podía estar  seguro de no ser colgado; desde hace un tiempo, ya no existen  personas  sanas, sino que les  falta una  revisión medica  a fondo.

El cáncer de colon es enfermedad del mundo desarrollado y parece que los intestinos de la clase media y de los ricos tienen gran atractivo para los médicos. Desde luego, los ricos pagan lo que sea para que se los vean (el culo y los intestinos) en busca de evitar todo mal, y la inmortalidad, con un cierto masoquismo
 El cribado del cáncer de colon pretende el "diagnóstico precoz", para aumentar la supervivencia. Desde luego, consigue aumentar el número de pacientes diagnosticados de cáncer que viven más sabiéndolo (pero no viven más "en total"). Es decir, aumenta la incidencia pero no disminuye la mortalidad. Son pacientes que se suman al "ejército de sobrevivientes al cáncer", etiquetados y tratados como tales, toda la vida amargada pendiente de una recidiva...¡pero sin beneficio alguno! (o con disminuciones de la mortalidad clínicamente insignificantes)
 En el mejor de los casos se evita una muerte por cáncer de colon por cada 900 pacientes cribados: la disminución de la mortalidad por dicho cáncer es mínima (en cifras absolutas) y no tiene efecto sobre la mortalidad total
El cribado mediante colonoscopia produce, en manos expertas, una hemorragia copiosa cada 150, una perforación cada 1.500 y una muerte cada 10.000
 Se promueve la alternativa de la colonoscopia virtual, por más que sea algo sin probar en el cribado, de dudoso beneficio y de daños ciertos (por la irradiación con la TAC)
 Hay que evitar, sobre todo, los cantos de sirenas de los que viven del cribado del cáncer de colon, con sus alianzas y sus intereses. ¡Cómo no van a creer en el cribado del cáncer de colon, sin comen de él!
Lo que procede es promover la dieta mediterránea (y los salarios y horarios laborales que permiten ese "lujo"), estar alerta ante los síntomas iniciales del cáncer de colon, aconsejar contra el exceso de consumo de drogas legales (tabaco y alcohol), explorar las bocas de los pobres y dejar en paz el culo y los intestinos de la población de clase media y alta (y de "sanos preocupados" de cualquier clase socioeconómica).”

07 julio 2013

Mamas y paraísos.


Juan Gervás, médico, profesor desde 1971 hasta 2003 en la Universidad de Valladolid; en la Universidad Nacional de Educación a Distancia y la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins en Baltimore (EE.UU.). Desde 1991 es profesor de la Atención Primaria de Salud en la Escuela Nacional de Sanidad, Madrid y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid. Con numerosas investigaciones a sus espaldas y múltiples publicaciones, concluye en uno de sus trabajos lo que pongo a continuación  y que  debería leer  cualquier  mujer.
  • La causa más frecuente de muerte en la mujer en España son las enfermedades cardiovasculares (fundamentalmente, ictus cerebral, infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca), responsables del 30% de las defunciones.
  • El cáncer de mama es frecuente como cáncer, pero sólo provoca el 3% de las defunciones de mujeres.
  • La mortalidad por cáncer de mama ha disminuido ligeramente en los últimos años, pero no por la mamografía sino por los avances en el tratamiento y seguimiento de las mujeres con cáncer "clínico" (con síntomas).
  • Una mujer de cada diez morirá de cáncer de mama, pero sólo entre las que llegan a vivir 85 años.
  • El cáncer de mama es mortalidad de mujeres ancianas, de forma que tienen 65 y más años la mitad de las mujeres muertas por cáncer de mama.
  • El cáncer de mama es la causa más frecuente de muerte por cáncer entre las mujeres menores de 50 años pero, con todo, en este grupo la probabilidad de morir por cáncer de mama es muy baja, de una mujer por cada 15.000 (la mitad de la probabilidad que en el conjunto de mujeres); de hecho, en este grupo la muerte por accidente doméstico tiene el doble de frecuencia que la muerte por cáncer de mama.
  • La mamografía se aconseja cada dos años, pero no se aconseja la mamografía ni por debajo de los 50 años (los pechos son muy densos y los errores muy frecuentes) ni en las mayores de 65 años (no vale la pena, es mejor el diagnóstico clínico).
  • La mamografía irradia las mamas y, aunque la dosis es pequeña, su realización incrementa la posibilidad de cáncer de mama, especialmente en casos de mutación de genes BRCA y Rb.
  • El cribado con mamografía no es una prueba diagnóstica, y sus resultados de sospecha pueden ser erróneos en doble sentido, de falso positivo (parece que hay algo malo, pero se demuestra al final que todo está bien) y de falso negativo (parece que no hay nada malo, pero al cabo del tiempo se demuestra que crece un cáncer).
  • Si se hacen cinco mamografías consecutivas, en un programa de cribado cada dos años, hasta la mitad de las mujeres pueden tener un falso positivo, y tener que someterse al proceso diagnóstico (consultas, ecografías, biopsia y demás) para aclarar el error con la consecuente disminución de la calidad de vida.
  • Al hacer 1.000 mamografías de cribado se suelen encontrar 60 sospechosas, de las que sólo ocho tendrán verdaderamente cáncer (verdaderos positivos), y de estos ocho cánceres en cinco no se mejora en nada el proceso de atención, pues hubieran desaparecido solos, hubieran estado silentes, o hubieran producido signos y síntomas que llevarían a su tratamiento correcto en todo caso.
  • Al hacer 1.000 mamografías de cribado suelen escaparse dos mujeres que tienen cáncer de mama y no se diagnostican (falsos negativos)
  • Entre los cánceres diagnosticados por las mamografías de cribado, aproximadamente el 30% son cánceres inocuos, benignos, "histológicos", que nunca crecerían ni matarían a la mujer; algunos de ellos desaparecerían solos si no se diagnosticasen; dicho de otra forma, se extirpan innecesariamente el 30% de las mamas (total o parcialmente) por sobre-diagnóstico sensu stricto.
  • Entre los cánceres diagnosticados por consecuencia del programa de cribado, la mayoría nunca hubiera producido la muerte de la mujer por lo que es esperable "sobrevivir más" si se hace el diagnóstico con la mamografía de cribado (se viven los mismos años que se iban a vivir, pero con la amenazante espada de Damocles de la "posible recidiva").
  • El cribado con la mamografía está aumentando increíblemente el número de mujeres con cáncer de mama (incidencia), pero sin impacto en la mortalidad por cáncer de mama, lo que provoca una legión de "sobrevivientes" en falso al cáncer (hasta 1.300.000 mujeres en Estados Unidos)
  • El cribado con mamografía no disminuye la mortalidad global; es decir, el cribado no modifica la expectativa de vida
  • Salvar una vida, evitar una muerte por cáncer de mama, es un objetivo inalcanzable con la mamografía de cribado, y al intentarlo se producen daños sustanciales a miles de mujeres.
  • Se dice que la mamografía disminuye un 21% la mortalidad por cáncer de mama al cabo de diez años de cribados, pero en sentido absoluto se disminuye la mortalidad por cáncer de mama un 0,1%, del 0,5% al 0,4%.
  • En síntesis, si el cribado con mamografía redujese la mortalidad en algo (15%) y si aumentase el sobre-diagnóstico (el 30%, hasta el 47% en Cataluña entre las nacidas en los 50 del siglo pasado), como sucede, por cada 2.000 mujeres cribadas a lo largo de 10 años se evitaría una muerte a costa de tratar innecesariamente a diez mujeres y de crear ansiedad a 200 por falso diagnóstico.
  • En la práctica diaria, además, los resultados pueden ser peores de lo esperado; por ejemplo, en el cribado del cáncer de mama se producen cánceres de intervalo, y en Jaén (España) los falsos negativos constituyeron el 50% de estos cánceres; en Castilla-León el programa de cribado del cáncer de mama retrasó el diagnóstico de 1 de cada 9 cánceres agresivos.
  • Disfrute de sus pechos respecto a la estética, autoestima, lactancia y sexualidad; si puede, tenga hijos pronto y muchos, deles de mamar al menos seis meses (incluso hasta 24), mantenga un peso razonable, no emplee la terapia hormonal en la menopausia y busque un médico que utilice con prudencia la radiología (sobre todo evite los TAC, especialmente en la infancia y adolescencia).

02 julio 2013

Recomendaciones médicas y efectos colaterales.


En las décadas de los  70 y de los 80 los pediatras nos  recomendaban que acostáramos a nuestros hijos recién nacidos boca abajo. Nos decían que así se evitaba la muerte súbita de bebé, se evitaba también que muriera ahogado en su vómito y, cómo  no, que fortalecía su columna vertebral. Ante la evitación de esos eventos tan traumáticos, los que fuimos padres en  aquella época  (los 80) seguimos la instrucción al pie de la letra, sin saber que,   por ejemplo, en Holanda tal recomendación  multiplicó casi por 25 la incidencia  de la muerte súbita en los bebés, pues pasó de 5 a 120 por 100.000 nacimientos y año. Sólo se advirtió el daño al cabo de 20 años, y logró revertirlo una fuerte campaña de “Dormir de Espalda” (Back to Sleep) en los 90.
En la Alemania del Este, antes de la caída del muro de Berlín  no hubo esa epidemia que duró décadas de muertes súbitas del bebé por causa médica. Siguiendo la moda occidental, se impuso en 1971 el dormir boca abajo a los bebés en  todas las guarderías de la Alemania del Este. En la primera semana hubo una epidemia de muertes súbitas, con siete bebés fallecidos. Dada la asociación temporal, fue fácil establecer la relación causa-efecto, y se eliminó la orden de dormir boca abajo con el mismo rigor comunista con que se había impuesto. Se acabaron las muertes súbitas de causa médica en la Alemania del Este, veinte años antes que en los países capitalistas.
En España, ni siquiera se hicieron estadísticas.
Esto es un ejemplo de que muchas de  las  supuestas  actividades preventivas, no sólo no tienen ninguna utilidad sino que  además provocan daños. Cuando  el mal es amplio y hasta escandaloso  se abandona la recomendación, se olvida la pauta dada e incluso se niega que existiera  tal pauta. No hay culpables y el atrevimiento arrogante  se protege  con un tupido velo de impunidad; al igual que ocurrirá con la psicopatologización de muchos  comportamientos  infantiles, o con  el sobre diagnóstico e hipermedicación del TDA-H (trastorno por deficit de atención e hiperactividad) dentro de unos años.