el cazurro ilustrado

31 agosto 2017

¡¡ Viva la pereza!!

Paul Lafargue (1842-1911), yerno de Carlos Marx, escribió un  libro  titulado “El derecho a la pereza”.
Mantiene el autor que en las sociedades capitalistas, las crisis suceden a los periodos de bonanza como la noche al día, arrastrando consigo el desempleo forzoso, la miseria sin salida y la bancarrota inexorable. Nos recuerda que para los españoles, con criterio envidiable, en quienes el animal primitivo no está atrofiado, el trabajo es la peor de las esclavitudes; comparándonos a los griegos de la época dorada, afirma que no tenían éstos más que desprecio por el trabajo: “solamente a los esclavos les estaba permitido trabajar; el hombre libre no conocía más que los ejercicios corporales y los juegos de la inteligencia.”
Afirma que los economistas no se cansan de repetir a los obreros: «¡Trabajad, trabajad para aumentar la fortuna social!» Sin embargo, un economista, Destut de Tracy , les contesta: «Las naciones pobres son aquellas en que el pueblo vive con comodidad; las naciones ricas son aquellas en que, por lo regular, vive en la estrechez.» Y su discípulo Cherbuliez añade: «Los trabajadores, al cooperar con la acumulación de capitales productivos, contribuyen por sí mismos al acontecimiento que, tarde o temprano, deberá privarles de una parte de sus salarios.»
Demuestra Lafargue que la sobreproducción produce desempleo y miseria en la clase trabajadora y propone una revolución social que conseguirá, a través del uso generalizado de las máquinas, de la reducción de la jornada laboral a tres horas diarias, de la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores y de la oposición al interés capitalista por el beneficio económico, un estado de bienestar donde sea posible el sueño de la abundancia y el goce, así como la liberación de la esclavitud del trabajo, para poder consagrar nuestro tiempo a las ciencias, las artes y a la satisfacción de las necesidades humanas elementales: “Cuando no haya más lacayos, ni generales que galardonar, ni prostitutas libres ni casadas que cubrir con encajes, ni cañones que horadar, ni palacios que construir, será preciso imponer, bajo leyes severas, a los obreros y obreras de la pasamanería, del encaje, del hierro, de la construcción... regatas higiénicas y ejercicios coreográficos para la conservación de su salud y el perfeccionamiento de la raza”.

Así pues, algunas de estas ideas cobran plena vigencia en los tiempos que corren y si el gobierno de Mariano las tiene en cuenta, tal vez la crisis, como se ha dicho tantas veces, se convierta en oportunidad, aunque sólo sea por el hecho irrefutable de que, como dijo Einstein: “si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”. ¡Viva la pereza!

30 agosto 2017

Alimentación y anorexia.

Los humanos somos omnivoros. Normalmente podemos comer todo tipo de alimentos de origen animal y vegetal. Sin embargo unas sociedades encuentran deliciosos los alimentos que otras aborrecen. Nuestro aparato digestivo, en principio, sería capaz de asimilar cualquier tipo de alimento, pero las tradiciones culinarias han hecho que se rechacen unos en favor de otros. Las religiones más importantes han eliminado de sus dietas a ciertos animales por prohibición divina, como es el caso del cerdo en el islamismo y judaismo o el de la vaca en el hinduismo. Sin embargo, en Nueva Guinea, la dieta, los ritos religiosos, las relaciones sociales y las guerras giran en torno a los cerdos.Los norteamericanos ingieren grandes cantidades de carne de vacuno, pero detestan la de caballo. En China, Japón, Corea y otras naciones del Este de Asia, el indice de alérgicos a la leche es muy alto, mientras que los holandeses, daneses, suecos y escandinavos consumen grandes cantidaes de productos lácteos. En los menús europeos y norteamericanos no estan incluidos los insectos, pero hay numerosas poblaciones en el mundo que son insectívoras; así lo demuestra el antropólogo M. Harris.
En esta sociedad occidental postmoderna, la alimentación gira alrededor de las dietas bajas en calorías, en torno al “ culto al cuerpo”, a los cuerpos estilizados, a la delgadez y, por tanto, supone una vuelta al catarismo(S.X). Por razones diferentes a las actuales, llegaron a morirse literalmente de hambre; tenían una dieta a la que llamaban 'suicidio de liberación', con resultados similares a las de muchas anoréxicas. Lo que entonces se llamaba herejía se llama ahora epidemia. Lo que antes liberaba al espíritu de la cárcel del cuerpo, ahora encierra al cuerpo en la prisión de la dieta. Los que en el pasado morían inanes a mayor gloria de dios, lo hacen hoy a mejor infamia de la apariencia.

29 agosto 2017

Educación y demencia.

El bajo nivel educativo y sobre todo el analfabetismo son los factores de riesgo para el desarrollo de las demencias. Hay una elevada frecuencia en la asociación de estos dos fenómenos. Si esto es así, tenemos una gran capacidad para manipularlos.
Las políticas educativas, incluidas las que se deben desarrollar en la población adulta, pueden tener un gran impacto social y sanitario; de la misma manera que existen suficientes argumentos  para recomendar a la población el ejercicio físico, porque es una buena medida para prevenir la aparición de patologías cardíacas, la actividad intelectual mantenida es una excelente forma de prevenir el deterioro cognitivo de cualquier causa.
La educación puede aumentar la “reserva Cerebral” aumentando el número de neuronas o de sus interconexiones, a la vez que proporciona un entrenamiento en habilidades básicas (memoria, lenguaje, etc.) y la adquisición de mejores estrategias complejas (capacidad de razonamiento, etc.) y de un más amplio repertorio de conductas y estrategias compensatorias, todos estos factores llevarían a que un sujeto con mayor “reserva cerebral” podría compensar una mayor pérdida cognitiva, requiriendo mayor "cantidad de enfermedad" para que ésta se manifieste.

28 agosto 2017

No llame. He salido.

En ocasiones no estamos preparados para responder a las demandas que el entorno nos hace o creemos que somos incapaces y entonces o no respondemos o lo hacemos inadecuadamente, de manera que estas experiencias hacen probable que en situaciones similares volvamos a comportarnos como lo hicimos anteriormente, al margen de que ya hayamos aprendido o de que la situación sea diferente o de que estemos preparados para dar la respuesta requerida. Estaríamos ante los efectos residuales (colaterales suele decirse) del comportamiento pasado en el comportamiento más reciente. Un comportamiento adecuado necesita tanto de la existencia de habilidades como de la creencia en que se dispone de la eficacia suficiente para utilizarlas. La eficacia a la hora de comportarse requiere una continua improvisación que permite dominar las circunstancias continuamente cambiantes del entorno, la mayoría de las cuales están constituidas por elementos ambiguos, impredecibles y muchas veces estresantes .

Nos sucede a veces como a André Marie Ampère cuando, al salir de su laboratorio, colgó un cartel en la puerta advirtiendo: "No llame, he salido", y al volver, después de leer el letrero que él mismo había puesto, se alejó de su laboratorio ante el anuncio que declaraba su ausencia. ¿Cuántas veces colocamos el cartel de “no puedo”, “ no sé”, “es imposible”….. y se nos olvida quitarlo?

27 agosto 2017

Qué aprender y qué enseñar.

Un esclavo de las islas Baleares valía entre los romanos lo que cinco de Cartago porque, desde muy pequeños, sus madres no les daban la comida a la boca, sino que se la dejaban en lugares altos, de forma que alcanzaban a verla con los ojos, pero tenían que ingeniárselas para cogerla con las manos; entonces comenzaban a usar la honda para acercar la comida y, posteriormente, eran tan certeros con sus enemigos, como lo fueron anteriormente con la comida. En otros lugares, llevaban a los niños que nacían en las ciudades a vivir en las aldeas, para que acostumbrasen sus cuerpos a los trabajos y no viesen los placeres hasta que tuvieran 25 años, ya que habían comprobado que es más fácil que un labrador aprenda los vicios de la ciudad que uno de la ciudad se aficione a los trabajos de la aldea. Otros no dejaban a los hijos dormir en la cama y sentarse a comer en la mesa sino que dormían en el suelo y comían con las manos hasta que no se casaban porque, decían, el descanso no es para los mozos sino para los viejos. Las mujeres inglesas, en tiempos de Julio César, bañaban a sus hijos en las aguas heladas de los ríos con el fin de hacer sus cuerpos duros y prepararlos para sufrir todo tipo de trabajos. Viriato hizo que sus seguidores calzaran siempre zapatos de plomo; así cuando tenían que huir se los quitaban y sus piernas eran tan ligeras que corrían como ciervos.

Sin entrar a valorar si estas prácticas eran o no correctas, sí parece que tenían claro qué querían conseguir y cómo hacerlo. ¿Existe la misma claridad en los objetivos y en los métodos con la infancia y la adolescencia de hoy?

26 agosto 2017

Eufemismos.

El lenguaje no solo describe la realidad ( si es que existe una realidad objetiva al margen de la de cada uno de los individuos) sino que, además, la crea o la enmascara o la oculta o engaña o miente sobre ella.
Las triquiñuelas más usadas para estas funciones son los eufemismos, con los que maquillamos, disimulamos y cambiamos la apariencia de una cruda realidad, cuya esencia es dura y hasta insultante. Pero la dulcificación del lenguaje no puede, por mucho que lo intente, cambiar la situación que describe. Así, llamamos “funcionario de prisiones” a un carcelero, o “interno” a un preso; denominamos “conflicto” a la guerra y “efectos colaterales” a muertes inocentes; apodamos a la muerte como “ neutralización” y “persuasión” a la tortura; cambiamos a los gitanos por “minorías étnicas”, a los negros por “de color”, a los ciegos por “ invidentes” y a los vendedores por “ agentes comerciales”; designamos la agresión física a la mujer como “violencia de género”, a la miseria de un contrato como “plan de empleo”, a la incertidumbre de una enfermedad como “pronóstico reservado” y a la locura como “trastorno”; calificamos al aborto como “interrupción del embarazo”, al feto como “nasciturus”, a un secreto como “material clasificado” y a los basureros como “centros de tratamiento de residuos”.
Y para finalizar con estos ejemplos de camuflaje, nuestro intercolutor telefónico ya no cuelga el aparato, sino que “pasa a desalojar la línea”
Ningún aspecto de la vida del que hablemos se libra de la capa de crema que disimula sus forúnculos. Sería conveniente, en algunas ocasiones, explicar a qué nos referimos, tal y como lo hizo Cervantes en los últimos momentos del Quijote: “ y entregó su alma a Dios; quiero decir que se murió”.

25 agosto 2017

¿Tenemos la vida en nuestras manos?

Muchas veces está nuestra vida en manos de otros. En las del cirujano que realiza una  operación  quirúrgica; en las del conductor que circula de frente, al lado o adelantando; en las del maquinista de los trenes de alta, media o baja velocidad; incluso puede estar en manos del ganadero que engorda las vacas con Clembuterol o en las del agricultor que rocía con pesticidas los frutos; también puede tenerla en sus manos ese desconocido al que le caemos mal y que tiene sus facultades mentales perturbadas o en las del policía iracundo con pistola al cinto y, cómo no, la vida puede estar en las manos de un fundamentalista a bordo de cualquier vehículo; o en las del carnicero y el pescadero que no mantienen las debidas medidas higiénicas; o en las de un viento huracanado que arranca una cornisa; o en las del humo del tabaco del vecino que rompe los códigos genéticos de las células.
Muchísimos años estuvieron los romanos sin barberos, sin necesidad de arreglarse pelos y barbas. Cuando Publio Ticino los trajo desde Sicilia, discutieron arduamente sobre si debían admitirlos o no, porque hubo quien consideró una temeridad fiar la vida a la navaja de un barbero.
Hubo un romano que jamás dejó que sus barbas fueran arregladas por un barbero; sus hijas pequeñas se la arreglaban; cuando crecieron, él mismo se las quemaba con brasas porque ya no se fiaba ni siquiera de ellas. Preguntado por qué no se fiaba de los barberos, respondió: “porque estoy seguro que le darán al barbero más porque me quite la vida, que lo que le daré yo porque me arregle la barba”.

¿ Cuantas “navajas” de los más diversos barberos pasan cada día por nuestras gargantas?. Mejor ni pensarlo.

24 agosto 2017

Díficil, dura y larga.

Una subida al Everest es larga, dura y difícil, como puede serlo una al pico Bodón. Larga, dura y difícil es una travesía por el desierto de Sahara o del Kalahari; o la aventura a través de un océano embravecido; o la lucha contra una enfermedad desconocida para la que la medicina solamente tiene cuidados paliativos; o un grado  de cuatro años, reglamentado por el Espacio Europeo de Educación Superior; o la guerra de Irak; o una huelga indefinida en la que miles de obreros ven peligrar su puesto de trabajo;  o una jornada laboral antes de que las organizaciones sindicales consiguieran su regulación; o la lectura del “Ulises” de J. Joyce;  o una campaña electoral en la que las encuestas den un empate técnico;  o la subida al Tourmalet en la etapa reina del tour de Francia o a los lagos de Covadonga en la vuelta ciclista a España; o la noche para una trabajadora del sexo en Tailandia o en la Casa de Campo madrileña; o la pista de aterrizaje para los aviones que el consorcio europeo construye en Toulouse; o una posguerra civil;  o la vida de un burro de carga hace años en la comarca de las Arrimadas; o la vida de los elefantes que se enfrentan al cambio climático; o, finalmente, también es dura, larga y difícil la lucha contra el terrorismo del ISIS.

Si las cosas fueran cortas, blandas y fáciles, o pequeñas, flojas y cómodas, quizás la existencia sería monótona y aburrida. Cuando a una mujer le preguntaron que cómo le gustaban las cosas, si largas y delgadas o cortas y gordas, rápidamente contestó que prefería los términos medios, es decir, largas y gordas. Si los asuntos de la vida son largos, duros y difíciles es para entrenarnos a ser generosos, espléndidos, pacientes y perseverantes.

23 agosto 2017

Tiempo de banderas.


No hay pueblo, tribu, país, nación, grupo, club, universidad o banda, que no tenga una bandera, enseña, estandarte, blasón, pendón o insignia que lo represente y lo identifique. Un trozo de tela pinchado en un palo, con colores chillones, ha servido para encabezar a los diferentes ejércitos que iniciaban la lucha y, desde entonces, nos ponemos detrás de alguna con la que nos identificamos, para ir en contra de los que se han puesto detrás de otra diferente a la nuestra.
Una bandera representa a la UE; otra, a España; otra, a la comunidad autónoma; otra, a la provincia; otra, al ayuntamiento; otra, al equipo de futbol; otra la baja el taxista; otras indican la idoneidad o no de la zambullida en el mar; muchas presumen de representar la paz o la libertad;  una negra sugería la presencia de piratas y, en los pueblos de la montaña, un trapo que no llegaba a ser bandera, señalaba al veterinario de la zona que en aquel lugar le esperaban para que inseminara a una vaca en celo.

Así pues, a poco que nos despistemos, veremos cómo algún trozo de tela nos guía (convertido en el estímulo discriminativo o señal) para comportamientos en contra de aquellos que se identifican con una diferente de la nuestra. Parafraseando a Voltaire, “cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invoca solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo”.

22 agosto 2017

Desviar la atención

Alcibíades, orador y estratega ateniense, cambió no ya sólo de postura política sino también de bando en varias ocasiones; pasó de defender Atenas a atacarla con los espartanos y se volvió contra éstos al lado de los persas, retornando luego a favor de los atenienses. Había comprado por un alto precio un perro grande y hermoso al que, en cierta ocasión, le corto su precioso rabo. Se lo reprocharon sus amigos, diciéndole que todos le vituperaban por lo que había hecho, pero él, riéndose, contestó: “eso es lo que yo quiero; que los Atenienses hablen de esto, para que no digan de mí cosas peores”.
Muchos políticos, aprendida la lección, ahora que tanto se discute sobre pactos, posturas y manifestaciones, cortan  la cola a su perro y así, consiguen  que hablemos de ello y no de cuantas cosas hacen que son peores que cortar rabos a los perros.

21 agosto 2017

Ciencia, nacionalismos y sentido del humor.


Si en tiempo de vendimia hasta los perros comen uvas, en tiempo de exaltación nacionalista, hasta la pseudociencia puede ponerse al servicio de sus intereses. Ahora más que nunca  se necesita de   la ciencia neutra y defender la curiosidad, la racionalidad, la cultura, el sentido crítico, el descubrimiento y la constancia. Nuestro país necesita más ciencia, más investigación, más descubrimientos, mayor conocimiento, cultura y actitud científica. Porque si no  puede ocurrir esta ficción:
Científicos vascos excavaron 50 metros bajo tierra y descubrieron pequeños trozos de cobre. Después de estudiar esos trozos por mucho tiempo, llegaron a la conclusión de que los antiguos vascos tenían una red nacional de teléfono hace ya 2500 años.
En Cataluña no les pareció nada del otro mundo. Pidieron a sus propios científicos que excavaran más hondo. A 100 metros bajo tierra encontraron pequeños trozos de cristal que, según ellos, formaban parte del sistema de fibra óptica que tenían los antiguos catalanes hace 3500 años.

Los científicos leoneses no se dejaron impresionar. Excavaron 150 metros bajo tierra y no encontraron nada. Excavaron 250 metros en total y ni por ésas. Entonces llegaron a la conclusión que los antiguos leoneses, hace más de 5000 años, ya tenían teléfonos móviles.Y es que, como dijo Maria Mitchell (1818-1889) astrónoma estadounidense: “Los científicos necesitamos especialmente la imaginación. No bastan las matemáticas ni la lógica: necesitamos algo de estética y poesía." ( y sentido del humor).

20 agosto 2017

La locura deseable.

Habla Erasmo de Rotterdam de la locura como un extravío de la razón y distingue dos especies: una indeseable, que origina en los humanos el ardor de la guerra, la insaciable sed de oro, el amor indigno y funesto, el parricidio, el incesto, el sacrilegio o cualquier otra calamidad y otra, deseada en sumo grado por todos, que se caracteriza por un alegre extravío de la razón, que nos libera de cuidados angustiosos y nos perfuma con múltiples voluptuosidades. Ésta ya la deseaba  Cicerón como un magno beneficio de los dioses que ayudaba a perder la conciencia de tantos males; o se lamentaba de haber salido de este tipo de locura aquel vecino de Argos que, cuando había estado loco, iba todos los días al teatro a reírse, a aplaudir y a divertirse con admirables tragedias que, sin embargo, no se representaban. Al mismo tiempo era correcto en su vida: agradable con sus amigos, complaciente con su mujer, indulgente con sus criados y no se enfadaba por nada. A fuerza de medicamentos, su familia y sus amigos hicieron que volviera a sus cabales y, ya cuerdo, les dijo que le habían matado, arrebatándole aquel placer y extirpando el gratísimo error de su mente.

Probablemente las contingencias conducen al que quiere y arrastran al que no quiere por uno u otro camino y la razón consistirá, como decía Skinner, en un análisis de las contingencias representadas por la locura y del uso que de ellas se puede hacer.

19 agosto 2017

Sociedad y riesgo "0"

El riesgo es una experiencia real en la sociedad contemporánea. Por un lado, tenemos la posibilidad de que se produzcan daños que afecten a buena parte de la humanidad. Son daños que, bien como catástrofes repentinas (accidentes nucleares, por ejemplo) o bien como catástrofes larvadas (la destrucción de la capa de ozono), están asociados a la universalización de la tecnología, a la globalización mal entendida y a sus consecuencias negativas. El efecto invernadero, las catástrofes nucleares o los derramamientos de petróleo no respetan fronteras entre países, entre ricos y pobres o entre padres e hijos. Por otro lado la posibilidad de morir en un atentado, en un accidente laboral o de tráfico, en un traspiés casero o atragantados comiendo pescado, son episodios, querámoslo o no, casi cotidianos. Así que vivir es un riesgo permanente, solo los muertos están a salvo,  solo ellos tienen riesgo “0”.

18 agosto 2017

Atentados, inseguridad y consuelo.

El clima de inseguridad después de la masacre de ayer, junto a los  rumores constantes de posibles nuevos atentados, producirá un miedo generalizado que inmovilizará a la población y provocará una sensación de no control de sus propias vidas, angustia, indefensión e incertidumbre ante el futuro.
 La relevancia del impacto en la población corresponde al tipo de acontecimiento súbito, masivo y brutal. El proceso de duelo se hará complejo porque sus pérdidas han sido enormes: muerte de familiares o seres cercanos, pérdida de su organización comunitaria, de su estructura familiar y/o de su posición social. Esto provocará la pérdida de control de sus propias vidas. No habrá confianza en el futuro; los acontecimientos perderán predictibilidad; el orden que tenían del mundo se trastocará; su ambiente será hostil e impredecible y, aún más, no habrá un plazo que señale el final de esta situación. La sintomatología que pueden presentar los afectados irá desde llanto, desmayos, debilidad, susto, estado de alerta, pensamientos repetitivos de la masacre, de violencia, trastornos gastrointestinales, dolor de cabeza, trastornos en el ciclo del sueño, falta de apetito, sentimiento de soledad, tristeza y cansancio permanente hasta pensamientos intrusivos.

En momentos como éste, recuerdo el inicio del “Decamerón” de Giovanni Boccaccio,  que dice: “HUMANA cosa es tener compasión de los afligidos, y aunque a todos conviene sentirla, más propio es que la sientan aquellos que ya han tenido menester de consuelo y lo han encontrado en otros”. Y no cabe otra cosa que sentir compasión y consolar a quien  lo necesite.

17 agosto 2017

Infancia y socialización.

Una  vez adquiridas las habilidades de autonomía personal, los niños  y las niñas se socializaron en la  calle. Esto fue así  en casi todas las épocas y  en casi  todas las culturas, menos en la actual. Allí aprendieron lo útil y lo inútil, lo sublime y lo perverso, la defensa y el ataque, la bondad y la maldad, a aparecer y a desaparecer; A través de la imitación de los  adultos y de sus iguales, y de las consecuencias  que tuvieron sus acciones,  adquirieron  un repertorio comportamental útil para  funcionar en la  sociedad a la que se pertenecía.
La tarea educativa era más comunitaria de lo que es ahora,  ya que existían más probabilidades de  que cualquier adulto corrigiera un mal acto de un menor o que le reforzara uno correcto. Esto fue lo que  ocurrió en la Atenas clásica: Diógenes el cínico (412 a.c.-323 a.c.), vio al hijo de una ramera que estaba tirando piedras contra todos los hombres que pasaban por su calle, se le acercó y  dando un precioso modelo de calma y tranquilidad le dijo: “detente, mira que puedes apedrear a tu padre”.  Y es que el consejo a tiempo de un hombre sabio es más educativo que  todas las acciones precipitadas o a destiempo. 

16 agosto 2017

¿por qué madrugar en vacaciones?

En las vacaciones de verano,  las obligaciones académicas casi no existen, salvo el libro de vacaciones; ésta fue una de las razones por las que un niño se levantó muy tarde de la cama aunque le habían llamado varias veces. Su padre para enseñarle la utilidad de madrugar, puesto que tenía muy presente el refrán “al que madruga Dios le ayuda”, le dijo: ”hijo mío no sabes las grandes ventajas que tiene el madrugar, has de saber que un niño de tu misma edad se levantó muy temprano, se duchó, desayunó y bajó a dar un paseo por la calle y se encontró una cartera llena de dinero”. El niño, muy atento a los consejos de su padre, le replicó: - Pero papá, el que la perdió se había levantado más temprano aún.
No sabiendo el padre qué responder a la objeción que su hijo le hizo, decidió no volver a llamarle para que abandonara la cama a no ser que tuviera algo que hacer. Así pues, se demuestra una vez más que cada regla de comportamiento, por muy útil que sea, tiene su contra regla de igual o mayor funcionalidad.

15 agosto 2017

Prevención supersticiosa de riesgos.

Diógenes Laercio (“Vida de los filósofos ilustres”) cuenta que en Atenas había una casa en la que todos nacían locos
y otra  en la que todos nacían bobos; en el transcurrir del tiempo cayó en la cuenta el Senado, que decretó que tales   casas no sólo no se habitasen, sino  que  se derribasen. Herodiano (“Historia de Roma”) dice que en Roma había una  casa, en la cual todos los dueños morían  de muerte súbita;  los vecinos se lo contaron al  emperador Aureliano,  y éste la mandó derribar y quemar.
 Solón  prohibió en sus leyes a los atenienses que  vendiesen las cosas  de los muertos, ordenando que se repartiese todo entre los  herederos, diciendo que si el muerto tenía  alguna cosa con mala fortuna  o desdichada, se quedase en su familia y parentela y no pasase a la república.
Después de que murieron Calígula y Nerón,  muy infames los dos , ordenó  el Senado  que todas sus riquezas  fuesen quemadas y enterradas, temiéndose que en aquella hacienda tiránica  estuviese escondida alguna mala fortuna, por  la cual Roma podría caer una vez más en manos tiránicas.

 Estas maneras de prevenir las posibles futuras desgracias, son como las de aquel director general de RENFE (Adif), que, informado por los técnicos de que en caso de accidente, los viajeros del último vagón serían los  que sufrirían más heridas y muertes, mandó que quitaran el último  vagón de todos los trenes.

13 agosto 2017

Sofistas y cortesanas.

El filósofo sofista Estilpón (360  a 280 a. C.)  afeaba los comportamientos de la cortesana Glycera, acusándola de que corrompía a la juventud; se defendió Glycera  diciendo que a los  filósofos se les acusaba de lo mismo y le pidió que reconociera, de buena fe,   que  daba igual que los jóvenes se relajaran  con un  hermoso cuerpo  que con libros muy agradables. Argumentó  que se arruina o  daña a la gente viviendo en compañía de un sofista o de una cortesana . 400 años después, criticaba Alcifron (escritor griego)  a los filósofos porque decía que su exterior era grave y sus discursos austeros  eran  vanidad e hipocresía. No había  diferencia entre esos hombres y las cortesanas, y, si había  diferencia, era en el modo de persuadir. Y es que hay cosas que además de tener validez universal, o quizás por ello, nunca cambian.

12 agosto 2017

Riesgos de conflictos bélicos

Winston Churchill se dio cuenta de  que los desacuerdos no desembocan en guerra, a no ser que  el  otro bando  piense que también puede ganar. Esa creencia en la victoria, que  lleva  al alzamiento, a la rebelión y al conflicto bélico, está fundamentada unas veces  en la superioridad numérica,  otras en  el  mejor armamento, otras en la supremacía tecnológica y muchas en la inestimable ayuda de  la providencia, llámese  Yahvé, Jehová o Alá. Y si no,  preguntad  a Donald Trump, Nicolás Maduro, o  a Kim jong-in.
770 años (desde el 722 al 1492) estuvo la península ibérica  envuelta en escaramuzas, batallas, guerrillas, guerras, conquistas y  reconquistas creyendo los  líderes de ambos bandos que Dios estaba con ellos; como, probablemente,  así lo creen  la mayoría de los  líderes  de  las naciones  o facciones enfrentadas  en el mundo actual. Pero en  esos casi ocho siglos de disputas, el pueblo español aprendió una estupenda lección, reflejada en el saber popular,  que pongo aquí, por si pudiera interesar a quien  esté pensando  en iniciar alguna contienda:
“Vinieron los sarracenos
y nos molieron a palos
que Dios ayuda a los malos

cuando son más que los buenos”. 

11 agosto 2017

Por qué "La Caraba"

Oímos decir, cuando alguna cosa se sale de lo normal e inicia el camino de lo extraordinario o de lo sorprendente, que “esto es la caraba”. Aprendido el dicho, lo aplicamos a situaciones  similares a las que  hemos  visto y oído que se usa, pero no  sabemos por qué. 
Un  día, charlando con un paisano de la montaña leonesa, me lo explicó de  manera clarividente.
Resulta que  él se dedicó en su juventud a la arriería, llevando productos  hacia Medina del Campo. Utilizaba como animales de carga burros, caballos y mulas, que previamente  había comprado a los ganaderos; eran animales viejos  que ya no podían tirar del arado en aquellas tierras llenas de pedruscos, pero si soportaban bien  la carga sobre los lomos. El caso es que llegó a la feria de Medina  y  viendo las atracciones que se ofertaban:  (Pasen y vean al hombre más  forzudo, a la mujer barbuda…..) decidió  entrar en el negocio del  espectáculo. Preparó un recinto  con  tablones,  lo cubrió con una lona   y  anunció a la entrada:  “PASEN Y VEAN A LA CARABA. 50 CÉNTIMOS LA ENTRADA”.
Intuyendo  que  se vería  algún animal maravilloso, raro  o  descomunal, la  gente  se  agolpó a la entrada  pagó los 50 cts,  y una vez dentro, se sorprendió al ver  una mula vieja.
Hombres, mujeres y niños protestaron: -¿Cómo que la Caraba es esto?. Esto no es más que una mula vieja.

El arriero,  para calmar los ánimos, dijo: - por eso es la caraba, porque antes araba  y ahora ya no puede arar. Así  se convirtió la que araba en   "la caraba"

10 agosto 2017

Qué, cómo, dónde, cuándo, quién, por qué, para qué, qué educación?

Como visteis  en el enlace de ayer, deambulan por las tribunas públicas y por la red (  webs, foros, redes sociales o blogs) padres, madres, maestros, profesores, psicólogos, pedagogos, psiquiatras, pediatras, políticos, orientadores, periodistas, filósofos…. mostrando su preocupación por la educación. Con diferentes razones e intereses se cuestionan la educación que tenemos. Estamos en un país que nunca ha tenido claras las ideas en este tema, pero todo el mundo cree tener derecho a sembrar de ideas el páramo educativo. La educación que reciben nuestros hijos, nuestros niños, nuestros alumnos, auténticos príncipes de la casa, parece que se lleva a cabo con métodos, pedagogías o didácticas de mendigo.
Educar de modo coherente y sensato requiere olvidar ciertas supuestas verdades absolutas, mantenidas con argumentos dogmáticos para centrarse en los conocimientos científicos sobre el aprendizaje (reverso de la moneda “enseñanza”). Ni políticos y educadores parecen dejar entrar el aire fresco de los avances del análisis experimental del comportamiento en el sistema educativo; sin embargo, a veces, abren la puerta a teorías supuestamente innovadoras que suenan a “renovación “ o a “revolución”. Así, entre aguas tradicionales y anquilosadas y aguas gratuitamente renovadoras deben nadar aquellos que con prudencia, cordura y razón son capaces de someter a análisis crítico estas prácticas educativas, para eliminar lo que ya es caduco y para incorporar cuanto ha demostrado suficiente validez. Mientras la educación siga plagada de discursos y metáforas engañosas, seguirá en crisis (fracaso escolar, bajo rendimiento, pérdida de autoridad del profesor, confusión de valores, queme del personal…). En este desconcierto y confusión, los educadores se ven inmersos en la emboscada de un momento social de cambio vertiginoso en la que carecen de recursos adaptativos que faciliten su misión educativa. Les faltan recursos porque les faltan criterios. Entre los condicionamientos del pasado o las infundadas esperanzas de algunos “innovadores” debe abrirse camino una educación con criterios científicos y experimentales. Si no se hace así, nuestros príncipes seguirán mendigando

09 agosto 2017

El efecto placebo desde la psicología.

En términos clínicos, el placebo es un tratamiento control que se aplica al paciente y que presenta una apariencia similar al tratamiento médico  bajo estudio, pero sin tener actividad farmacológica específica. Un control placebo puede ser farmacológico (por ejemplo, en forma de una pastilla), físico (por ejemplo, algún tipo de manipulación) e incluso psicológico (por ejemplo, una conversación con el paciente).
Tradicionalmente, se ha descrito un efecto placebo beneficioso en el tratamiento de muchas enfermedades, que se ha atribuido al poder de la sugestión psicológica, al ser percibido por el paciente como una forma de tratamiento; esta mejora en las condiciones clínicas se observa en cerca de un 30-40% de los pacientes. Hay un amplio abanico de explicaciones de este fenómeno, que van desde lo místico y lo mental hasta lo metafísico. Es habitual hablar del poder de la mente o apelar a constructos mentales como las expectativas y las atribuciones, pero estos procesos solo adquieren sentido cuando ya están dados los resultados, de modo que resultan tautologías o ficciones explicativas, porque han de entenderse en función de los cambios ocurridos a pesar de ser invocados para explicar estos cambios.

Las explicaciones más científicas y más racionales, vienen desde el análisis experimental de comportamiento, donde el efecto placebo es considerado como una función de las contingencias estimulares que han moldeado las respuestas fisiológicas. Puede ser un condicionamiento clásico, donde el placebo es el estímulo condicionado ( Paulov conseguía que el toque de campana hiciera salivar al perro) o, también un condicionamiento operante, cuando el comportamiento deriva o influye en una condición de la enfermedad, tal y como puede ocurrir en la conducta de ir al médico, del estilo activo, de la relajación; donde estas actividades inducen cambios en condiciones fisiológicas, probablemente beneficiosas, aquí el placebo sería una conducta operante.Algunos estímulos presentes en el ambiente en el que se administra un tratamiento (p.e. los preparativos para una inyección de morfina)que mantienen ciertas regularidades espacio-temporales, pueden adquirir propiedades condicionadas; es decir, después de varias aplicaciones, el organismo responde a los preliminares, antes de recibir el fármaco. Los preparativos, así como quizá el sitio, la jeringuilla, una inyección simulada y acaso el médico o ATS, llegan a ser estímulos condicionados, esto es, se convierten en “pistas” o “claves” ambientales que evocan respuestas anticipatorias del mismo tipo que las producidas por la droga ( que sería un estimulo incondicionado). El organismo responde al conjunto estimular, donde las “claves” ocurren antes que el medicamento, de modo que si no se sigue éste, se tiene una respuesta sin “ causa natural”lo que en términos médicos se llama “efecto placebo”, pero que no es otra cosa que procesos psicológicos conocidos, aunque, tal vez, ocurriendo inadvertidamente. Cuando se trata de conocer su existencia ya no se necesitan explicaciones metafísicas, ni siquiera peyorativas, sino recurrir a términos propios de la psicología científica.

08 agosto 2017

La fortuna ayuda a los audaces.

Se disponía el ejército de Jerjes, rey de los persas e hijo de Darío, a conquistar todas las ciudades griegas, cuando Artabano, uno de sus consejeros, le advirtió de los riesgos y peligros que suponía aquella guerra, a lo que Jerjes respondió que no debe temerse todo lo que puede suceder, pues si se tuvieran en cuenta las razones contrarias a cualquier acción, jamás se haría ninguna cosa de provecho.
Razonaba que vale más que cualquiera, siempre lleno de ánimo, se exponga a que no le salgan bien la mitad de las empresas, que no estar siempre lleno de miedo y sin emprender ninguna cosa, pues así nada tendrá éxito . Añadía que si uno porfía contra lo que otro dice y no da por su parte una razón convincente que asegure su parecer, éste no se expone menos a errar que su contrario, pues corren los dos parejos en el asunto.
Remató su argumentación diciendo que ningún hombre mortal es capaz de  asegurar de lo que ha de suceder. En suma, la fortuna por lo común se declara a favor de quien se expone a la empresa, y no de quien en todo pone reparos y a nada se atreve.
Y es que tanto entonces como ahora, la fortuna, caso de intervenir en las acciones humanas, es altamente probable que sólo ayude a los audaces.

07 agosto 2017

Veraneantes y gimnosofistas

En el año 326 a.d.c., picado por la curiosidad y por las ganas de conquista, envió Alejandro Magno a Onesicritus para investigar qué era aquello que hacían los gimnosofistas y cuál era su forma de vida. Llegó éste a la India y se encontró numerosas sectas con una característica común: la completa desnudez de sus cuerpos. Le pereció que se estaban entrenando para sufrir y padecer gratuitamente. Era verano y el sol abrasaba  la tierra con sus rayos. En el suelo sólo había arena y quemaba como el fuego. Vio a unos que estaban de pie, a otros que miraban al sol sin pestañear, a otros que se tendían en la arena, al lado derecho, al lado izquierdo o cara al sol, todos abrasándose y mostrando gran paciencia y capacidad de sufrimiento.
Con fundamentos muy diferentes, no hacían otra cosa que lo que hacen miles de turistas en las playas durante el verano, pero, a parte de ponerse morenos, aquellos brahmanes aspiraban al aislamiento,a la abstinencia, a la suspensión del juicio, al agnosticismo , a la muerte, a la aniquilación absoluta de la conciencia individual y a la autocremación y éstos , al bronceado perfecto que se exhibe a la vuelta de las vacaciones como certificado de poder adquisitivo, al envejecimiento de la piel y a la posibilidad de un melamona.

06 agosto 2017

El síndrome de los pánfilos.

A finales de agosto se hablará  hasta la saciedad  de una ridícula “psicopatología” con dos nombres diferentes: el “síndrome posvacacional” o el “síndrome prelaboral”. Se describirán los síntomas y, para dar más sensación de su existencia, se aportarán datos estadísticos: “El 35 por ciento de los trabajadores españoles de entre 25 y 40 años sufrirá el síndrome prelaboral”; "el 35% de los españoles sufre depresión posvacacional. Dura unos días y se caracteriza por los nervios, la irritabilidad, el decaimiento, el vacío,... hay quien incluso lo somatiza y padece dolor de cabeza, sudoración, diarrea o insomnio, pero no es una enfermedad mental".
Este síndrome inexistente no es más que el cambio entre el estilo de vida propio de las vacaciones y el del trabajo, por tanto es un proceso natural de adaptación entre el estilo de vida vacacional y el laboral. Pero es un insulto a los que ni tienen trabajo ni tienen vacaciones y una justificación exculpatoria para los que están malhumorados, frustrados o descontentos puesto que la responsabilidad no es de ellos, sino del síndrome.
Para combatirlo ya existe todo un arsenal de consejos prácticos, al estilo de los “manuales para tontos”; si esto no funcionase, se recurrirá a la medicación ansiolítica y/o antidepresiva, hasta que los laboratorios comercialicen un fármaco específico.
Lo curioso es que aún no se le haya ocurrido a la patronal quitar las vacaciones como remedio más eficaz para evitar ambos síndromes y el sufrimiento de los obreros.
Aspiramos ingenuamente a la paz perpetua del paraíso y nos quedamos en el limbo de los pánfilos.

05 agosto 2017

¿El hombre es un lobo para el hombre?

La historia humana se nos presenta como la historia de la lucha sistemática que el hombre ha sostenido y sostiene contra el hombre (Th. Hobbes-Homo homini lupus-). Ningún otro animal, a excepción de algún roedor, practica el asesinato habitual contra miembros de su propia especie; en el hombre el asesinato no sólo es habitual, sino que en ocasiones es largamente deliberado y gratuito. La tortura, la humillación, la amenaza, el terror son algunos de los muchos eslabones que configuran la larga cadena de agresiones, prácticas corrientes del hombre para con el hombre a las que no es fácil hallar paralelo en el mundo animal.
Por lo general un animal matará para defender a su prole, a su grupo, a sí mismo, o para abastecerse de la cantidad necesaria de alimento. Al margen de tales motivaciones, su convivencia con el resto de los seres vivos es perfectamente pacífica. Sólo el hombre, que gusta verse como elegido de los dioses y cima del mundo, es la excepción de la regla. Sólo a él parece convenirle el adjetivo CRUEL.
Raymond Dart será contundente: " Los archivos de la historia humana, bañados en sangre y plagados de carnicerías, desde los más antiguos registros egipcios y sumerios a las atrocidades más recientes de la segunda guerra mundial, concuerdan, junto con el primitivo canibalismo universal, con las prácticas de sacrificar seres humanos o animales, a sus sustitutos en religiones formalizadas, en proclamar este rasgo diferencial de ansia de sangre, este hábito depredador, este signo de Caín, que separa dietéticamente al hombre de sus parientes antropoideos y más bien lo alía con los carnívoros más mortíferos".
Un vistazo a las noticias, cualquier día, no hace sino confirmar que los humanos siempre tenemos afiladas las armas, dispuestas a segar la vida de quien no piensa como nosotros o no actúa como queremos o, simplemente, porque puede hacerlo.
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04 agosto 2017

Los porqués más curiosos.

Jerónimo Campos  escribió, en el año 1587,  un manual titulado  “De varias cuestiones naturales y morales, con sus respuestas y soluciones, sacadas de muchos autores griegos y latinos”. Mediante preguntas y respuestas, da el autor solución a cuantas posibles dudas pudieran tener sus coetáneos de los más diversos temas. A lo largo de 230 páginas se muestra el conocimiento “científico” de la época, mezcla de teorías Hipocráticas, filosofía griega y religión católica. Algunas de las cuestiones planteadas no tienen desperdicio. Mirad esta pequeña muestra:
1-¿Por qué el hombre, parándose a pensar en cosas pasadas, baja la cabeza para mirar la tierra?
-Esto se hace porque la cámara postrera de la cabeza tiene la virtud memorativa, la cual se levanta hacia el cielo, bajando la cabeza a tierra y así se abre para que los espíritus vitales, que perfeccionan la memoria entren y den razón de lo que se les ha encomendado.

2-¿Por qué cuando imaginamos la levantamos hacia el cielo?
-Porque la imaginativa está en la parte delantera la cual por aquello se levanta porque las cámaras de la imaginación se abran y puedan venir a tener fácilmente lo que quieren.

3-¿Cuáles son las mejores tetas (para que lo niños puedan con salud y provecho tomar la leche de los pechos de las madres) las grandes o las pequeñas?
-Las pequeñas, porque en las grandes no está el calor tan junto que pueda bien preparar la leche y hacer la digestión última.

4-¿De donde viene que las madres sean más tiernas y amorosas para sus hijos que los padres?
-Porque les cuestan más y toman y sufren muchos trabajos por ellos pariéndolos y criándolos y de aquí notaremos que las cosas tanto más amamos y queremos, cuanto más caras nos cuestan y cuanto más trabajo pasamos en adquirirlas.

5-¿Qué causa que el hombre sea más inclinado a reír que a llorar?
-Porque nuestra naturaleza es más inclinada a placeres que a tristezas, más a las cosas que dan placer que a las que den pesar porque con lo uno se acorta la vida y con lo otro se alarga.

6-¿Por qué mean poco los que mucho lloran?
-Porque el humor haciendo camino por los ojos deja de ir para abajo. El llorar altera el calor y la sangre y así hacen subir los vapores arriba.

7-¿Qué causa que los asnos, cuando ven a otro asno mear, mean ellos también?
-El asno es muy torpe y casi como dicen de él, sin sentido, por razón de la mucha flema que tiene y así retiene mucho tiempo la orina y siendo tan flemático no puede, aunque la abundancia sea mucha, acordarse de mear. Venido a tiempo que topan con meados de otros animales, se le mueven, según el natural suyo, los fantasmas de la imaginativa y así se acuerdan de mear y lo mismo ocurre cuando ven a otros.

8-¿Por qué sucede que los enojos hacen encanecer y envejecer?
-La vejez no es otra cosa que una sequedad y falta de humores en el cuerpo, causando pues los enojos alteración, la alteración calor y el calor deseque, síguese luego la vejez en los hombres, como parece en los que son muy trabajados.

9-¿Por qué los que están medio borrachos hacen más locuras y desatinan más que los que lo están mucho?
-Los sentidos de los muy borrachos estando todos ocupados  no tienen ningún sentimiento y así luego se caen y quedan dormidos donde quiera que se hallen. Mas los que están medio, teniendo el sentido corrompido y juzgando de varias cosas hace varias y diversas locuras.

10-¿Es bueno usar de medicinas?
-Cuando son muchas no es bueno, porque gastan los cuerpos pues las más de ellas participan de veneno, de donde dijo Demócrito respondiendo a un médico que le preguntó ( no siendo muy avisado) como había venido a ser tan viejo, y venido a esta edad, dijo porque nunca me he curado con médico ni he querido usar de vuestros recipes y remedios.

03 agosto 2017

Educación sobreprotectora y cáncer.

Los niños sobre protegidos tienen hasta 20 veces más posibilidades de padecer cáncer. los cuidados excesivos y el aislamiento de los menores de cualquier virus o bacteria termina por inhibir el correcto desarrollo del sistema inmune. Un estudio realizado entre 10.000 escolares demostró que aquellos que asistían a la guardería, se manchaban y padecían piojos eran menos proclives a padecer la enfermedad.

Que la sobreprotección paterna-materna causa algunas enfermedades al impedir que el sistema inmune se ponga en contacto con agentes patógenos es un hecho demostrado, pero más probado aún está que privar a los niños de experiencias infantiles que suelen ser habituales y prácticamente necesarias para que alcance los niveles de socialización propios de su medio social y adecuados a su edad, tiene efectos nefastos en el desarrollo.
Evitar que un niño hable, juegue, trabaje, colabore, afronte dificultades, represente roles, sufra los desafíos de las emociones ajenas y de las propias; quitar a la infancia el fértil campo de la experimentación y aprendizaje de múltiples habilidades cognitivas, emocionales y sociales, trae como consecuencia deficits y anomalías graves y seguras.
En la educación del niño sobreprotegido las exigencias se retrasan, las consecuencias negativas a comportamientos inadecuados brillan por su ausencia y el Dolce far niente es compañero inseparable en las primeras etapas de la vida, pero los problemas aparecen cuando el niño debe ponerse en contacto con las situaciones sociales extrafamiliares, entonces se produce el rechinar de dientes, la desaprobación social, los fracasos, las insuficiencias, la evitación y las angustias que, iniciadas en los primeros años, se mantendrán e incrementarán con el paso de los años, si los educadores, padres, madres y maestros no acaban de entender que los niños crecen; que deben hacer cosas propias de su edad; que deben exigirles razonablemente, sin ayudarles demasiado, confiando en ellos; que hay que dejarles que hagan sin ayuda todo lo que sean capaces de hacer solos; que se debe fomentar la autonomía y hasta la valentía; que hay que animarles a que se sientan bien haciendo cosas  difíciles por su cuenta, sin que estén la mamá o el papá al lado.

02 agosto 2017

Influencia cultural en los trastornos mentales.

De raros; extraños; extravagantes; originales; absurdos; asombrosos; sorprendentes; maravillosos; inauditos; anormales; inconcebibles; increíbles; infrecuentes; excepcionales; curiosos; inusitados o inusuales pueden calificarse algunos de los fenómenos que nos encontramos en las llamadas ( sólo por analogía) “enfermedades mentales”. Resulta que cada cultura tiene su particular manera de enfermar o de trastornarse y, por supuesto, su idiosincrático remedio. La sociedad occidental nos dice “estate sano pero si enfermas “mentalmente” debes padecer alguna de las enfermedades que cataloga el DSM V”; sin embargo; los estudiantes de África Occidental padecen “niebla cerebral”, que les entorpece el pensamiento. Los esquimales sufren de “histeria ártica”, una especie de estado de pánico en la cual las víctimas se desprenden de sus ropas y corren desnudos en el frío hasta caer en coma. Los habitantes de las islas Wellesey en Australia sufren de ataques de pánico ulcerosos conocidos como Malgri si se sumergen en el mar sin haberse lavado las manos de restos de alimentos que se han producido en tierra. Los malayos son presa de una furia asesina —el amok— tan terrible que el nombre ha llegado a occidente y se emplea para describir los estados psicóticos en los que caen por ejemplo los desequilibrados que cometen masacres en escuelas o hamburgueserías. La anorexia y la bulimia son patologías casi exclusivas de la sociedad occidental. El koro es una enfermedad mental frecuente en China. Quien la padece cree ver reducido el tamaño de su pene. Una vez que la víctima está poseída es presa del pánico e intenta por todos los medios volver a recuperar el tamaño de su órgano genital. Los familiares ayudan con acupuntura, así como colgando pesos y contrapesos. Muchos pacientes de koro se mutilan de la peor manera posible y lo hacen dentro de un estado de pánico mortal, porque según la creencia china, quien padece koro muere inmediatamente. Existen muchas manera de evitar el koro: no adelantar a una tortuga, no comer ciertos tipos de carne … pero la más segura es no ser chino, malayo o tailandés porque el koro sólo ataca a hombres del sudeste asiático.
La niebla cerebral, la histeria ártica, el malgri, el amok, el koro y otros trastornos de nuestra tradición cultural como la chochera, la desazón, el desquicie, el mal de amores; el andancio, la calentura, el torzón, el pampurrio, los nervios, el mal aire, el tocado de ala, la morriña, el lunático.... no aparecerán nunca en los manuales, pero tienen la misma validez diagnóstica que las etiquetas de los manuales en boga.
El hecho de haber nacido y vivir en una determinada sociedad supone participar de sus ritos, ceremonias y creencias sobre la salud, la enfermedad, la muerte, el más allá y el más acá; y de un estilo de resolver los problemas de la vida cotidiana.
En fin, da la impresión de que cuando en la mano sólo tenemos un martillo, todos los problemas se vuelven clavos.

01 agosto 2017

Observación e imitación. Efectos colaterales.

Los antropólogos B. Malinowski y F. Boas abordaron el estudio de los pueblos mediante el trabajo de campo, trasladándose al entorno de la cultura investigada y participando de sus costumbres y hábitos, para evitar sesgos, erróneas interpretaciones y desviaciones en el análisis del sentido de las diferentes culturas estudiadas.
Siguiendo este mismo método, un investigador y antropólogo italiano decidió estudiar, con el método de la “observación participante” las costumbres de los pastores de ovejas de las montañas de los Alpes. Convivió con ellos todo un verano, viviendo como un pastor. Realizó cada una de las tareas que les veía hacer; se integró en el grupo y, salvo porque tomaba notas en su cuaderno de campo, nadie podría ni siquiera sospechar que no era un pastor más.
Al finalizar el verano celebraban los pastores la partida hacia las tierras llanas con una gran cena alrededor del fuego. Comían, bebían, cantaban, bailaban y contaban las más increíbles historias de lobos, inclemencias y penurias. Ya de madrugada, observó el antropólogo que un pastor abandonaba el corro y se dirigía al corral de las ovejas, elegía a una de ellas e imitaba a al carnero. Al cabo de un rato volvía y se sentaba. Entonces otro pastor se levantó y recorrió el mismo itinerario. Así fueron haciéndolo uno tras otro. Ya sólo quedaba él por acercarse al corral. Se levantó e imitó a los sujetos en estudio. Al volver, todos los pastores comenzaron a reírse a carcajadas. Sorprendido y un poco molesto, preguntó de qué se reían, ya que había hecho lo mismo que los demás y sólo con él había burlas. Un pastor se lo explicó: “ es que tú te has emparejado con el carnero”.
Cuando se confunde la topografía de una conducta con su función, corremos el riesgo de ver a un policía correr tras el ladrón y pensar que está imitándolo.