el cazurro ilustrado

31 enero 2007

Sobre coitos y esperma.



Según un estudio elaborado por el doctor Fernando Marina, del laboratorio del Instituto de Reproducción Cefer, realizado con datos sobre movilidad y concentración espermática de 3.000 jóvenes donantes de semen durante los últimos treinta años,
los espermatozoides de los españoles son cada vez más lentos o presentan menor movilidad. Durante los primeros cinco años del estudio, de 1977 a 1982, la media de espermatozoides móviles se situaba en torno al 63% del total, mientras que en los últimos cinco años, de 2001 a 2006, ha descendido hasta situarse en el 42%.
Este significativo descenso supone una pérdida de movilidad del 0,7% anual. La extrapolación de estos datos hace aventurar a los expertos que, si la evolución siguiera el mismo ritmo, en el año 2067 todos los espermatozoides «españoles» serían inmóviles, por tanto incapaces de fecundar un óvulo.
En el año 1572, el médico Francisco Núñez de Coria publicó un estudio titulado “Tractado del uso de las mugeres” en el que alertaba sobre las complexiones y naturalezas de los hombres mas convenientes para el coito, a quienes haría menos daño el coito y que hombres eran aptos para casarse y cuales no. Estaba alarmado porque algunos hombres, en apariencia robustos, a los pocos días de casarse, por el uso cotidiano de la lujuria, perdían el color, enflaquecían, se tornaban magros, enfermaban y no pocos morían. Para evitar estos daños advierte el autor que todos aquellos que tengan cuerpos robustos, gruesos, de mucha sangre y de venas anchas, colorados, de color rubicundo, con muchos pelos y vello y que son calientes y húmedos, son hábiles y prontos para el coito y por consiguiente para casarse (cita Aristóteles y a Galeno) y da como razón que son de mucha simiente.
Avisaba de que los mozos menores de veinticinco años eran menos aptos para el coito, como los de más de cuarenta años y mucho menos aptos los de cincuenta y cinco años, por lo que desvarían los viejos al casarse, porque toman mujeres para otros y aunque el coito en exceso daña a los machos, no a las hembras, porque en tal obra ellas trabajan poco.
Concluye el ilustre médico que el coito conviene a los mancebos de 25 a 40 años que tengan carnes gruesas de color rojo oscuro, porque este color significa predominio de la buena y abundante sangre. A los varones de color rojo claro, de color blanco o de color cetrino no les conviene ni el coito ni el casamiento, porque la blancura significa haber poca sangre y mucha frialdad (según Avicena) y los cetrinos tienen calor y cólera este color significa vehemente frialdad que disminuye la sangre y se congela. El blanco y el negro son de mucho peligro para la obra de engendrar e inhábiles para el coito porque tienen poca simiente y si se dan a tal acto se debilitaran y su calor natural se apagará, sus nervios se relajaran, les sobrevendrá temblor y dolor en el corazón, falta de ganas de comer, gota artética, pasión de pecho y pulmones y se harán viejos antes de tiempo.
Así pues, es probable que la movilidad espérmica en el año 2067 sólo exista en los machos de 25 a 40 años con cuerpos robustos, gruesos, de mucha sangre y de venas anchas, colorados, de color rubicundo, con muchos pelos y vello y que sean calientes y húmedos (o quizás no).



30 enero 2007

Días de paz.


El 30 de Enero se celebra en todo el mundo el día de la Paz, fecha en la que se recuerda a la figura de Mahatma Gandhi, el hombre que con su práctica de la no violencia consiguió la independencia de la India. Platón, en uno de sus libros, alababa enormemente a los Lidos y criticaba ferozmente a los Lacedemonios. Preguntado por las causas de los elogios a unos y de los vituperios a los otros, respondió que magnificaba a los Lidos porque nunca se ocuparon en otra cosa que en labrar los campos y censuraba a los Lacedemonios porque no supieron otra cosa que conquistar reinos y pueblos, y más afortunado es el reino en el que los hombres tienen las manos llenas de callos de arar con la reja que no el reino donde tienen los brazos quebrantados de pelear con las lanzas. Pero el mismo autor, en otro libro, apostilla sus palabras diciendo que no conviene que seamos extremados en loar a los que tienen paz, ni seamos descomedidos en reprender a los que tienen guerra; porque puede ser que, si uno tiene guerra, sea con fin de alcanzar la paz; y, por contrario, si uno tiene paz, puede ser con fin de hacer la guerra.
Cuando un “pacífico” emperador romano oyó las alabanzas que se vertían sobre las batallas y guerras de Julio César, Escipión y Aníbal dijo: “tenga cada uno la opinión que le de la gana y alabe lo que le plazca, pero más quiero yo preciarme de haber conservado la paz muchos años, que no de haber vencido muchas batallas en la guerra”.

29 enero 2007

Tiempos cambiantes.


Hay tantos cambios en esta vida y en el tiempo que hace mientras ella transcurre que se puede decir que no hay nada estable. Un día está el mar en calma y otro día hay tempestad; un día truena y otro hace sol; uno nieva y al siguiente hiela; y con la vida sucede lo mismo, unas veces nos duele la cabeza de tanto reír y otras nos escuecen los ojos de tanto llorar. Es tan cierta la calma después de la tempestad como la tempestad después de la calma. No hay adversidad ni mal tiempo que no se acabe, ni placer ni buen tiempo que no harte. De tal manera que en el tiempo y en la vida, lo que ocurre o nos hace derramar lágrimas o esbozar sonrisas o disimular nuestro estado.
El tratamiento informativo de la última nevada ha sido más para hacer reír que para disimular. Que en enero caiga nieve, que las carreteras se cierren y que los pueblos de la montaña queden incomunicados no debería ni ser noticia, sin embargo, todos los medios hablaron tan exageradamente del temporal y tanto lo magnificaron que, además de mentiras varias parecían deseos de probar el cambio climático.Me decía un montañés lo que ahora se llama “cambio climático” antes se decía “años buenos” o “ años malos”. Aseguraba que cuando él tenía dieciocho años cayó una nevada en junio que tumbó todos los centenos y a nadie se le ocurrió hablar del “cambio climático” y sí lo había sido, más que esta nevada de medio pelo.

26 enero 2007

Mujeres escritoras.



El pasado miércoles no pude acudir a la entrega de premios del XVII certamen de relatos breves “Imágenes de mujer” convocado por el Excmo. Ayuntamiento de León.
Las ganadoras fueron Isabel Urueña Cuadrado, por el relato: ”Joseph Conrad in memoriam” .
- Accésit de Reconocimiento al relato que mejor refleja la igualdad de oportunidades: Mª Begoña Luisa Martín García, por el relato: “Semana blanca”
- Accésit de Reconocimiento mejor relato de autora/autor del Municipio de León: Ana Cristina González Rodríguez, por el relato: “Cole, colección” .
Me había invitado ésta última ya que, después de ella, soy yo uno de los que más sabe de su vida y obras, puesto que lleva más de 15 años trabajando con nosotros y otros tantos vengo yo animándola a que escriba.
Mientras recibían el correspondiente cheque y la placa conmemorativa, ocupé mi ausencia al acto tomando diversos productos naturales y antinaturales para paliar los efectos de un posible virus que me atasca las vías respiratorias y me provoca calenturas y me ocupé también en leer algunas biografías de “Ilustres mujeres” que en épocas lejanas se dedicaron al arte de juntar letras.
Safo de Lesbos: Tocaba la lira, con la que acompañaba sus composiciones poéticas, fundó una escuela para mujeres jóvenes, enseñando además de literatura, música, danza... Escribió miles de composiciones, llegándonos a través del tiempo una pequeña parte, fragmentada. Platón se refirió a ella como "La décima musa".
Cornificia: En tiempo de César Octaviano fue tenida por muy docta en las letras griegas y latinas y en componer metros y epigramas fue muy doctísima. Cuentan de esta mujer lo que se puede contar de pocos hombres: que componía ella mejores versos y epigramas rápidamente que no su hermano Cornificio, también poeta, despacio.
Proba: Mujer posiblemente romana que aprendió y aprovechó muy bien las artes liberales. Estudiosa de los versos de Virgilio, a punto estuvo, si no lo consiguió de escribir la Biblia en verso, si nos fiamos de Bocaccio.
Lelia Sabina: tenía mucha gracia en el leer, pero tenía mayor elegancia en el escribir, escribía muchas cartas y oraciones y su padre Sila las aprendía de memoria y las recitaba después en el senado.
Lasterma y Axiotea: fueron dos mujeres griegas muy cultas y nombradas entre los discípulos de Platón. Fue la una de tan profunda memoria y la otra de tan alto entendimiento, que muchas veces, estando Platón en la cátedra, no quería comenzar a leer, cuando le preguntaban por qué no leía respondía: "No quiero leer porque falta el entendimiento que lo ha de entender ( no estaba Lasterma), y falta la memoria que lo ha de conservar ( no estaba allí Axiotea)."
Areta: Hija del filósofo Aristipo, Bocaccio dice que no sólo aprendió para sí, sino que ensañaba a otros y escribió muchos libros: uno de las alabanzas de Sócrates, otro de la manera de criar a los niños, otro de las batallas de Atenas, otro de la fuerza tiránica, otro de la república de Sócrates, otro de las infelicidades de las mujeres, otro de la agricultura de los antiguos, otro de las maravillas del monte Olimpo, otro del vano cuidado de la sepultura, otro de la providencia de las hormigas, otro del artificio de las abejas; y escribió otros dos, uno de las vanidades de la mocedad y otro de las calamidades de la vejez. Leyó públicamente esta mujer filosofía natural y moral en las academias de Atenas por espacio de 35 años, compuso cuarenta libros, tuvo ciento y diez filósofos por discípulos, murió en edad de setenta y siete años; y los atenienses pusieron sobre su sepultura estos versos: «Aquí yace Areta, la gran greciana, lumbre que fue de toda la Grecia, la cual tuvo la hermosura de Elena, la honestidad de Thirma, la pluma de Aristipo, el ánima de Sócrates y la lengua de Homero.»
Pitágoras tuvo una hermana llamada Teoclea que tan sabia era que decían los griegos que no aprendía ella de Pitágoras sino Pitágoras de ella. Tuvo también una hija llamada Polícrata, muy sabia, más hermosa que rica, y fue tan estimada por su alta elocuencia, que valía más la palabra que ella decía hablando a la rueca, que no la filosofía que su padre leía en la Academia.
Nicóstrata fue mujer del rey Evandro, dicen que tenía tanta facilidad con el verso como otros con la prosa, dicen, además, que profetizó la destrucción de Troya 15 años antes de que ocurriera y que adivinó que Roma triunfaría sobre todos los reinos de la tierra.
Strabon dice que la quinta reina de los Lidos fue Mirtis, la cual tenía el cuerpo tan pequeño que parecía enana, pero en el ánimo y sabiduría era tan alta que la llamaban la Gigantea.
Cornelia fue una mujer especialmente sabia que leía públicamente en una cátedra de filosofía en Roma, después de su muerte le pusieron una estatua en la que se leía : «Ésta es Cornelia, madre que fue de los Gracos, la cual fue muy afortunada en los discípulos que enseñó y muy infeliz en los hijos que parió”.
La hija del rey Darío era hermosa, rica y generosa; pero no era sabia, y ésta fue la causa por la que Alejandro Magno no se casara con ella. Dicen Annio Rústico y Quinto Severo que Alejandro menospreció a la hija de Darío, después se casó con una mujer que se llamaba Barsina, la cual era pobre y no muy hermosa, pero en las letras griegas y latinas era muy instruida. Como los príncipes de Macedonia le reprochaban el menosprecio a la rica y el casarse con la pobre, respondió: «Mirad, amigos, en los casamientos basta que el marido sea rico y la mujer que tome sea sabia; porque el oficio del marido es ganar lo perdido y el oficio de la mujer es conservar lo ganado”.
No sigo, Cris, porque con estos ejemplos te sobran para ver los pasos que has de seguir si a la cátedra de la vida quieres llegar.

24 enero 2007

Tiempo de enfermedades.

El tardío invierno ha traído mucho frío y viento y éstos crían y despiertan gripes, catarros y otras enfermedades que dañan la salud.Aunque sea un estado pasajero, griposo me encuentro y sin fuerzas ni ganas para escribir. Plinio le dice a Sabato: "Créeme Sabato, y no dudes, que de la manera que nos conviene vivir en este mundo, nunca yo lo leí en ningún libro, como nos lo enseña el hombre que está enfermo: porque al enfermo ni le levanta soberbia, ni le combate lujuria, ni le derrota avaricia, ni le molesta envidia, ni le altera ira, ni le sojuzga gula, ni le descuida pereza, ni aun se desvela por la honra. Ojalá Sabato amigo cayese sobre mí tan buen hado y fortuna, que fuese yo tal y tan bueno, cual juré y prometí en el tiempo que estaba malo: mas ay dolor, que cuanto en la enfermedad prometo, luego en estando sano lo olvido. De mí te digo y juro, que en los días que estoy malo ni me acuerdo de afección ni de pasión, ni de amistad ni de enemistad, de riqueza ni de pobreza, ni de honra ni de infamia: sino que por ahorrar de un dolor de cabeza, daría todo cuanto hay en mi casa."

22 enero 2007

Invasiones de antes y de ahora.


Los historiadores romanos se quejan amargamente y hasta maldicen y lloran las conquistas asiáticas de Roma porque, aunque alcanzaron grandes victorias en Asia, venciendo los Medos y a los persas con las armas, consideran que los vicios que adquirieron al contacto con ellos, crearon grandes perjuicios en la población romana.
Cicerón critica cinco costumbres traídas de Asia: hacer sepulturas, llevar anillos de oro, echar especias en las comidas, enfriar con nieve la bebida y echarse perfumes para oler bien; considera que estas cinco “malas” costumbres fueron poco menos que una venganza de las ciudades que habían ocupado y de los muertos que habían causado.
Supo Cicerón que las tierras que habían conquistado podrían perderse posteriormente, pero los vicios que habían llegado de Asia nunca saldrían de Roma.
Sin necesidad de una conquista militar, las costumbres que van entrando desde el mundo anglosajón hacia el mundo latino son tan de lamentar y causan tanto daño como las que antiguamente se introdujeron en Roma desde Asia: el culto al dinero y al consumismo, la fast food o comida rápida, el neuroticismo a raudales, la psicopatologización de la vida cotidiana, la frialdad de la globalización en su peor versión y el aroma del neconservadurismo son algunos de los vicios importados que ya será muy difícil o imposible erradicar.

20 enero 2007

Política, alegría y llanto.


Faltan unos meses para las elecciones municipales y autonómicas que harán promocionar a unos, permanecer a otros y abandonar la política a unos pocos y ya se afilan discursos, se anticipan vituperios, se lanzan afrentas, se predican ultrajes o se sermonean escarnios. En precampaña ( y más tarde en campaña) cada precandidato (y después candidato) las alabanzas que vierte sobre sí, las torna injurias contra los demás competidores.
Había en Gracia un tirano tan opresor que todos los griegos lloraban su existencia y pedían a los dioses su muerte, salvo una mujer vieja que se alegraba de tal tiranía y pedía a los dioses larga vida para el déspota. Se enteró de tal postura el tirano y, asombrado, fue a preguntar el por qué de aquella rara actitud. Respondió la mujer que antes de que él fuera tirano, otro tirano había gobernado con menos tiranía que él, lo que hacía suponer que una vez muerto, otro le sustituiría con más abuso y despotismo.
Otro tirano vió llorar amargas lágrimas a Demóstenes y le preguntó porque lloraba tanto ya que no estaba bien visto que un filósofo llorara. A lo que éste respondió: “No lloro yo por el filósofo que murió, sino porque vives tu y en las academias atenienses más lloramos porque viven los malos que no porque mueren los buenos”.
Gane quien gane y pierda quien pierda, esperemos que no tengamos de alegrarnos de los unos ni llorar por los otros.

19 enero 2007

Divina locura y sus remedios.


Antes de que el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (el DSM- IV-R, es la última versión) pusiera orden y clasificación a los trastornos “mentales” apelando a alucinaciones, ideas delirantes, trastornos del pensamiento, lenguaje y comportamiento desorganizado, sólo se conocía una enfermedad de este tipo: la locura, de la que se sabía tanto o tan poco como ahora. Lo que no se ignora(ba) es que tardan en sanar los que la padecen. Un médico macedonio la padeció hasta el extremo de escribir al rey una carta que firmaba el Dios Júpiter, encarnado en él.
Diseñó el rey una ingeniosa cura. Celebró una gran cena con muchos invitados y puso al médico-dios en una mesa apartada. Mientras los demás invitados disfrutaban de sabrosos manjares, al loco le echaban perfumes e incienso. Los otros comían delicias con la boca y él tomaba humo por la nariz. Al principio disfrutaba de su divinidad, pero el hambre fue haciendo mella en su estómago y entonces se quejó al rey de que no le servían comida. Aprovechó el rey la ocasión para decirle que si dejaba de ser dios y se reconocía como hombre y como enfermo de locura, podría comer. Dice Eliano que así lo hizo y quedó sano, sin necesidad de tomar ningún fármaco antipsicótico atípico.

18 enero 2007

El robo como norma.


Los Lacedemonios permitían el robo entre ellos, no porque pensasen que robar fuera cosa buena, sino porque así intentaban conseguir que los ciudadanos fuesen sagaces y prudentes, pero si cogían a alguien robando, lo castigaban públicamente como ladrón. Intentaban con esta permisividad que el que tuviera bienes, fuera diligente guardándolos y que el que robase fuese hábil haciéndolo. Si el propietario o el ladrón faltaban a sus supuestas habilidades –guardar y hurtar los bienes- mandaban sus leyes que perdiese uno lo que tenía y pagase el otro lo que robaba. Siguiendo a medias su ejemplo, también se permite el robo en nuestra sociedad, siempre y cuando éste se lleve a cabo desde la recalificación de terrenos, o desde la estafa filatélica o inmobiliaria, o desde el cohecho al funcionario público, o desde la expropiación interesada; la diferencia con ellos es que no se permiten para agudizar el ingenio de los ciudadanos, sino para mayor hacienda de los corruptos y más cabreo de los honrados.

17 enero 2007

Clonar comportamientos.

Ahora que está tan de moda la clonación y la búsqueda de similitudes genéticas entre determinadas especies (se dice que los humanos y los chimpancés comparten más del 99% de su material genético) es práctica habitual recurrir a la herencia y a los genes para explicar las acciones y las re-acciones de cualquier bicho viviente. Son los genes y su transmisión hereditaria los propuestos para dar cuenta de todo lo que acontece a los seres vivos.
No pensaba así Ligurgio de los comportamientos altamente disolutos de los Lacedemonios, antes de que él llegara a poner orden y concierto. Para demostrarles el peso específico del aprendizaje y del ambiente, cogió a dos perros recién nacidos de la misma camada y a uno lo crío en su casa, dándole todo lo que le apetecía y sin ninguna exigencia, al otro lo envió con un pastor, para que cuidara del ganado y anduviera por el monte casi hambriento y trabajando. Transcurrido un tiempo razonable reunió a todos los lacedemonios y a los dos perros en la plaza. Puso delante de ellos un trozo de carne y una liebre viva. El perro acomodado, se abalanzó sobre la carne muerta y el perro criado en el campo corrió tras la liebre y no tardó en alcanzarla.
Remató la lección Ligurgio diciéndoles que para ser virtuosos era necesario que desde niños fueran bien educados, porque a los hombres se les pegan mucho más las costumbres con las que se crían que no las inclinaciones con que nacen. Perros, personas y seres vivos clonan sus comportamientos de los aprendidos anteriormente.

16 enero 2007

Los discursos de la ira.

Vistos y oídos los discursos que los políticos lanzan estos días sobre el fracaso del “diálogo con ETA” para conseguir el tan ansiado final de los atentados, no tengo más remedio que recordarle al presidente Zapatero lo que Plutarco a Trajano, aconsejándole que fuera paciente en los trabajos, manso en las negociaciones y sufrido con los furiosos, porque cura muchas más cosas el tiempo que no las que la razón concierta.
Debería saber Rajoy que cuando está la ira asesorando, no se cree a los amigos, se es demasiado rápido en las acciones, se anda con el rostro encendido, se tienen las manos prestas, la lengua desenfrenada, se dice con cada palabra una malicia, se enoja a la mejor ocasión y no se admite ninguna razón.
Estando las cosas en este punto sólo queda esperar que el transcurrir del tiempo ponga a cada uno en su sitio ya que al político furioso y lleno de ira, querer ponerle en concierto es falta de cordura, porque estando la ira muy encendida y el corazón muy furioso, ni se admiten argumentos, ni consuelos, ni razones.

15 enero 2007

Médicos, pacientes y ministros.


Durante mucho tiempo aplicaron los godos una ley sanitaria muy justa y razonable: el médico y el paciente debían llegar a un acuerdo en el que uno se comprometía a curar y otro se obligaba a pagar los servicios. Si ocurría que el médico no le curaba habiéndose obligado a ello, perdía el trabajo y debía, además, pagar las medicinas que el paciente había gastado.
Actualmente los médicos cobran independientemente de que el enfermo cure o no. Si sana, el mérito es de la medicina y si no, el culpable es el enfermo porque o come muchas grasas saturadas, o fuma en exceso, o bebe en demasía, o no hace suficiente ejercicio o hace demasiado, o no utiliza preservativo, o bebe poco agua, o abusa del café, o en su dieta hay poco pescado azul, o está obeso o ingiere comidas muy saladas… de manera que el pobre enfermo, al que no pueden curar, se ve acusado, culpado y difamado, pero no solo el enfermo, también el sano puede verse acusado por estas mismas razones. De suerte que, en uno u otro estado, difícil tenemos dar gusto a la Sanidad y a sus ministros.
El emperador Adriano mandó escribir en su tumba: «No habiendo podido matarme mis enemigos, vine a morir a manos de médicos». Hoy diría “No habiendo podido matarme mis costumbres, vine a morir a manos de las que me propuso la Sanidad”.

13 enero 2007

A vueltas con la juventud y la educación.



Organizan en Asturias unas jornadas con el título “Érase una vez la escuela” y el subtítulo “La escuela en la literatura y la literatura en la escuela”. Uno de los participantes es Luis Antonio de Villena, autor del libro “Mi colegio” donde narra un sin fin de experiencias, algunas negativas y otras no del todo positivas, pero, según su propias palabras, “no todo era tan malo”. Aprovecha este foro el autor para cargar contra la juventud y contra la educación actual con “perlas” de este tipo: “«Los jóvenes de hoy no tienen educación, ni para la ciudadanía ni para nada»; “La mayoría de los chicos y chicas están pésimamente mal educados: son groseros, zafios, guarros e inmensamente vulgares, igual que es verdad que en mi época podíamos ser cursis y ridículos. Antes de aprender latín, matemáticas o ciencia se aprendía a ser educado en ciertos cánones sociales. La sociedad puede estar equivocada, y lo está, en muchas cosas, pero tienes que tener unos contenidos básicos de comportamiento cívico incluso para poder rebelarte”. “El problema gravísimo es que vivimos en una sociedad enormemente empobrecida. Es algo que me hace recordar aquel verso de Machado: «Qué difícil es, cuando todo baja / no bajar también». En esta sociedad todo está rozando los límites de la basura. Como ves, no soy pesimista: soy más bien apocalíptico. Nunca ha habido tanta incultura ni tanta zafiedad. Ignorancia siempre la hubo, pero ahora el ignorante alardea de su ignorancia”. “Ahora el inculto es seudo culto y opinante. Es otra de las cuestiones mal llevadas de la democracia: está obligada a educar a todos, porque si no el voto no tiene el mismo valor. No es lo mismo un voto por publicidad que un voto por convicción. Sin educación no hay democracia: es una filfa”.
No es la primera vez ni será la última que se arremete contra la educación y contra la juventud desde la experiencia que tienen hombres doctos ya de vuelta de todo, cultos, cultivados, educados mejor que ahora, ciudadanos de primera, listos y de gran provecho para la sociedad. Parece que ignoran, o deberían tener en cuenta antes de verter sus ácidas críticas, que la juventud, por definición, no tiene experiencia aunque sepa muchas cosas, que tiene que ser sospechosa de lo que oye, incrédula de lo que le dicen y, a veces, menospreciar el criterio ajeno aunque el suyo sea muy pobre. Respecto a la Educación, es obligatorio saber que la juventud aprende lo que le enseñan y si les enseñamos “locuras”, se ceban aprendiéndolas. Si queremos una juventud disciplinada deben ser los adultos -padres, maestros, políticos, tertulianos, conferenciantes...- corregidos, honestos, justos y comedidos. Si es así, así será nuestra juventud, si no, como ha ocurrido siempre echaremos la infancia en el olvido, la juventud en vicios, la edad adulta en cuidados, la vejez en quejas y el tiempo y las opiniones en vanas esperanzas y en críticas vacías.

12 enero 2007

De ordenadores y ordeñadoras.



Ponerse delante de un ordenador y usar sistemáticamente el teclado y el ratón tiene, a veces, consecuencias muy negativas, como las trae colocarse delante de las ubres de una vaca para ejercer de ordeñador.
El síndrome de túnel carpiano es una lesión muy común entre la gente que realiza muchos movimientos repetitivos de la mano y la muñeca, como escribir en el teclado del ordenador, sobre todo cuando la muñeca se posiciona mal y no existe el suficiente espacio para que el nervio mediano que se encuentra localizado debajo de la misma, tenga una buena llegada a la mano.
Tirar de las tetas de las hembras vacunas, ovinas y caprinas, desarrolla un patrón característico de artropatía degenerativa como consecuencia del ordeño manual prolongado: artrosis en las articulaciones metacarpofalángica e interfalángica del pulgar y en las interfalángicas distales del segundo al cuarto dedos, donde además se asocia a flexión y desviación radial de la falange distal, a menudo acompañada de una ligera desviación cubital de la falange media.
A pesar de las similitudes patológicas que generan los ordenadores y las ubres, el ordenador nos obliga a usar 102 teclas y las ubres solo cuatro tetas.
Tanto el síndrome del túnel carpiano como la artrosis metacarpofalángica son evitables; vendiendo el ordenador en el primer caso y en el segundo, comprando una ordeñadora. El ordenador es un problema y la ordeñadora una solución.

11 enero 2007

Graciosos y des-graciados.

Alcibíades era alegre, divertido y gracioso, sin embargo cuando asistía a alguna obra de teatro o a algún banquete jamás se reía, porque tenía por costumbre ayunar donde otros comían, callar donde se hablaba, no apostar donde se jugaba y abstenerse donde había burlas, ya que pensaba que nunca se conocen a los hombres cuerdos, si no es entre los hombres superficiales.
Severo el emperador vio un día a su bufón muy pensativo, le preguntó que en qué pensaba y le contestó que pensaba lo que tenía que decir para hacerle reír, porque estudiaba más él por la noche las bromas y los chistes que iba a decir al día siguiente que lo senadores lo que tenían que votar. Bien sabía que para ser un hombre agudo y gracioso, no ha de ser del todo cuerdo, ni del todo loco, sino que si es loco ha de tener un poco de cuerdo, y si es cuerdo ha de tener un poco de loco.
Hay gente que habla y canta porque quiere ser graciosa, pero si nos reímos no es de la gracia de lo que dicen, sino de la desgracia con la que lo dicen. Más que graciosos son desgraciados y más que reír apetece llorar. Asomaos a los programas de entretenimiento de la tele y lo confirmareis.

10 enero 2007

Árboles, medio ambiente y vida.

El programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP) ha puesto en marcha un plan para conseguir que durante 2007 se planten en el mundo 1.000 millones de árboles, ya que absorben parte de las emisiones de dióxido de carbono que emite el hombre, regulan la temperatura y la humedad, ayudan a reducir los decibelios y pueden reducir o ralentizar los temidos afectos del cambio climático.
Sin ningún temor a los efectos del cambio climático, hacia el año mil setecientos, regían en la montaña leonesa unas ordenanzas que obligaban a cada vecino plantar cada año, cuatro árboles frutales y cuatro no frutales además de exigir que tuvieran hurto, nabar y lentejar.
Corrió posteriormente el bulo de que quien plantaba un árbol, lo hacía para que recogieran el fruto sus nietos y entonces se difuminó la costumbre.
Ahora algún ayuntamiento de nuestra provincia implanta la costumbre de plantar un árbol por cada niño que nace. Aconsejaba Joaquín Costa que el año que nos nace un hijo plantáramos una tierra de árboles, cuando el niño cumpla cinco años y lo enviemos a la escuela, aquel mismo día ya los frutales y los almendros nos darán cosecha. Cuando el niño vaya al Instituto y los castaños nos darán una cosecha de madera, y los olivos una de aceite y las encinas una de trufas. Cuando se matricule en la Universidad, el encinar nos dará su primera cosecha de bellota, y el palmeral de dátiles. Sale de la Universidad y ya los frutales que han fructificado trece o catorce años están viejos y podéis plantarlos segunda vez; ya los olivos están en plena producción; ya las palmeras, los naranjos, los manzanos, los cerezos, los almendros, las encinas están cansados de producir y de enriqueceros, y de trabajar en el campo para vuestro hijo que está educándose en la escuela, en el Instituto o en la Universidad. Cuando vosotros dais un hijo a la sociedad, los árboles os han dado ya los suyos años y años.

09 enero 2007

Morir a los cincuenta.


Subí a las ruinas del castillo de Montuerto esperando encontrar restos, escombros, cascotes y despojos, entre los que pudiera haber algún vestigio o reliquia de lo que fue. Trepé al muro y vi las tumbas arregladas dentro del recinto cercado.
No saben los de Montuerto que han puesto en práctica las palabras de uno de los secretarios del emperador Marco Aurelio cuando reflexionaba sobre la muerte diciendo que no es otra cosa la sepultura sino un castillo en el que nos refugiamos contra los sobresaltos de la vida y contra los vaivenes de la fortuna.
No es seguro, pero es probable que también pensaran como el Emperador Augusto que decía que una vez que los hombres alcanzan los cincuenta años, se habían de morir por su propia voluntad o habría que matarlos a la fuerza, porque si han sido felices, en esa edad llega la cumbre y el término de ella. A partir de esa edad lo que puede ocurrir son enfermedades graves, muerte de hijos, pérdidas de hacienda, inoportunidades de los yernos, entierro de amigos, sustento de pleitos, pago de deudas, suspiros por el pasado, lloros por el presente, disimulo de injurias, escuchar lastimosas noticias y otros penosos trabajos; por lo que más valdría tener los ojos cerrados en la sepultura que no abiertos para sufrir esta mísera vida. El que deja la vida a los cincuenta años, se ahorra ver lo más enojoso de ella, y cuanto más vive un hombre, mas cuesta abajo va, no caminando, sino rodando, tropezando y cayendo.
Mi más sentido pésame a la familia de Loli, que con cincuenta años nos dejó.

08 enero 2007

Vida (humana) de perros.

En Estados Unidos han aprobado el primer medicamento contra la obesidad de los perros ya que entre un veinte y un treinta por ciento de estas mascotas tienen sobrepeso y corren el riesgo de desarrollar diabetes, problemas cardíacos, articulares y otras complicaciones, según los expertos de FDA (Administración de Alimentos y Fármacos). El fármaco, que se llama Slentrol, contribuye a reducir el apetito y la absorción de grasas; no es apto para el uso humano y contendrá advertencias para evitar que las personas lo consuman ya que dos tercios de los humanos estadounidenses también tienen sobrepeso o son obesos, según las estadísticas oficiales.
Parece que “la vida y el humor de perros”, con la alimentación y otros cuidados, hasta hace poco tiempo sólo aplicados a los humanos – cirugía estética, peluquería, servicios funerarios específicos..-, se ha cambiado por “vida y humor de humanos”. Ajenos ya a las pulgas, a la rabia, a la flaqueza, a los hortelanos, al darles pan para llamarles perros y ajenos también a morir como perros, se ha convertido su vida en una parodia de la nuestra.
Craso estaba enamorado de una morena a la que había domesticado, cuando el pez murió, lloró amargamente su muerte, entonces Domicio le increpó por aquel acto y Craso contestó recriminandole que él había enterrado a tres mujeres y no había derramado ni una sola lágrima sobre ninguna de ellas. Cuidamos y atendemos mejor a los animales que a nuestros congéneres y lloramos y sentimos más la muerte de un animal que la de un vecino. Los perros alcanzan la calidad de vida de los humanos y los humanos ya no tenemos ni “can” que nos ladre.

05 enero 2007

Reyes "magos" y guardias "civiles".


Adjetivar a los reyes de “magos” y a los guardias de “civiles” son dos paradojas porque son afirmaciones falsas cuando decimos que son verdaderas y verdaderas cuando decimos que son falsas.
Los súbditos de Alejandro le pidieron que consultase a los magos para que adivinaran el resultado de una batalla, a lo que éste contestó: “Si los magos, de igual manera que tienen el arte de saber las cosas venideras, tuviesen tambien el arte de remediarlas, justo sería consultarles y servirles, pero como no puedo huir de lo que los hados me quieran echar, más me atengo a ellos que no a lo que dicen los magos”.
Basiano estaba muy interesado en saber los secretos de hombres, dioses y demonios y temía que alguien le matara a traición; para evitarlo se rodeó de muchos magos, pero como no le decían más que lo que quería oir, comenzó a sospechar de ellos, diciendo que servían más de lisonjeros que no de adivinos.
La Guardia Civil española, también llamada Benemérita, es un Instituto Armado de naturaleza militar que forma parte, desde hace más de 150 años, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España. El Duque de Ahumada, en 1844 fundó este cuerpo que quedaba sujeto al Ministerio de la Guerra en lo concerniente a organización, personal, disciplina y percibo de haberes, y al de Gobernación en cuanto a servicio y movimientos. Su carácter de jerarquía militar es evidente porque no se permiten asociaciones sindicales.
Parece pues, que los reyes más que magos son lisonjeros y los guardias, más militares que civiles, por eso los primeros traen regalos y los segundos llevan armas y uniformes.

04 enero 2007

Truhanes en la tele.


Mucho antes de que la televisión se convirtiera en el altar casero en torno al cual se reúne toda la familia en posición orante, silenciosa, atenta, que ríe las gracias y los chistes o llora las penas que se cuentan, ya había personas sin vergüenza y engañadores que con bufonadas, gestos, cuentos y patrañas procuraban divertir o hacer reír a la gente.
En Roma los llamaban truhanes, pantomimos, histriónicos o farsantes.
Blondo, en el libro De Roma triumphante, cuenta la regulación de estos oficios:
Exigían las leyes romanas que fuesen examinados para ver si eran hombres prudentes y sabios, porque pensaban que cuanto más livianos fueran los oficios, más necesario era que estuviesen en poder de hombres cuerdos.
Requerían también la comprobación de que fueran hábiles y graciosos en su oficio, porque sabían que es tan loco como el mismo loco el que escucha a un truhán estúpido.
No permitían que ningún truhán ejerciese su oficio si antes no sabía otros oficios, para que si en las fiestas hacían reír, el resto de los días tuvieran otras cosas en las que trabajar.
Castigaban con grandes penas al truhán que dijese cosas maliciosas ya que eran pocos los que se reían con estas malicias y muchos los que se quejaban de ellas.
No permitían los romanos que se hicieran representaciones en las casas particulares, sino en lugares públicos, ya que habían comprobado que quien las hacía en privado se volvía ocioso y los que las veían se tornaban viciosos.
No contentos los romanos con lo anterior, ordenaron que los juglares y truhanes no recibieran dinero privado por las representaciones que hacían y para evitar sus quejas, acordaron que cobraran mil sestercios del erario público.
Sabían que da más trabajo corregir a dos locos que gobernar a cien cuerdos. También lo decía mi abuelo: “un tonto hace ciento, si le dan lugar y tiempo”.
No estaría mal que regulaciones similares se aplicaran a los pantomimos que se asoman cada día a la pantalla de la tele.

03 enero 2007

El cuarto pilar.


El cuarto pilar del Estado del bienestar ha comenzado a construirse con la entrada en vigor de la Ley de Dependencia.
Amparo Valcarce, Secretaria de Estado, destaca que "más de 1.100.000 españoles, en su mayoría ancianos y discapacitados, necesitarán ayuda para llevar a cabo las actividades básicas de su vida diaria. Y casi otros dos millones requerirán de algún servicio externo para realizar alguna tarea en su vida cotidiana. Estas cifras aumentarán notablemente en las próximas décadas, debido en parte a la mejora de los sistemas de salud”·
Las leyes de los antiguos pueblos de nuestra tradición cultural fueron muy diferentes y contradictorias en muchos asuntos, pero todas estuvieron de acuerdo en dos cosas: apiadarse de los pobres y honrar a los viejos.
Hasta las naciones más bárbaras socorrían a los pobres y acataban a los viejos. Romanos y Lacedemonios reverenciaban a los viejos de tal manera que sólo ellos podían ser jueces y censores; les otorgaban, además, cinco privilegios: si les sobrevenía la pobreza, eran mantenidos por el erario público; sólo los viejos podían sentarse en los templos, llevar anillos en los dedos, comer con la puerta cerrada y traer las vestiduras hasta los pies.
Pudieron ser estos los orígenes de las posteriores leyes que han ido regulando la atención a los discapacitados, ancianos y personas dependientes, hasta llegar al derecho de los ciudadanos a recibir una atención por parte del Estado cuando no puedan valerse por sí mismos. Hay cosas tan esenciales y naturales que son de obligado cumplimiento, como ayudar en las enfermedades y socorrer en las necesidades, aunque sólo sea por el “hoy por ti, mañana por mí”.

02 enero 2007

Efectos del cambio climático..


Pronostican los expertos que este año será el más caluroso de la historia; lo explican con el “efecto invernadero" y el fenómeno del “Niño” y anticipan sequías en Indonesia e inundaciones en California. Phil Jones de la Universidad de East Anglia (Inglaterra) dirige la Unidad de Investigación del Clima y afirma que: "El Niño hace que el mundo sea más cálido, y ya hay una tendencia de más calor que aumenta las temperaturas globales de entre uno a dos décimas de un grado centígrado por década".
Sin ser experto, me parece que esa décima de grado por década, difícilmente puede apreciarse en nuestro entorno. O bien el calentamiento es mucho más mayor de lo que nos dicen (estamos a siete grados, cuando deberíamos estar a siete grados bajo cero) y entonces si serán notorias las consecuencias, o bien la décima de grado, repartida entre diez años (lo que sería una centésima de grado por año) no debería notarse, salvo que llevemos en el bolsillo un termómetro de alta precisión.
Sea como fuere, ayer vi a las cigüeñas instalarse en las torres de las iglesias y en lo alto de los chopos y, si dice verdad el refrán, hasta San Blas no habrían de venir en condiciones normales, o más tarde si fuera año de nieves. Quizás hayan notado la subida de la temperatura en una centésima de grado y adelanten su venida para avisarnos de que algo está pasando.
Para demostrar que nunca hay calentamiento a gusto de todos, las vacas están encantadas de la ausencia de nieve y de frío; muchos años a estas alturas, tenían que estar atadas en los establos y ayer salían a pastar como si fuese primavera.