el cazurro ilustrado

15 julio 2006

Alimentación, catarismo y anorexia.

Los humanos somos omnivoros. Normalmente podemos comer todo tipo de alimentos de origen animal y vegetal. Sin embargo unas sociedades encuentran deliciosos los alimentos que otras aborrecen. Nuestro aparato digestivo, en principio, sería capaz de asimilar cualquier tipo de alimento, pero las tradiciones culinarias han hecho que se rechacen unos en favor de otros. Las religiones más importantes han eliminado de sus dietas a ciertos animales por prohibición divina, como es el caso del cerdo en el islamismo y judaismo o el de la vaca en el hinduismo. Sin embargo, en Nueva Guinea, la dieta, los ritos religiosos, las relaciones sociales y las guerras giran en torno a los cerdos.Los norteamericanos ingieren grandes cantidades de carne de vacuno, pero detestan la de caballo. En China, Japón, Corea y otras naciones del Este de Asia, el indice de alérgicos a la leche es muy alto, mientras que los holandeses, daneses, suecos y escandinavos consumen grandes cantidaes de productos lácteos. En los menús europeos y norteamericanos no estan incluidos los insectos, pero hay numerosas poblaciones en el mundo que son insectívoras; así lo demuestra el antropólogo M. Harris.
En esta sociedad occidental postmoderna, la alimentación gira alrededor de las dietas bajas en calorías, en torno al “ culto al cuerpo”, a los cuerpos estilizados, a la delgadez y, por tanto, supone una vuelta al catarismo(S.X). Por razones diferentes a las actuales, llegaron a morirse literalmente de hambre; tenían una dieta a la que llamaban 'suicidio de liberación', con resultados similares a las de muchas anoréxicas. Lo que entonces se llamaba herejía se llama ahora epidemia. Lo que antes liberaba al espíritu de la cárcel del cuerpo, ahora encierra al cuerpo en la prisión de la dieta. Los que en el pasado morían inanes a mayor gloria de dios, lo hacen hoy a mejor infamia de la apariencia.