el cazurro ilustrado

13 agosto 2017

Sofistas y cortesanas.

El filósofo sofista Estilpón (360  a 280 a. C.)  afeaba los comportamientos de la cortesana Glycera, acusándola de que corrompía a la juventud; se defendió Glycera  diciendo que a los  filósofos se les acusaba de lo mismo y le pidió que reconociera, de buena fe,   que  daba igual que los jóvenes se relajaran  con un  hermoso cuerpo  que con libros muy agradables. Argumentó  que se arruina o  daña a la gente viviendo en compañía de un sofista o de una cortesana . 400 años después, criticaba Alcifron (escritor griego)  a los filósofos porque decía que su exterior era grave y sus discursos austeros  eran  vanidad e hipocresía. No había  diferencia entre esos hombres y las cortesanas, y, si había  diferencia, era en el modo de persuadir. Y es que hay cosas que además de tener validez universal, o quizás por ello, nunca cambian.