el cazurro ilustrado

31 enero 2007

Sobre coitos y esperma.



Según un estudio elaborado por el doctor Fernando Marina, del laboratorio del Instituto de Reproducción Cefer, realizado con datos sobre movilidad y concentración espermática de 3.000 jóvenes donantes de semen durante los últimos treinta años,
los espermatozoides de los españoles son cada vez más lentos o presentan menor movilidad. Durante los primeros cinco años del estudio, de 1977 a 1982, la media de espermatozoides móviles se situaba en torno al 63% del total, mientras que en los últimos cinco años, de 2001 a 2006, ha descendido hasta situarse en el 42%.
Este significativo descenso supone una pérdida de movilidad del 0,7% anual. La extrapolación de estos datos hace aventurar a los expertos que, si la evolución siguiera el mismo ritmo, en el año 2067 todos los espermatozoides «españoles» serían inmóviles, por tanto incapaces de fecundar un óvulo.
En el año 1572, el médico Francisco Núñez de Coria publicó un estudio titulado “Tractado del uso de las mugeres” en el que alertaba sobre las complexiones y naturalezas de los hombres mas convenientes para el coito, a quienes haría menos daño el coito y que hombres eran aptos para casarse y cuales no. Estaba alarmado porque algunos hombres, en apariencia robustos, a los pocos días de casarse, por el uso cotidiano de la lujuria, perdían el color, enflaquecían, se tornaban magros, enfermaban y no pocos morían. Para evitar estos daños advierte el autor que todos aquellos que tengan cuerpos robustos, gruesos, de mucha sangre y de venas anchas, colorados, de color rubicundo, con muchos pelos y vello y que son calientes y húmedos, son hábiles y prontos para el coito y por consiguiente para casarse (cita Aristóteles y a Galeno) y da como razón que son de mucha simiente.
Avisaba de que los mozos menores de veinticinco años eran menos aptos para el coito, como los de más de cuarenta años y mucho menos aptos los de cincuenta y cinco años, por lo que desvarían los viejos al casarse, porque toman mujeres para otros y aunque el coito en exceso daña a los machos, no a las hembras, porque en tal obra ellas trabajan poco.
Concluye el ilustre médico que el coito conviene a los mancebos de 25 a 40 años que tengan carnes gruesas de color rojo oscuro, porque este color significa predominio de la buena y abundante sangre. A los varones de color rojo claro, de color blanco o de color cetrino no les conviene ni el coito ni el casamiento, porque la blancura significa haber poca sangre y mucha frialdad (según Avicena) y los cetrinos tienen calor y cólera este color significa vehemente frialdad que disminuye la sangre y se congela. El blanco y el negro son de mucho peligro para la obra de engendrar e inhábiles para el coito porque tienen poca simiente y si se dan a tal acto se debilitaran y su calor natural se apagará, sus nervios se relajaran, les sobrevendrá temblor y dolor en el corazón, falta de ganas de comer, gota artética, pasión de pecho y pulmones y se harán viejos antes de tiempo.
Así pues, es probable que la movilidad espérmica en el año 2067 sólo exista en los machos de 25 a 40 años con cuerpos robustos, gruesos, de mucha sangre y de venas anchas, colorados, de color rubicundo, con muchos pelos y vello y que sean calientes y húmedos (o quizás no).