el cazurro ilustrado

20 enero 2007

Política, alegría y llanto.


Faltan unos meses para las elecciones municipales y autonómicas que harán promocionar a unos, permanecer a otros y abandonar la política a unos pocos y ya se afilan discursos, se anticipan vituperios, se lanzan afrentas, se predican ultrajes o se sermonean escarnios. En precampaña ( y más tarde en campaña) cada precandidato (y después candidato) las alabanzas que vierte sobre sí, las torna injurias contra los demás competidores.
Había en Gracia un tirano tan opresor que todos los griegos lloraban su existencia y pedían a los dioses su muerte, salvo una mujer vieja que se alegraba de tal tiranía y pedía a los dioses larga vida para el déspota. Se enteró de tal postura el tirano y, asombrado, fue a preguntar el por qué de aquella rara actitud. Respondió la mujer que antes de que él fuera tirano, otro tirano había gobernado con menos tiranía que él, lo que hacía suponer que una vez muerto, otro le sustituiría con más abuso y despotismo.
Otro tirano vió llorar amargas lágrimas a Demóstenes y le preguntó porque lloraba tanto ya que no estaba bien visto que un filósofo llorara. A lo que éste respondió: “No lloro yo por el filósofo que murió, sino porque vives tu y en las academias atenienses más lloramos porque viven los malos que no porque mueren los buenos”.
Gane quien gane y pierda quien pierda, esperemos que no tengamos de alegrarnos de los unos ni llorar por los otros.