Habituación a los estímulos.
Siempre se han criticado a los romanos las crueles prácticas de violencia gratuita que ejercitaban en el coliseo como espectáculo público. Allí los gladiadores entablaban dura lucha hasta matarse, ante el regocijo de los espectadores. Opinan los críticos que el “ pan y circo” tenía adormecidos a los ciudadanos, los cuales ya no pensaban en otras cosas y trasladan la situación a diferentes épocas de la sociedad española, donde unas veces el “pan y toros” y otras el “ pan y fútbol” cumplieron la misma función que el “pan y circo” latino. Pero se equivocan radicalmente quienes así enjuician a los romanos,. La función que tenían estos macabros juegos era la de que los jóvenes y hombres no familiarizados con la guerra viesen los filos de las espadas, las agudas puntas de las lanzas, las cuchilladas, la sangre por todos los sitios, las terribles heridas y la muerte de los hombres ya que de esta forma se habituaban a los estímulos bélicos, perdían el miedo e iban más animosos a la guerra. Enseñaban a sus hijos los peligros reales antes de que se vieran envueltos en ellos. Sucede que la habituación a los estímulos bélicos hizo que los romanos no huyeran de las espadas y así conquistaron el mundo.