Consejeros y asesores.
-Te doy mi palabra que no voy a hacer lo que me vas a pedir.
El filósofo respondió a la advertencia de la siguiente manera:
-Señor, lo que te pido que hagas es que destruyas esta ciudad sin perdonar ninguna cosa en ella, que bien se lo merece por haberte sido rebelde.
Quedó confuso Alejandro y comprendiendo que no podía hacer otra cosa, perdonó la vida a los ciudadanos de Lampsaco, según cuenta Valerio Máximo.
A veces tiene mejores resultados hacer lo contrario a lo que te aconsejan o recomendar lo opuesto a lo que deseas que se haga.