Longevidad y cambio climático.
La esperanza de vida de los españoles aumentará cuatro años de aquí a 2050, hasta alcanzar una media de 87,9 años en el caso de las mujeres y 81,4 en el de los hombres, según un informe de la Oficina Estadística de la UE, Eurostat. El estudio pone de relieve que las españolas son las más longevas de la UE (83,9 años), seguidas de las francesas (83,8) y las italianas (83,2). Por su parte, la esperanza de vida entre los españoles es de 77,4 años, lo que los sitúa en el cuarto puesto en los Veintisiete, sólo superados por los suecos (78,4), los malteses (77,7) y los italianos (77,6). En toda la UE las mujeres son más longevas que los hombres, con una diferencia media de 6 años (ellas viven una media de 81,5 años y ellos, de 75,4). El proyecto “Climate Prediction”, el más completo estudio sobre el cambio medioambiental de la Tierra, desarrollado por la Universidad de Oxford, predice que en el año 2050 habrá en España y en el resto de Europa Occidental, gran parte de África y Estados Unidos un incremento de temperatura entre cuatro y seis grados.
No se si habrá alguna relación entre estos datos, pero parece que cuanto más se incrementa la temperatura de la tierra, más aumenta la esperanza de vida de hombres y mujeres, a pesar de todos los negativos augurios sobre el cambio climático. Lo más probable es que cuantos más años vivamos mayor número de enfermedades padezcamos y más efectos perniciosos provoquemos en el clima, bien sea por el mayor tiempo que permanecemos consumiendo de bienes y servicios o bien porque necesitemos mayores cuidados (a más edad, más calefacción, más aire acondicionado, más quirófanos, más productos farmacéuticos…) o bien porque el cambio climático nos obligue a un esfuerzo adaptativo siempre mediado por una ingente producción de artilugios. Sea como fuere, parece confirmarse la famosa regla de los signos de multiplicación: Más por más es igual a más; Más por menos es igual a menos; Menos por más es igual a menos y Menos por menos es igual a más.
No se si habrá alguna relación entre estos datos, pero parece que cuanto más se incrementa la temperatura de la tierra, más aumenta la esperanza de vida de hombres y mujeres, a pesar de todos los negativos augurios sobre el cambio climático. Lo más probable es que cuantos más años vivamos mayor número de enfermedades padezcamos y más efectos perniciosos provoquemos en el clima, bien sea por el mayor tiempo que permanecemos consumiendo de bienes y servicios o bien porque necesitemos mayores cuidados (a más edad, más calefacción, más aire acondicionado, más quirófanos, más productos farmacéuticos…) o bien porque el cambio climático nos obligue a un esfuerzo adaptativo siempre mediado por una ingente producción de artilugios. Sea como fuere, parece confirmarse la famosa regla de los signos de multiplicación: Más por más es igual a más; Más por menos es igual a menos; Menos por más es igual a menos y Menos por menos es igual a más.