Tinajas en Villarrobledo.
Hace más de veinte años que, con la disculpa del maravilloso carnaval de Villarrobledo (Albacete), acudo allí para descubrir rincones, costumbres, paisajes y paisanajes manchegos de un alto valor estético y moral.
El domingo, diecinueve de marzo, pasé, una vez más, al lado de aquellas enormes tinajas y, esta vez si, entré a ver que era lo que allí se cocía. Las puertas estaban abiertas; las tinajas en fila; un gato bebía agua de una de ellas pero no había indicios de haber alguien, hasta que oí un rítmico y seco sonido que me fue guiando hacia su origen.
Juan Padilla estaba paleteando la arcilla para construir una tinaja de considerables proporciones. Sin inmutarse, me saludó amablemente y después de presentarse como heredero de una tradición familiar de siglos, fue explicándome todo el proceso de elaboración las tinajas.