La mejor patria es la del lector.
Si escribiera : “Existe, sin duda, una nación (o
nacionalidad, o patria) que posee todas las supremas virtudes que cada una de las
naciones (o nacionalidades o patrias) de España quieren atribuirse para sí, y esta nación
( o nacionalidad o patria) es aquella a la que pertenece el lector”, es altamente
probable que el lector vasco se sintiera
totalmente satisfecho al ver que reconozco la superioridad de la nación vasca; si fuera catalán me daría las gracias por reconocer
la superioridad de la nación catalana;
si fuera leonés me agradecería que confirmara la superioridad de la nación
leonesa; y así sucesivamente lo haría cada lector con la región a la que pertenece; así pues, todos empatados
en chauvinismo.