el cazurro ilustrado

26 julio 2007

Tularemia: dos tiros al mismo pájaro.


Existe el riesgo de un brote de epidémico de tularemia en nuestra comunidad autónoma. No sería la primera vez que esto ocurre. En 1998 se contabilizaron hasta 600 casos. Mas de doscientos animales de especies diferentes pueden transmitir esta enfermedad, pero son los topillos, las liebres y los cangrejos, con ayuda de picaduras de mosquitos y garrapatas, los causantes principales de la difusión del cocobacilo gramnegativo de la especie Francisella tularensis.
El periodo de incubación en humanos va desde un día a veintiún días y comienza con un cuadro de fiebre, escalofríos, malestar, cefaleas hasta llegar a lesiones en los dedos y ganglios axilares que pueden ulcerarse. El tratamiento eficaz se hace con quinolonas (Gentamicina y Estreptomicina).
La plaga de topillos que invade campos y prados aumenta el riesgo de propagación, para evitarlo, Los responsables de la Junta de Castilla y León han tomado diversas medidas contra ellos, entre las que cabe destacar el tratamiento químico de las cunetas de las parcelas con clorofacinona y bromodiolona, dos venenos cuyo mecanismo de acción es bloquear la síntesis de vitamina K en el hígado. En los humanos la intoxicación causa sangrados en distintos sitios: epistaxis, gingivorragia, hematemesis, melena, hematuria y equimosis y en los casos graves: hemorragia subaracnoidea o epidural, adrenal, articular, retroperitoneal y pericárdica.
Así pues, al menos dos posibilidades tienen los agricultores de enfermar a día de hoy: una es entrar en contacto con algo que haya tocado un animal con tularemia y la otra conectar con los venenos que se usan para exterminar a los roedores que pueden transmitirla y es que , a veces, en vez de matar dos pájaros de un tiro lo que hacemos es disparar dos tiros al mismo pájaro.