Ofidiofobia y desensibilización.
La fobia específica a las serpientes (ofidiofobia) constituye un tipo de trastorno de ansiedad que puede definirse como miedo intenso y persistente ante ellas. El miedo a las serpientes es tan común en los humanos, que lleva a pensar que es instintivo; para los que viven en una ciudad, aunque las teman, no les supone ningún problema en su vida cotidiana, para los que trabajan en el campo las serpientes pueden ser un problema y el miedo una solución. El miedo es adaptativo, la fobia es un problema si interfiere en las actividades de la vida diaria.
Murphy y Bootzin y Ritter realizaron dos experimentos con niños y adolescentes que padecían miedo a las serpientes, empleando tres condiciones experimentales; en una de ellas, se aplicó modelado en vivo, en otra Desensibilización Sistemática(DS) por contacto y la tercera se trataba de un grupo de control puro. Ritter comprobó que los niños tratados con DS por contacto, que no sólo observaron al modelo aproximarse a las serpientes sino que mantuvieron contacto físico con el animal, redujeron sus conductas de evitación hacia el estímulo fóbico de forma significativamente mayor que en el resto de modalidades. Sin embargo, Murphy y Bootzin informaron de una mejoría mayor en los niños tratados con modelado en vivo frente a los que recibieron tratamiento con DS por contacto. En ambas investigaciones, las condiciones de intervención activa alcanzaron resultados significativamente mejores que el grupo de control.
Estos resultados sugieren que el tratamiento psicológico de la fobia a las serpientes y a otros animales es altamente eficaz, apostando por el modelado en vivo como procedimiento de elección. Además, se aconseja la aplicación de intervenciones breves e intensivas, llevadas a cabo en un ambiente natural e iniciar la terapia a edades tempranas. Llevar a los niños al campo y familiarizarlos con los múltiples estímulos que hay en él puede ser una gran lección.
Murphy y Bootzin y Ritter realizaron dos experimentos con niños y adolescentes que padecían miedo a las serpientes, empleando tres condiciones experimentales; en una de ellas, se aplicó modelado en vivo, en otra Desensibilización Sistemática(DS) por contacto y la tercera se trataba de un grupo de control puro. Ritter comprobó que los niños tratados con DS por contacto, que no sólo observaron al modelo aproximarse a las serpientes sino que mantuvieron contacto físico con el animal, redujeron sus conductas de evitación hacia el estímulo fóbico de forma significativamente mayor que en el resto de modalidades. Sin embargo, Murphy y Bootzin informaron de una mejoría mayor en los niños tratados con modelado en vivo frente a los que recibieron tratamiento con DS por contacto. En ambas investigaciones, las condiciones de intervención activa alcanzaron resultados significativamente mejores que el grupo de control.
Estos resultados sugieren que el tratamiento psicológico de la fobia a las serpientes y a otros animales es altamente eficaz, apostando por el modelado en vivo como procedimiento de elección. Además, se aconseja la aplicación de intervenciones breves e intensivas, llevadas a cabo en un ambiente natural e iniciar la terapia a edades tempranas. Llevar a los niños al campo y familiarizarlos con los múltiples estímulos que hay en él puede ser una gran lección.