Los años climatéricos.
La Asociación española para el estudio de la menopausia esta celebrando su IX Congreso en Santiago de Compostela. Su lema es “Por una madurez saludable”, pero abordan la menopausia y el climaterio como si fuese una enfermedad, para la que han encontrado ya un remedio: Un parche de testosterona (Intrinsa) comercializado por P&G que, administrado dos veces por semana, ha demostrado ser eficaz en mujeres sin ovarios y con disminución del deseo sexual. Parece ser que en los ensayos clínicos, este fármaco aumentó el número de relaciones sexuales entre tres y cinco veces en un mes, en mujeres consideradas como “satisfechas”; curiosamente, el placebo las incrementó en cuatro.
La agencia federal del medicamento (FDA) de EEUU había rechazado que el "Intrinsa" saliera al mercado, pero en una nueva votación se decidió que los beneficios eran "clínicamente significativos" con 14 votos a favor y tres en contra.
Un cardiólogo de la Clínica Cleveland (EEUU) Steven Nissen, y miembro del comité de FDA aseguró:" no quiero exponer a varios millones de mujeres americanas a un riesgo de infartos de miocardio e ictus, con sus devastadoras consecuencias, por tener una relación sexual más al mes".
La profesora de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York Leonore Tiefer, está en contra de medicar la falta de deseo sexual femenino: "En la mayoría de los casos, no son problemas médicos, sino relacionados con la carrera, la familia o la pareja de la mujer".
John Bancroft, Director del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, afirma que el peligro de etiquetar las dificultades en la actividad sexual como un trastorno es que los médicos prescribirán fármacos que modifiquen las funciones biológicas cuando el problema está en otros aspectos de la vida de la mujer.
Susan R. Davis, profesora de salud en Monash University, en Melbourne dice que: “ Una sola hormona no determina la función sexual y ninguna hormona cambiará el deseo sexual de las mujeres si a éstas no les gusta su compañero o si ellas se sienten desesperadamente infelices, están deprimidas o preocupadas por la economía”.
La Dra. Susan Love, Investigadora del cáncer de mama, asegura: “Lo natural es la menopausia. Nosotras no necesitamos tener los estrógenos altos toda la vida, no es bueno. Necesitamos altos niveles hormonales para la reproducción, y luego vamos bajando a un nivel inferior para la segunda parte de nuestra vida , porque los ovarios siguen produciendo hormonas hasta pasados los ochenta años, aunque en menor nivel, y nuevos estudios indican que esos niveles son los apropiados”.
A pesar de todo esto, el medicamento está en las farmacias. Hay dos hechos que no dejan lugar a la inocencia: uno de los patrocinadores de este congreso es, lógicamente, P&G; la junta directiva de la AEEM está compuesta por ocho miembros, cinco hombres y tres mujeres. ¿Qué pueden decir los hombres de la menopausia que no les hayan contado previamente las mujeres?. ¿ Qué hago yo hablando de esto?.