el cazurro ilustrado

19 junio 2006

Hacer con palabras.

Las palabras son instrumentos multiuso; nos permiten hacer multiples cosas: podemos ahorrarlas; alzarlas; darlas; tomarlas; decir las últimas; dirigirlas; comérlas; tragarlas; llevarlas; cambiarlas; soltarlas; tenerlas o mantenerlas.
En ocasiones, las palabras nos pueden pesar; faltar; no tenerlas o desperdiciarlas.
A veces decimos las cosas en una; en dos, o en pocas, o tenemos cuatro; o las tenemos “mayores”.
Pueden ser, también, de honor; divinas; al viento; gruesas; libres; cautivas; cruzadas; mágicas; ocultas; polisémicas; largas; vacías; malditas; llenas de sentido y a medias.
Quizás por eso el filósofo Anaxarco razonó que la naturaleza nos dio dos pies, dos piernas, dos brazos, dos manos, dos orejas, dos ojos, y sólo una lengua. Defendió que en el andar, en el ver, en oler y en oír podemos ser largos y generosos, pero en el hablar conviene que seamos cortos y comedidos. Además, notó que la misma naturaleza nos puso la cara descubierta y dejó libres a los ojos, las orejas, las manos y los pies, pero a la la lengua la cercó con las mandíbulas, le puso barreras con las encías, la almenó con los dientes y la rodeó con los labios, para demostrar que pocas cosas hay en la vida que necesiten ser tan guardadas, cautelosas y sopesadas como las palabras.