el cazurro ilustrado

07 marzo 2006

Educar con Libertad (Espontaneidad) vs. Autoridad (Disciplina).


A la duda de si es mejor la Educación basada en el juego o en el trabajo, se nos añade ahora (sin haber resuelto la anterior) otra de no menor calado: ¿Educamos partiendo de la espontaneidad (libertad) o, por el contrario, usamos la disciplina (autoridad). Los partidarios de la libertad nos dicen, como Ferriere: “ Todos los males de la humanidad arrancan del uso de la coacción y del poder. Sólo educados en absoluta libertad, desde niños, los hombres llegarán a ser buenos, porque sólo así serán felices: la maldad deriva de la desdicha y de la esclavitud. Para que la espontaneidad del crecimiento espiritual, condición de un progreso sano y equilibrado, sea absolutamente real, es preciso que el niño sea libre. Por tanto, la escuela debe ser la escuela de la libertad.” Los partidarios de la autoridad nos dice, como Makarenko: “Toda educación implica el uso de la autoridad, ni que decir tiene que el educador que carezca de autoridad no puede ser educador” o Herbart: “No es posible educar sin limitar los deseos y las tendencias naturales, no es posible dar ni una sola hora de clase sin empuñar, con mano suave, pero firme, las riendas del gobierno”.
El asno de Buridán murió, hambriento y sediento, al no decidirse por qué empezar, si por el heno o por el agua. No dos, sino cuatro opciones tenemos ya, y las que nos quedan. Por alguna habrá que decidirse para no morir inanes de educación.