La normalidad como enfermedad crónica.
Si muestras habitualmente estas acciones (u otras similares) : levantarte, darte un ducha, desayunar, ir a trabajar, comer, disfrutar con los amigos, enfadarte cuando algo te sale mal, decir un taco de vez en cuando, criticar lo que no te gusta, llorar cuando te ocurre una desgracia, reír de vez en cuando, confiar en ti mismo, ser agradable con el prójimo, confiar en los compañeros de trabajo, estar preocupado porque hay indicios de que algo puede salir mal, estar triste alguna vez, desear, a veces, algo inalcanzable, soñar dormido o despierto, ir de compras a unos grandes almacenes sabiendo que te van a estafar, dar saltos de alegría cuando tu equipo mete gol, maldecir a los irritantes, dejar para mañana lo que no quieres hacer hoy, echar una cabezada después de comer, quedarse transpuesto en el sofá viendo la tele, leer poesía o cualquier otra cosa, desear que llegue el fin de semana y las vacaciones, intuir que los principios que rigen la política no son del todo correctos .... tienes la sintomatología evidente de una enfermedad crónica llamada “normalidad”, y no faltarán "expertos" que te aconsejen ponerte cuanto antes en tratamiento.