Adivinaciones
A principios de cada año, en casi todos los medios de comunicación, aparecen agoreros y adivinos, que sin ningún rubor pronostican el futuro a corto, medio y largo plazo. Rara es presunción la de estos hombres, querer adivinar lo que está por venir, ya que pestañeamos en el pasado, andamos a tientas en el presente y juzgamos tener ojos para el futuro. Nos miente la historia en lo que fue, los sentidos en lo que es y creemos a vanos sueños en lo que será.
Las causas de que haya tantas fabulaciones, creídas por algunos como ciertas, sobre el futuro, son: la propensión de los hombres a contar y escribir cosas prodigiosas; el atribuir muchas veces a pactos con espíritus lo que son efectos naturales; el suponer adivinación donde no la hay y la última causa de ser algunos tenidos por adivinos, sin serlo, es que ellos mismos falsamente creen que lo son. Esto puede suceder de dos maneras: o con delito, o sin él. Con delito cuando saben que lo que dicen como cierto es incierto, pero lo hacen sacando dinero a los incautos y sin delito cuando mienten sin saberlo y sin intención de aprovecharse de nadie .