el cazurro ilustrado

28 diciembre 2005

Función social de las matanzas



Ayer no hubo comentario porque el cazurro estuvo en una matanza. Hay un animal que, a pesar de utilizar su nombre (gocho, marrano, cerdo, guarro, gorrino) para calificar las más viles características humanas, año tras año libraba al montañés del hambre y ahora, hartos de productos artificiales, pone en nuestra mesa naturalidad.
La matanza es una fiesta en la que se invita a los vecinos que, de ordinario, han matado ya o matarán días después. Inevitablemente, desde el punto de vista de la dinámica de las redes sociales se crean o fortalecen los contactos entre los vecinos y las familias. La actitud reproduce el esquema “dar cuando se tiene para recibir cuando se carece”.
La reciprocidad se rige no por los criterios de orden económico, sino por los de las relaciones sociales y familiares en el contexto de las obligaciones mutuas. Obedece a un sistema de intercambios ceremoniales donde se privilegian los valores sociales frente a los económicos. La permuta de maneas, ganchos, bancos, etc. y la ayuda en los menesteres de este día, remoza o consolida las relaciones de buena vecindad, favorece la sociabilidad y fomenta la interacción. "La reciprocidad es la banca de las sociedades pequeñas" dice el antropólogo Marvin Harris.