¡Prudentes fiestas!
Las palabras más repetidas estos días en los medios de comunicación, en los sms y hasta en las conversaciones privadas son paz, felicidad, alegría, amor, salud, prosperidad y suerte. Sin ningún ánimo de aguar las fiestas a nadie y con la intención de dar otros puntos de vista os traigo aquí la opinión de diversos autores respecto a dichas palabras:
Vegecio, escritor romano del S.IV d.de c. escribió “si realmente deseas la paz, prepárate para la guerra”.
Uno de los principios de Peter dice que “Si quieres encontrar las felicidad ponte a buscar otra cosa”.
Jean de la Fontaine , a propósito de la alegría, intuyó que “Sobre las alas del tiempo, la tristeza vuela”.
Sobre el amor, decía Ortega y Gasset que “el enamoramiento es un estado de imbecilidad transitoria”.
Irónico se mostró Winston Churchill cuando observó que “la salud es un estado transitorio que, además, no augura nada bueno”.
François De La Rochefoucauld anunció que “se necesitan virtudes más grandes para soportar la prosperidad que la suerte adversa.”
El ilustre Baltasar Gracián comprobó que “tiene la mentida fortuna muchos quejosos y ningún agradecido”
Así pues, al margen de las buenas intenciones y deseos, disponed bien los medios y conseguiréis vuestros intentos y desengañaos, que no hay más dicha ni más desdicha que la prudencia o la imprudencia. A medio camino entre la predestinación, que haría la acción humana inútil y una percepción caótica, que haría la acción humana imposible, la prudencia representa la oportunidad y el riesgo de la acción humana. ¡Prudentes Fiestas!.