Analogías vitales.
En lo alto del puerto de Vegarada , que separa Asturias de León, se encontraron, hace muchos años, un marinero asturiano que pasaba a la meseta para vender pescado y un arriero leonés que llevaba harina para los que ahora viven en el Principado. Trabaron animada conversación en la que trataron diversos aspectos de lo humano y lo divino. En un momento de la charla, preguntó el arriero: -¿Dónde murió tu padre?. La respuesta del marinero no se hizo esperar: -En el mar. El arriero interrogó sucesivamente: -¿y tu abuelo, y tu bisabuelo?. –En el mar también. Fue la lacónica respuesta del marinero. Entonces le espetó el arriero:-sabiendo eso, ¿cómo es posible que tengas aún valor para embarcarte?. Alegó el marinero que no tenían, ni sabían otra forma de mantener a la familia. Se produjo un breve silencio, hasta que el marinero reinició el diálogo: -¿Ha muerto tu padre?. Ante la contestación afirmativa, continuó el interrogatorio: -¿Dónde murió?. En la cama, dijo el arriero. -¿Y tu abuelo, donde falleció? volvió a preguntar el marinero. –En la cama también. Aseguró el arriero. –Y cómo es posible que con esos desengaños, todavía tengas valor para acostarte. Sin ni siquiera despedirse, ambos continuaron su camino.