Un día después del día de la discapacidad.
Las personas con discapacidad son, en teoría, titulares de los mismos derechos fundamentales que el resto de los ciudadanos. El primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice: “Todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos.” Las personas con discapacidad deben disfrutar del conjunto de todos los derechos humanos: civiles, políticos, sociales, económicos y culturales reconocidos por las distintas Convenciones internacionales, el Tratado de la Unión Europea y en las constituciones nacionales.
En la Unión Europea se ha recorrido un largo camino durante las últimas décadas, desde una concepción paternalista sobre los discapacitados, hacia otra que les faculta a decidir sobre sus propias vidas. Los viejos enfoques basados, en gran medida, en la compasión y en la indefensión se consideran inaceptables. La acción está girando, desde el énfasis en la rehabilitación del individuo para que encaje en la sociedad, hacia una concepción global que aboga por la modificación de la sociedad para incluir y acomodar las necesidades de todos los ciudadanos, incluidas las personas con discapacidad.
La forma en la que a menudo están organizadas nuestras sociedades lleva a que las personas con discapacidad no sean capaces de ejercer plenamente sus derechos fundamentales y sean excluidas socialmente. Los datos estadísticos disponibles muestran que las personas con discapacidad sufren niveles inaceptablemente bajos de educación y empleo. Gran número de personas con discapacidad se encuentran viviendo en situaciones reales de pobreza en comparación con los ciudadanos no discapacitados.
La discriminación contra las personas con discapacidad puede producirse en ocasiones a causa de los prejuicios de la sociedad hacia ellas, pero más a menudo viene causada por el hecho de que las personas con discapacidad han sido largamente olvidadas e ignoradas, y esto se manifiesta en la creación y refuerzo de barreras ambientales y de actitud social, que impiden a las personas con discapacidad tomar parte activa en la sociedad.
La Carta Europea de Derechos Fundamentales reconoce que para lograr la igualdad para las personas con discapacidad, el derecho a no ser discriminado debe ser complementado con el derecho a beneficiarse de medidas diseñadas para garantizar su independencia, integración y participación en la vida social:
a) Abandonar la concepción de las personas con discapacidad como sujetos de caridad… y tomar conciencia de las personas con discapacidad como sujetos titulares de derechos
b) Abandonar la concepción de las personas con discapacidad como pacientes… y tomar conciencia de las personas con discapacidad como ciudadanos independientes y consumidores.
c) Abandonar la concepción que otorga a los profesionales el papel de tomar decisiones en nombre de las personas con discapacidad … y tomar conciencia de la capacidad de las personas con discapacidad y sus organizaciones para tomar las decisiones y asumir las responsabilidades sobre los temas que les conciernen
d) Abandonar la concepción de un enfoque sobre los déficits individuales… y tomar conciencia de la eliminación de barreras, la revisión de normas sociales, políticas, culturas y la promoción de un entorno accesible y de apoyo
e) Abandonar la concepción de etiquetar a las personas como dependientes, no empleables… y tomar conciencia de la necesidad de poner el énfasis en la capacidad y la provisión de medidas activas de apoyo.
f) Abandonar la concepción de diseñar los procedimientos económicos y sociales para unos pocos… y tomar conciencia de un mundo flexible diseñado para todas las personas.
g) Abandonar la concepción de una segregación innecesaria en la educación, el empleo y otras esferas de la vida… y tomar conciencia de la integración de las personas con discapacidad dentro de la corriente mayoritaria
h) Abandonar la concepción de la política de discapacidad como un asunto que afecta a ministerios específicos solamente… y tomar conciencia de su inclusión como una responsabilidad colectiva de todo el gobierno.
Si ponemos esto en práctica, se beneficiará no sólo a las personas con discapacidad, sino también a la sociedad en su conjunto. Una sociedad que excluye a varios de sus miembros o grupos es una sociedad empobrecida. Las acciones para mejorar las condiciones de las personas con discapacidad llevarán al diseño de un mundo flexible para todos. "Lo que se realice hoy en nombre de la discapacidad, tendrá un significado para todos en el mundo del mañana."