el cazurro ilustrado

20 diciembre 2006

Hasta siempre, Carlos.


Mi amigo Carlos ha muerto. Natural de Valverde de Curueño como yo, ambos aprendimos de nuestros abuelos que la única postura coherente y sólida ante la muerte, como ante cualquier otro evento o conflicto de la vida humana, es encararla, tomar consciencia de ella y conocerla hasta donde es humanamente posible. Estuvimos de acuerdo en que las enfermedades que podemos padecer o las curan las medicinas, o las sana el paso del tiempo o la muerte las ataja.
Consiguió vivir en paz, porque fué absolutamente consciente de la vulnerabilidad del ser humano; estuvo más motivado por el día a día que no por dejar cosas pendientes. Fue creativo y flexible. Pudo pensar abiertamente en la finitud de la vida humana sin caer en un estado de profunda angustia y ansiedad. Hoy te lloramos, sabiendo que no has hecho más que precedernos y que tu recuerdo perdurará siempre con nosotros.