Previsión del tiempo.
Llevamos varios días mirando al cielo para comprobar si son ciertos los vaticinios que los meteorólogos hacen sobre los vientos, nieves y tormentas que anticipan. Muchas comunidades autónomas han estado en alerta máxima esperando el temporal y poniendo una venda antes de tener la herida o curándose en salud, pero quien quiera acertar en la predicción del tiempo que ha de venir, debe hacer más caso de las señales naturales, muchas de ellas ignoradas por los libros de meteorología, y seguir los pronósticos de los campesinos antes que lo que dicen los “hombres del tiempo”.
Conviene recordar a aquel príncipe que salió de caza porque su astrólogo particular le aseguró un día soleado y tranquilo. Por el camino se encontró un agricultor que le recomendó volver a palacio porque llegaría una gran borrasca. Acertó el labriego y falló el adivino, el príncipe le despidió y cogió al campesino a su servicio como hombre del tiempo.
El viernes por la tarde un aldeano me aseguró que el sábado nevaría. Escéptico, le dije que tenía un cincuenta por ciento de posibilidades de acertar (nevaría o no nevaría). Respondió contundente ante mi suspicacia que todos los días cuando iba a recoger las vacas al prado éstas estaban paradas esperándole, pero esa tarde pacían hierba con gran inquietud, pues sabían que al día siguiente deberían permanecer en el establo por la nevada que vendría, como así sucedió. Si no hubiera nevado, el ganadero podría haber dejado a las vacas en la cuadra, dándoles la razón al margen del tiempo. Otros ganaderos, que ignoraron la profética actitud de sus ganados, tuvieron que recogerlas en las condiciones que veis en la foto.