el cazurro ilustrado

16 noviembre 2006

Tortillas y neuronas.


Los a sí mismos llamados “neuropsicólogos” recurren sistemáticamente a la genética, a las neuronas y al funcionamiento biológico o cerebral para explicar la conducta humana. El Análisis experimental de la Conducta ha demostrado por activa y por pasiva que estas variables son solamente condiciones necesarias pero no suficientes y, por supuesto, no son la causa de la conducta de los organismos. Todo fenómeno obedece a unas causas, hay unas variables que hacen que aparezca, y entre ellas las condiciones biológicas y genéticas son la base imprescindible para que se den. Pero por ellas mismas no pueden hacer aparecer conductas, ni todas las características de ellas.
Podemos pinchar y comer una tortilla de champiñones. Sujetamos el tenedor con la mano. Pero ni la mano ni el tenedor explican cómo y por qué comemos tortilla de champiñones. Son condiciones necesarias para que se de esa conducta. Si no hay tenedor probablemente disminuya la probabilidad de nuestra conducta de comer y si no hay mano probablemente ni comamos (al menos con las manos). Pero la mano por sí misma no es la causa de la conducta de comer, es una condición necesaria para ello. También es probable que algunos "circuitos neuronales" se activen cuando comemos (tortilla o cualquier otra cosa), pero no comemos porque se activen tales grupos neuronales.
Los estímulos físicos (la tortilla) o las neuronas, sólo son condiciones necesarias para que se de el comportamiento, pero si no hay interacción entre el organismo (con manos, ojos, cerebro, neuronas...) y el medio (con tortillas, balones, tenedores.....) no es posible ni el aprendizaje, ni los nuevos comportamientos.