Patatas, patatas, patatas.....

Ayer no pude hacer la entrada diaria habitual al blog porque mis obligaciones de agricultor me lo impidieron. Al margen de los datos del Ministerio de Agricultura en los que se analiza la producción, el rendimiento de la superficie sembrada, los canales de comercialización, el calendario de siembra y recogida y la comparativa con otros paises, en la montaña leonesa, desde hace mucho tiempo se siembra una tierra para el consumo familiar y, si la cosecha es abundante y hay demanda, para la venta a particulares que quieren un producto casi artesanal, sin abonos químicos, ni sulfatos, ni otras “lindezas” industriales.
Sin embargo los datos no dejan de ser curiosos: El país que más patata consume de toda la UE es Irlanda con 161,9 kg per cápita. España se sitúa en sexto lugar con un consumo de 86,9 kilos percápita. Los que menos patata consumen son Italia y Francia con 41,9 y 53,7 kg per cápita respectivamente.
Se disminuye el consumo de patatas frescas en todos los hogares. La disminución es menor en los hogares compuestos por 2 personas, y en los que el ama de casa es mayor de 65 años. Además el consumo de patatas frescas disminuye menos en los hogares de estatus bajo y en los que el tamaño familiar está compuesto por 2 personas.
El consumo de patatas congeladas aumenta en los hogares compuesto por niños de más de 6 años y en los que el ama de casa trabaja fuera de casa. Además este consumo aumenta más en los hogares compuestos por 1 persona, y en los que
su estatus es medio bajo.
El consumo de patatas procesadas aumenta en todos los hogares, excepto en los hogares en los que el ama de casa tiene más de 65 años. La tendencia del consumo de patatas procesadas es mayor en los estatus medio y alto y medio alto.
Digan lo que digan los datos, cada año por estas fechas tocará recoger patatas. Si llegara el día que en la montaña no se sembrasen patatas, sería el indicador más claro de que la montaña (su población) estaría a punto de desaparecer.