Consecuencias....
Los tebanos querían saber porque eran eficaces los lacedemonios con sus leyes y enviaron a un observador. Al cabo de un tiempo regresó y trayendo consigo la horca con la que ahorcaban a los ladrones, el cuchillo con el que degollaban a los traidores, la mordaza con la que atormentaban a los charlatanes, el látigo con el que castigaban a los vagabundos, los grillos con los que detenían a los sediciosos y las esposas con las que ataban a los jugadores; no les llevó las leyes sino los instrumentos con los que las hacían cumplir.
Cuando las normas, que son reflejo de las necesidades de las clases dominantes, no se cumplen, otro tipo de consecuencias se aplican hoy.
Para conseguir, por ejemplo, silencio en clase, obediencia en la familia, conformidad con el estado, orden en las cárceles, no agresión a las mujeres, cuidado por el medio ambiente o respeto a la propiedad ajena existen normas, órdenes, decretos e instrucciones a patadas. La dificultad no está tanto en la normativa vigente sino en qué se hace para su cumplimiento y sólo la anticipación de consecuencias hará a las leyes eficaces, pero en vez de basarse en el castigo por incumplirlas, deberían anticiparse consecuencias positivas por seguirlas.