Otra investigación antropológica.
¿Recordáis el post donde os contaba la aventura del antropólogo que fue a estudiar las costumbres de los pastores de cabras de los Alpes?. Resulta que después de aquel incidente, continuó su investigación y llegando a una aldea se encontró a otro cabrero al que le preguntó por alguna costumbre peculiar de aquella zona. Éste le dijo: cuando se pierde una cabra, nos reunimos todos los vecinos, cogemos la bota de vino y vamos en su busca; si la encontramos, bebemos unos buenos tragos y, uno por uno, mantenemos relaciones con ella. Escamado de las relaciones sexuales con las cabras, el antropólogo le rogó que contara algo alegre de la comarca. Declaró el pastor: si se pierde una mujer en la montaña, nos juntamos todos, cogemos la bota de vino y marchamos a buscarla, si la encontramos bebemos hasta saciarnos y luego mantenemos relaciones con ella, uno tras otro. En un intento de evitar historias de contenido sexual, el antropólogo le suplicó que le contara alguna cosa triste. El ganadero con gesto triste y apenado, le dijo: una vez yo me perdí en la peña………