el cazurro ilustrado

18 septiembre 2006

Churras, merinas, berrinchonas....


Sucede con las ovejas en la montaña lo mismo que ha ocurrido con los humanos en todo el mundo. Aunque los ganaderos no confunden las churras con las merinas ni aún con las berrinchonas, manchegas o montesinas; resulta que es tal el número de mezlas, combinaciones, amalgamas y cruces que es imposible encontrar alguna raza prístina y si algún ejemplar hay no tiene ningún significado, porque la cabaña ovina es el resultado de la combinación de múltiples razas cuyo apareamiento ha dado lugar a unas ovejas y carneros con gran variedad de rasgos genéticos y fisicos. Las habilidades de los ganaderos para hacer una selección, no solo basada en el tamaño y en la productividad, sino primando el carácter y comportamiento dócil, hace que los rebaños sean diversos y, a la vez, fáciles de manejar. A esta selección “cultural” contribuyó de manera muy importante el medio en el que se desenvuelven.. Aquellos ejemplares que no siguen las instrucciones del pastor, bien por no entenderlas o por alguna enfermedad y no regresan al redil cuando el pastor lo decide, corren el riesgo de ser devoradas. Anteayer se rezagaron dos ejemplares en el puerto de “Valdestremero” en el término de Valverde de Curueño. Por la mañana se organizó su busqueda, apareciendo sólamente sus esqueletos. No ha llegado el invierno y ya han aparecido los lobos, para ayudar a los ganaderos en la selección de estos versátiles animales.