7 preguntas a uno de los 7 sabios de Grecia.
El filósofo Bías, uno de los siete sabios de Grecia, fue entrevistado en los juegos del monte Olimpo
Primera pregunta: ¿quién es el hombre más desdichado?»
Bías: «En este mundo es más desdichado aquel que en la desdicha no puede tener sufrimiento; porque no matan a los hombres las adversidades, sino la impaciencia que tenemos en ellas.»
Segunda pregunta : «¿Cuál es la causa que de juzgar es más enojosa?»
Bías: «No hay cosa de juzgar más enojosa que entre dos amigos una contienda; porque juzgar entre dos enemigos, el uno queda por amigo, más juzgar entre dos amigos, el uno queda por enemigo.»
Tercera pregunta: «¿Qué cosa es más dificultosa de medir?»
Bías: «No hay cosa en el mundo donde se requiera tan gran tiento como cuando se mide el tiempo; porque el tiempo se ha de medir tan justo, que ni le falte a la razón tiempo para hacer bien, ni le sobre a la sensualidad tiempo para hacer mal.»
Cuarta pregunta: «¿Cuál es la cosa en el cumplimiento de la cual no ha de haber excusa para cumplirla?»
Bías: «Lo que se prometió, porque donde hay corazones generosos y rostros vergonzosos, todo lo que por voluntad se prometió de necesidad se ha de cumplir, que de otra manera más perdería el que perdiese el crédito de su palabra que no el que perdiese la promesa a él hecha.»
Quinta pregunta: «¿Cuál es la cosa en que los hombres buenos y malos han de ser más solícitos?»
Bías: «En ninguna cosa han de ser los hombres tan solícitos como en buscar consejos y consejeros; porque no se pueden sustentar los prósperos tiempos, ni se pueden resistir a los muchos enemigos si no es con hombres maduros y con consejos anejos.»
Sexta pregunta: «¿Cuál es la cosa en la cual los hombres son loados por ser perezosos?»
Bías: «En una sola cosa tienen los hombres licencia de ser perezosos, y es en elegir los amigos; porque el amigo muy tarde se ha de elegir y jamás por jamás se ha de dejar.»
Séptima pregunta: «¿Cuál es la cosa que más desea el hombre abatido?»
Bías: «Es la mudanza de la fortuna, y la cosa que más aborrece el próspero es pensar que es mudable la fortuna; porque el hombre abatido piensa que si muchas mudanzas hace la fortuna, siempre le cabrá alguna parte de ella, y el hombre próspero piensa que por una mudanza que haga la fortuna, luego le ha de despedir de su casa.»