Siempre serviremos para algo.

Circula por la red una ppt que cuenta un proceso de selección de personal. A través, dice, de una dinámica de grupo, quieren seleccionar a un empleado para trabajar en relaciones públicas. Por supuesto, en una empresa multinacional.
A los candidatos se les pregunta:
¿QUÉ LE GUSTARÍA QUE DIJESEN DE USTED EN SU VELATORIO?
El primer candidato responde: “Que fui un gran médico y un muy buen padre de familia”
El segundo candidato dice: “que fui un hombre maravilloso, excelente padre de familia, y un profesor de gran influencia en el futuro de la juventud. “
Pero el tercero aseguró: “me gustaría que dijesen: -“MIRA, SE ESTÁ MOVIENDO..." .
Parece que lo contrataron.
Independientemente de lo que la gente diga del difunto en su funeral, en función de sus méritos en vida o de los amigos y/o enemigos trenzados a lo largo de la existencia; de tod@s y cada uno, en esa situación, podríamos decir lo que dice Shakespeare en “Hamlet”:
Muerto y convertido en barro el poderoso César,

podría tapar una grieta, para desalojar de ella el viento.

¡Pensar que el mortal que hace temblar al mundo

pueda rellenar el hueco de un muro y rechazar los rigores del invierno!

Para tapar el agujero de una pared y que no pase el viento, seguro que serviremos, aunque ya sólo seamos polvo.