Salud y condicionamiento.
Aunque fue Pavlov quien lo formuló, con la celebre
asociación entre la comida (EI) y el sonido de la campana (EC) para conseguir
que el perro salivara, tanto ante la comida (RI) como ante el sonido de la
campana (RC), ya era conocido y aplicado eficazmente desde tiempos
inmemoriales. El condicionamiento clásico se basa en un proceso de
asociación entre dos estímulos, que permite a uno de ellos
, al hilo de las
situaciones repetitivas ( o con un solo ensayo) provocar la misma respuesta que
el otro ; Los saltimbanquis enseñaron a los osos, desde muy pequeños, a bailar
al son de la música que tocaban poniéndoles sobre una chapa muy caliente; al
contactar sus pezuñas sobre ella, saltaban para no quemarse, a la vez que
sonaba la música. Después de varios ensayos, al oír la música, el oso saltaba
para no quemarse, aunque la superficie sobre la que se apoyaba no estuviera
caliente. El refranero nos dice que “ el gato escaldado, del agua fría huye”.
Ovidio, en “Los remedios de amor”, aconseja al despechado que se oculte y
sorprenda a su amada en el momento de hacer sus necesidades, para que vea lo
que la decencia siempre ha prohibido que se vea. Miles de ejemplos hay en la
vida de cualquiera.
Tambien las respuestas inmunológicas se pueden aprender por
condicionamiento clásico. La inmunomodulación condicionada se puede hacer en
respuestas inmunes humorales y de
respuesta inespecifica, tanto de inmunosupresión como de
inmunoestimulación, lo que abre un campo
para ayudar a resolver numerosos de problemas relacionados con la salud y la enfermedad.
El condicionamiento clásico no sólo provoca salivación o asco o baile. También provoca miedo, nostalgia, deseo, excitación sexual, estrés, relajación, alivio, euforia, nauseas y hasta supresión o aumento de la respuesta inmune.... El estímulo más insospechado puede dar lugar a sensaciones y reacciones intensas que a menudo nos parecen inexplicables.
El condicionamiento clásico no sólo provoca salivación o asco o baile. También provoca miedo, nostalgia, deseo, excitación sexual, estrés, relajación, alivio, euforia, nauseas y hasta supresión o aumento de la respuesta inmune.... El estímulo más insospechado puede dar lugar a sensaciones y reacciones intensas que a menudo nos parecen inexplicables.