el cazurro ilustrado

14 julio 2017

Médicos ricos y pacientes ignorantes.

Escribió  Diego de Torres  Villarroel del gremio y claustro de la Universidad de Salamanca, catedrático de prima de matemáticas, en el  año 1794  ”No es más sabio el Médico rico, ni mejor el que solo asiste a los poderosos: éstos venden la caridad y el estudio, y no visitan al enfermo sino al salario: su cuidado llega hasta los talegos, y su lástima a la pequeñez de la enfermedad, porque sus bienes se aumentan con la rebelde duración de los males. Desean los dolientes largos, gordos, aprehensivos, comilones, ignorantes, y engañados de la presunción médica, y asidos demasiado a los deleites, que en estos entra chupando sin peligro de ser conocida su maldad: la adulación , el falso consuelo, la palabra equívoca, el gesto engañoso, el emplasto inútil, la untura sin provecho, el agua tibia y el jeringazo embaucador, y así se burlan de su hacienda, de su mal, de su inocencia y su locura.”