Mujeres montañesas. Diccionario Madoz.1845.
Leo en “Censo, padrón y datos de 1845. Censo rústico y
fiscal. Diccionario Madoz. Diccionario estadístico e histórico de los pueblos
de España” cuando se refiere a la mujeres que
viven en nuestra montaña: “Son
las mujeres las que labran la tierra y cosechan, van al monte con carros sin
ruedas , que en el país titulan Forcados, y hacen los acopios de leña para el
invierno. Para toda clase de acarreos se sirven en estas montañas de los tales Forcados;
pues siendo la mayor parte de los caminos muy estrechos para ruedas y
peligrosísimos en los vuelcos, presentan más ventajas que los otros carruajes.
Las mujeres son distinguidas por su excesiva laboriosidad y economía; es muy
rara la que al salir el alba no esté ya en la labor del campo, si la estación
lo permite, y si no cebando su ganado y limpiándolo. Es admirable lo gustosas
que llevan estas faenas impropias de su sexo, y aun se ríen de sus maridos y
demás hombres porque no son en trabajos de labranza para tanto como ellas”.
Exactamente igual que en mi niñez y mi juventud. En las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado, las mujeres de la montaña leonesa tenían la misma dedicación que describe Madoz cien años antes. En treinta años han desaparecido las ancestrales costumbres montañesas; en algunos casos por haber conseguido hacer mas amigable el entorno, pero el principal motivo ha sido el llevar casi al borde de la extinción a esta subespecie montañesa, con la ignorancia y/o el maltrato de las instituciones. No en vano tienen más apoyo estatal, autonómico o provincial el burro zamorano o el oso pardo.
Asi pues, los caminos por los que transitaban las montañesas con sus "forcados" se convertirán en corredores para los osos y las tierras donde sembraban centeno, lentejas o garbanzos serán pasto de corzos y rebecos.