el cazurro ilustrado

06 julio 2014

Tiempo de cerezas (y guindas).

Cuenta  Plinio (Historia natural),  que el general romano Lúculo  llevó las cerezas desde el Ponto a Italia, después de haber vencido al rey Mitridates VI. Ya en manos de los romanos se propagaron por toda Europa con más eficacia que ellos mismos, tal vez ayudadas por los pájaros que llevaron sus pepitas a lugares inaccesibles a los humanos. En la montaña proliferan guindos y cerezos, que comienzan a madurar en este tiempo. La cosecha este año es abundante. Lo curioso es que algo intuían los montañeses sobre las propiedades de estos frutos puesto que, una vez maduros, los consumían rápidamente, aunque ignoraban las investigaciones del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, que demuestran que las guindas y las cerezas  bajan los  niveles generales de colesterol, de azúcar en la sangre, reducen el almacenamiento de grasa en el hígado, disminuyen el estrés por oxidación y aumentan la producción de una molécula que ayuda al organismo a administrar las grasas y el azúcar. ¿Serán  las  cerezas y las guindas unas de las claves de la general longevidad de los montañeses?