Hasta siempre, tío César.

Pienso en ti y recuerdo a Cicerón cuando decía: "Si
no vamos a ser inmortales, es deseable, por lo menos, que el hombre deje de
existir a su debido tiempo. Pues la naturaleza tiene un límite para la vida,
como para todas las demás cosas".
Supiste vivir y dejaste de existir a su debido
tiempo. Te echaremos de menos, pero tus enseñanzas en la manera de
enfrentarte a las vicisitudes de la vida estarán siempre con
nosotros. Viviste en paz y descansas en paz.