el cazurro ilustrado

02 junio 2014

Hasta siempre, tío César.

Querido tío César, el sábado pasado a las 12h 15´ te dijimos adiós  en Valverde de Curueño,  el pueblo donde naciste y a donde regresabas  siempre que podías. Viviste  93 años  en los que, con la lucidez y la  continua actividad aún  en la  senectud, nos diste  razones para entender que no sólo no renegabas  de la vejez sino que la aceptabas como una etapa más de la vida, rica en dones, tan gratificantes como los de otras etapas de la vida,  que tan bien y  también supiste vivir.
Pienso en ti y recuerdo a  Cicerón cuando decía: "Si no vamos a ser inmortales, es deseable, por lo menos, que el hombre deje de existir a su debido tiempo. Pues la naturaleza tiene un límite para la vida, como para todas las demás cosas".
Supiste vivir  y dejaste de existir  a su debido tiempo. Te echaremos de menos, pero tus enseñanzas en la manera de  enfrentarte  a las  vicisitudes de la vida estarán  siempre con nosotros. Viviste en  paz y descansas en paz.