Añadir oprobio a la iniquidad.
El presidente del gobierno de la nación española y el ministro en quien delega los
asuntos educativos, antes de recortar el presupuesto en educación,
deberían asesorarse mejor, leer algo más
o algo mejor de lo que parece que leen y demostrar, si es que pueden,
que la educación que han recibido ha hecho de
ellos hombres, sino sabios si prudentes. O apoyan ahora
incondicionalmente el sistema educativo o tendrán mañana que sostener un
amplio sistema judicial y carcelario.
Si permiten y llevan a cabo los recortes anunciados, conseguirán un
pueblo mal educado, poco formado y sin apenas posibilidades; entonces deberán
castigar más tarde a los des-graciados que robarán y delinquirán. Serán
Mariano y Wert los primeros en permitir y potenciar que haya criminales,
para tener después el placer de encarcelarlos.
Así pues, permitid que os de un humilde consejo: Sr. Rajoy y Sr. Wert, a la iniquidad de
los recortes generalizados, no
añadáis el oprobio de
guillotinar la educación.