Refuerzo negativo.
Un análisis topográfico del comportamiento de esta oveja sería que pace sentada sobre la pata trasera izquierda. Si preguntásemos a un profano el por qué de su comportamiento, nos respondería que está cansada, que es vaga, que le gusta hacerlo u otras respuestas similares, pero un análisis técnico del comportamiento de esta oveja nos indica que el pacer sentada sobre la pata trasera izquierda es un comportamiento adquirido y mantenido por refuerzo negativo: la oveja tiene una herida en esa pata; cientos de moscas irritan, molestan, infectan y causan terribles molestias a la oveja; tal estimulación aversiva disminuye por el comportamiento operante de apoyar la herida sobre el suelo, impidiendo que las moscas emponzoñen la herida y aliviando las molestias y dolores de la oveja. Así pues, la función de refuerzo negativo se da porque el aumento de la probabilidad de ese comportamiento ocurre por la disminución de la estimulación, respecto a la estimulación antecedente; fijaos que para que el cambio consecuente tenga función de refuerzo negativo, la estimulación antecedente ha de tener carácter aversivo (moscas hurgando en la herida), de manera que la respuesta operante (sentarse sobre la herida) logra disminuir o terminar con la estimulación aversiva y queda la respuesta reforzada, de tal manera que en condiciones estimulares similares o iguales es altamente probable, por no decir seguro, que la respuesta de la oveja sea la misma. En los humanos ocurriría la misma secuencia funcional.