el cazurro ilustrado

30 julio 2011

Plantas medicinales y otras hierbas.


Desde que leí la “Historia natural”  de Plinio se despertó  en mi un interés especial por las plantas medicinales. Conocía  algo del tema porque mis abuelas,  sin llegar a ser expertas, se manejaban bien,   a nivel de usuario, en este asunto. Así que con la  ayuda de unos cuantos manuales y en un entorno donde  abundan las  hierbas, he hecho una  selección en la que están presentes  algunas de las  mejores plantas medicinales que he podido recolectar hasta este momento. Sé que faltan algunas, pero aún no es tiempo; cuando las recolecte os lo diré.
De Izquierda a derecha: Espino albar (majueto); Hipérico (pericón);  Trébol; Abedul; Jabonera; pétalos de rosa; Prímula; Tomillo silvestre; Saúco (sabugo); Amapola; Malva; Brecina; Milenrama; Equiseto(cola de caballo) y pétalos de Amapola.
En breve aparecerán colgadas, para el mejor secado, el Orégano, el Té de peña y la Ulmaria (reina de  los prados).
Os iré contando para que puede servir cada una de ellas, pero no olvidéis que Esculapio, el  padre de la medicina, al que  el centauro Quirón le enseñó a conocer el valor de las plantas  y a distinguir entre las venenosas  y las medicinales, enseñándole además  la época adecuada para la cosecha  y el uso de cada una de ellas  para cada enfermedad,     llevaba consigo un  perro y una cabra y, en la mayoría de las ocasiones, bastaban  para la cura: el perro lamía las heridas y la leche de cabra, ordeñada en ese mismo instante,  era el mejor reconstituyente.