el cazurro ilustrado

12 junio 2011

Al-qadi.


 Los 8.116 ayuntamientos  que hay  en este país eligieron ayer  a sus respectivos alcaldes a través de   68.286 concejales.  La palabra “Alcalde” deriva del árabe al-qadi (el juez). Históricamente, a las poblaciones que tenían alcalde se les otorgaba el título de “Villa” y en las  Villas el alcalde o corregidor tenía potestad para juzgar y condenar a muerte. Erigían  un “Rollo” (columna de piedra ) que indicaba el régimen de los villanos (encartación real, concejil, eclesiástico o monástico).Allí se juzgaba y ajusticiaba  o se aplicaban penas menores,  como azotes y exposición de delincuentes  a vergüenza pública.
El poder de un al-qadi, de un corregidor, de  un alcalde y hasta de un concejal, por muy pequeña que sea la Villa o el municipio  es tan atractivo que todos pelean por entrar y lloran al salir, pero si quieren hacer un  buen uso del poder que tienen, deberían tener en cuenta las respuestas que dio el filósofo Diógenes cuando le preguntaron sobre qué animal  mordía con mayor rabia. Respondió: “Si habláis de los  salvajes, el maldiciente y si de los domésticos, el lisonjero”. Maldicentes y lisonjeros acabarán marcando  muchas decisiones municipales, ya lo  veréis.