el cazurro ilustrado

21 mayo 2011

Dialéctica erística y política.


En este día, llamado “jornada de reflexión”,  lo que no deja de ser una solemne estupidez, haciéndonos  creer que los  ciudadanos  nos  ponemos a  dar una vuelta a  la conciencia sobre si misma, para sacar las más profundas esencias, pienso en la campaña electoral a la vez que Schopenhauer me cuenta, en treinta y ocho estratagemas,   el arte de tener razón, lo que, a su vez,   me lleva a  interesarme por la  dialéctica erística. Se centraba la erística  en el arte de discutir y era considerada por los filósofos griegos, posteriores a Sócrates, como una  rama superior de la dialéctica, hasta que fue degenerando en falaces deducciones, para convertirse en simple verborrea: decía uno “Tú tienes lo que no has perdido. Tú no has perdido nada, luego tú no tienes  nada”; a lo que  otro contestaba: “Tú tienes lo que no has perdido. No has perdido los cuernos, luego tú  tienes cuernos”;  un tercero decía “lo que  yo soy tú no lo eres. Yo soy  hombre, luego tú no eres hombre”. Seguidores (sin saberlo) de la  dialéctica erística, muchos políticos o aspirantes a serlo,  en campaña utilizaron  razonamientos similares, pero sin tanta gracia o más desgraciados.